Dahlgren: "El bullying causó destrozos en mi autoestima"

Jennifer Dahlgren mantuvo una cruda charla con La Central Deportiva, programa que se emite por Cadena 3 Santa Fe (FM 101.7), donde contó pormenores de la discriminación que sufrió en su niñez y adolescencia. Una historia donde el deporte apareció como una herramienta salvadora para vencer las inseguridades.

El año que viene disputará su quinto y último Juego Olímpico. Después de Tokio 2021 llegará el tiempo de colgar el martillo. De hecho, de no haber sido por la pandemia, a esta altura del año ya sería una ex atleta. “Tengo pensado retirarme después de Tokio. Tuve una lesión en el pie, iba a llegar bien pero con lo justo. La pandemia me permitió más tiempo para llegar 100%”, dijo.

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Durante la entrevista, Jenny afirmó que aún disfruta de lo que hace, estando entre las mejores 40 del mundo de lanzamiento de martillo. Esa carrera que la transformó en una de las figuras del atletismo nacional, también fue una especie de salvación, según sus propias palabras.

“Vivíamos en EE.UU. y nos vinimos a Argentina cuando era chica. En el colegio era el bicho raro. Era la nueva, la grandota, apenas hablaba español. Me decían 'machona' por jugar al fútbol”, describió la tricampeona sudamericana en su especialidad.

En ese contexto, Dahlgren no duda en afirmar que el lanzamiento de martillo la salvó. “Tenía pensamientos negativos sobre mi cuerpo. Creía que era horrible, pero al menos me permitía destacarme en martillo”. Incluso, explicó que la aceptación de su cuerpo vino de la mano de sus compañeros atletas. “En la pista se ve una variedad de cuerpos y talentos. Ahí me ayudaron a cambiar mi mirada y a amigarme como mujer”.

¿Hasta dónde socavó la discriminación en su personalidad? La deportista olímpica lo graficó de una manera muy cruda. “Hasta los 25 años, si un hombre me decía que era linda, yo pensaba que me tomaba el pelo. No creía que yo podía ser linda. El bullying causó destrozos en mi autoestima”. Justamente, después de una nota en que habló sobre el tema, recibió un mail de un ex compañero pidiéndole disculpas por el daño ocasionado.

La vida de Dahlgren está vinculada al deporte casi desde su nacimiento. Por caso, su madre también fue atleta. “Empecé a los 5 años jugando al fútbol, después hice básquet, voley, softball, tenis, equitación y natación. Hasta el día de hoy, disfruto de hacer otros deportes”. No obstante, por si hace falta aclararlo, sostuvo que “con el martillo fue amor a primer lanzamiento”.

Tokio será su última oportunidad de coleccionar postales inolvidables. En su haber ya tiene varias. “En la Villa Olímpica vi a todos: Usain Bolt, Roger Federer, Serena Williams, Michael Phelps. Pero me quedo con los momentos que compartí con otros argentinos. Desayunar con Manu (Ginobili) y Luifa (Scola), tomar un café con Nalbandian o ver un partido de Playstation entre Messi y Los Leones”.

En ese camino a su último JJ.OO., para Jenny el resultado no es lo fundamental. “Lo que me indigna de la crítica es el exitismo. El esfuerzo que uno hace, habilita la chance de alcanzar un resultado pero no lo garantiza. Mi satisfacción pasa por la calidad del intento, no por el resultado”, dijo la lanzadora más importante de nuestro país. Es que Dahlgren ya se siente ganadora de antemano. “Que el lanzamiento de martillo sea más conocido en mi país por mi carrera, me da más orgullo que cualquier medalla individual”, concluyó.