Lejos del ruido de la ciudad, Mauricio Héctor Pineda habló muy distendidamente con La Central Deportiva, programa que se emite por Cadena 3 Santa Fe (101.7). Sin pelos en la lengua, el ex lateral de Boca y la selección nacional se animó a tocar todos los temas.
De entrada, pidió aclarar su errático paso por Colón de Santa Fe, donde permaneció seis meses pero sin jugar un solo minuto, una situación que terminaría marcando su retiro de las canchas.
“Fueron meses muy duros. ¡Lo que me insultaron! La gente no sabía la realidad y nunca tuve tiempo de aclararlo”, dijo el futbolista nacido en Buenos Aires. “Yo estaba en Lanús, en plena recuperación, porque me había operado del tobillo. Me llama el Coco (Alfio) Basile y me reúno con él. Me dijo que me quería en Colón porque no lo convencía el lateral izquierdo que tenía, que era el colombiano Gerardo Bedoya”.
Según su relato, Pineda le aclaró al entrenador que no estaba en su mejor forma física y que iba a necesitar tiempo para ponerse a punto. “Me respondió que no tenía problemas con eso y fui. Me costó ponerme a punto, pero aparte Bedoya parecía Roberto Carlos. Era un fenómeno, me encantaba”, admitió.
Pero más allá de las malas condiciones físicas en las que arribó al club santafesino, Pineda fue lapidario con Basile dando a entender que no era muy apegado al trabajo. “Me desilusionaron un par de actitudes. No había estado nunca con él, aunque tenía las mejores referencias. Colón tenía un equipazo, pero le faltaba trabajo. Con el Coco se trabajaba raro”, sentenció.
Con 'el Coco' Basile se trabajaba raro
Lo que sí quiso dejar en claro Pineda es que durante ese paso por Santa Fe no cobró un peso. “Colon no me pagó ni el alquiler del departamento en esos meses, ni un pasaje en colectivo y encima tenía que escuchar en la radio que decían que vine a Santa Fe a robar. Ni una carta documento le mandé”.
Tras el infructuoso semestre en el equipo rojinegro, el lateral izquierdo quiso hacer un último intento en Huracán, pero un rápido encontronazo con Antonio Mohamed precipitó el cambio de vida. “Me retiré, me casé y me fui a vivir al campo a Santo Tomé, Corrientes”.
Por supuesto, su gol a Croacia en el Mundial Francia 98 fue parte de la entrevista. “En aquel momento lo viví más fríamente, como algo normal. Hoy se lo muestro con orgullo a mi hijo”, confesó el autor del único tanto que tuvo ese partido. “Teníamos un equipazo, casi todos eran figuras en sus clubes. Fue una lástima no haber llegado más lejos”.
Consultado sobre si Marcelo Gallardo ya pintaba en ese momento para ser director técnico en un futuro, Pineda respondió que el Muñeco “era inteligente y tenía mucha personalidad, pero si me preguntabas quién del plantel iba a ser DT, sin dudas te diría que el Cholo (Diego) Simeone. En las concentraciones miraba hasta Fénix-Midland”.
Al hablar de la selección Argentina, también quedó en claro su admiración por Lionel Messi. “¿Cómo pueden decir que no siente la camiseta como (Diego) Maradona? Juega 80 partidos al año, vive concentrado, no ve nunca a la familia de Rosario, pierde la final del Mundial y en vez de irse de vacaciones, juega dos Copas América”, afirmó.
Además, expresó su indignación porque la Pulga siempre paga los platos rotos por el resto. “Si fuera compañero de Leo, me arrodillo en el vestuario y le pido disculpas”. Eso sí, aclaró que a Messi no le pegan ni el 10% de lo que le pegaban a Diego. “Hoy Maradona haría expulsar a 4 o 5 rivales por partido”.
Si fuera compañero de Messi, me arrodillo en el vestuario y le pido disculpas
Pineda también criticó los laterales que acompañaron al 10 en la albiceleste, porque no son del mismo estilo con el que está acostumbrado a jugar en el Barcelona. “(Pablo) Zabaleta es un chico extraordinario, pero no era el 4 que necesitaba Messi en la selección. Necesitaba a alguien como Jordi Alba o Dani Alves, que pase al ataque mil veces, que arrastre una marca y genere espacios. Marcos Rojo tampoco lo hace”.
Por último, el ex futbolista también se refirió al serio inconveniente que sufrió en Italia, luego de ser sentenciado a un año de prisión por tener un pasaporte trucho. La investigación, que incluyó a otros jugadores, se inició cuando con el Udinese fueron a jugar a Polonia por la Copa UEFA.
“Ahí salta que unos compañeros brasileños tenían pasaportes adulterados”, relató. Pineda admitió que le pareció raro que su pasaporte haya salido en sólo dos meses, pero expresó que en el club le habían dicho que “habían tocado un par de contactos”.
Finalmente se supo que habían adulterado el DNI de su padre, por lo que fue condenado. No obstante, aclaró que no fue a prisión y que tampoco pagó la fianza (10 mil euros). “No tengo pensado volver a poner un pie en Italia”, bromeó.
Entrevista de La Central Deportiva
