Para un infectólogo, "no se cumplen protocolos en el fútbol"

El brote de contagios en el plantel de River luego de su viaje a Colombia y la decisión de la AFA para que se realice el Superclásico a pesar de varios contactos estrechos, dejó en evidencia la irracionalidad del negocio en un contexto de alerta sanitaria. 

"Si uno prioriza el espectáculo y jugar a cualquier costo, me parece que el camino es equivocado y muy peligroso", afirmó Hojman. 

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El médico infectólogo (MP: 82.889) explicó que lo sucedido con el plantel de River demuestra que "los protocolos no se cumplen correctamente" y hay "otros intereses por arriba".

Cuando hablábamos en la previa al partido que había muchos contagiados dentro del plantel y los que habían dado el test negativo iban a jugar, eso hace que uno piense que no están bien claras las cuestiones de aislamiento y los diagnósticos

En ese sentido, remarcó que es necesario ver cómo, dónde y cuándo se testean a los jugadores de fútbol, porque existen posibilidades de que ocurran falsos negativos con los test de antígenos.

"Estamos escuchando todas las semanas casos de planteles de Primera y el Ascenso. Para mí claramente el fútbol no es una actividad esencial, es un espectáculo, un entretenimiento que genera mucho dinero", sumó.

De esta manera opinó que "habría que priorizar las actividades esenciales" y el resto postergarlas "un poco" o controlarlas más.

Estamos en una situación del país muy compleja, me parece que es el momento de actuar porque el riesgo de que esto se dispare más es muy latente

A su vez, dejó en claro que "no es correcto" que el fútbol utilice una definición de contacto estrecho diferente al del resto de las actividades. "Cuando uno es contacto estrecho debe aislarse 10 días", agregó.

"A mí me encanta el fútbol, pero nadie puede decir que si un jugador hace un gol y los otros 10 compañeros se le tiran para festejar, el riesgo es nulo. El virus se contagia en cualquier situación, no porque sea fútbol el virus se va a dar cuenta y esto va a cambiar", señaló.

Además, puntualizó que dentro de la cancha la mayoría de los jugadores gritan y estos se convierten en "super transmisores". De esta manera, "las posibilidades de contagio" son mayores.

"Es una locura que, en una pandemia mundial, un equipo que no tenga jugadores tenga que jugar igual. En este contexto debería ser considerada esta situación", concluyó.

Entrevista de Miguel Clariá.