El peligro de prohibir algo porque no nos gusta verlo

Fernando Genesir

Desde hoy y hasta el 17 de julio se implementará una cuarentena casi total en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA), con salidas únicamente para cubrir necesidades básicas.

Estarán habilitados para trabajar solo los rubros esenciales que figuraban en el primer DNU de marzo. Es, en definitiva, una virtual "fase 1" de casi tres semanas, otra vez con la consigna de "quedarse en casa".

"No saben cuánto valoro la libertad. Pero para ser libres hay que vivir. Cuidemos la vida, esto es lo que debemos hacer ahora", dijo el Presidente el viernes.

En la ciudad de Buenos Aires seguirán vigentes las salidas recreativas con niños durante el fin de semana.

Pero queda suspendida la actividad deportiva, con lo cual Rodríguez Larreta finalmente cedió a ese pedido para dar una señal clara a la población y reforzar el aislamiento.

La sorpresa vino de la mano del ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, que salió a admitir que la prohibición de los runners fue por una cuestión de imagen.

El ministro reveló que la marcha atrás con la posibilidad de hacer actividad física al aire libre en parques y plazas porteñas "es más una gestualidad que la razón técnica del contagio".

Dijo que "por supuesto que el riesgo es bajo en los runners. Pero después de eso, también tenía una gestualidad". Y agregó: "Nosotros obviamente tenemos muchas precauciones en lo gestual".

Luego, Ginés lo comparó con el regreso de la actividad deportiva: "También el entrenamiento del fútbol es posible en los jugadores de élite. Pero el efecto gestual sobre los que quieren jugar al fútbol o los que quieren correr que están en otras jurisdicciones, sobre todo en el conurbano, no es bueno ver una vida de ese tipo. Lo dijimos de esa manera, creemos que el efecto gestualidad es más que la razón técnica del contagio".

Después de muchas pavadas que se dijeron la actividad física al aire libre, el ministro de Salud de la Nación admitió abiertamente sus razones.

Voy a repetir lo que dijo porque yo no podía creer lo que escuchaba. Dijo "el riesgo es muy bajo, lo que pasa es que no es bueno ver una vida de este tipo". 

Lo escuchaba y no daba crédito, pero él seguía: "es que ponemos mucha atención en lo gestual", decía.

Me sigue impactando que diga que "no es bueno ver una vida de este tipo".

Con ese argumento, el ministro debería pedirle a los canales de Buenos Aires que suspendan la televisación de los partidos de fútbol europeo para que los porteños no vean esa tentadora actividad.

Yo entiendo y comparto la importancia de la cuarentena como única herramienta para prevenir el contagio. Ahora ya no para preparar el sistema de salud sino para bajar la curva de los contagios y evitar más muertes.

Y celebro la responsabilidad individual y colectiva, por ejemplo en Córdoba nos ha permitido ir avanzando de fase y flexibilizar actividades, como correr al aire libre.

Pero no entiendo cuando no hay razones técnicas para prohibir.

Como dijo un profesor de derecho de la UBA, no es que sea una decisión inconstitucional: es una decisión brutalmente inconstitucional prohibir algo porque "no nos gusta verlo".

Una nueva muestra de lo que pasa cuando no hay un acuerdo democrático y no se respeta el derecho ni cuentan las demás razones: desde las de salud mental a las de libertades personalísimas.

Por las dudas aclaro: no vivo en Buenos Aires y no necesito hacer actividad física en los parques porteños.