La vida, tras estar en la boca de una ballena
14/02/2025 | 10:18Redacción Cadena 3

Vuelvo con esto que es uno de los videos más virales del momento, que ha dado la vuelta al mundo. Vos entrás al diario que entres, al portal que entres. No sé, elegí en España, El País, Cadena Ser, La Vanguardia, y está el video. Entrás a Telemundo, en Estados Unidos. Donde entras está el video viral de este hombre que iba navegando en kayak por el Estrecho de Magallanes, en Chile. Y estuvo algunos segundos en la boca de una ballena.
Una ballena que se estaba alimentando por la zona. Y de repente, entre comillas, la ballena se lo traga. Y a los pocos segundos lo expulsa sano y salvo. Dicen que fueron menos de 10 segundos. Yo no quiero estar, ni uno, adentro de la boca de una ballena. Parece de película, pero no. Pasó.
El protagonista de la noticia está dando la vuelta al mundo. Se llama Andrés Simancas. Es venezolano, tiene 23 años. Y, repito, iba en kayak por esa zona del Estrecho de Magallanes cuando el animal lo engulló para expulsarlo segundos después. Sentí como si estuviera dentro de un remolino. Hablo con Clarín y con otros medios. A ver algo de lo que decía. Y cuando estábamos llegando ya al final de ese tramo, sentí un golpe que levantó la proa del bote. Pensé que había sido una ola, pero era demasiado fuerte como para ser una ola. Y cuando volteo, siento que algo como azul oscuro, blanco, me roza la cara. Y que se aproxima desde la derecha y como desde arriba, o desde la izquierda también. Como que me abrazaba completamente.
Y cuando me hundo y siento ya todo oscuro, pensé que me había comido y que ya no tenía nada que hacer. Hasta que empiezo a sentir que me echa hacia arriba el chaleco salvavidas. Esto fue como dos segundos hasta que salí del agua. En total habrán sido como tres segundos sumergidos en los que no sabía qué estaba pasando. Y de hecho después tampoco entendía muy bien. Yo veía cosas que se movían en el agua. Y le decía a mi papá que tuviera cuidado porque entre él y yo había algo raro en el agua. Como que pensé que quizás, si es que era solamente una ballena, porque si hubiese sido una orca ya me hubiese comido. Pero una ballena podría empezar a saltar, a querer jugar. Y eso nos hubiese terminado de hundir a los dos.
Bueno, ahí está Andrés. Después sigue el relato. Acá nuestro querido compañero y operador Pacho dice, si te lo cuentan no lo crees. Es que ese es el punto. Justo estaba el padre y el padre estaba filmándolo en el momento en que la ballena se lo lastra, se lo come. No termina de comerse, no llegó a la panza de la ballena. Lo engulla, lo mete en la boca. Pero si no hubiera estado el padre filmando, eso es lo que dice Pacho. Después el tipo sale. Che, me comí una ballena y nadie le creería.
Es un fenómeno de estos tiempos, que haya alguien con una cámara en el medio del océano. Y encima le pregunta el periodista de Clarín, ¿cómo mantuviste la calma? Claro, él dice, habíamos hecho prácticas de situaciones de rescate, pero esta experiencia fue mucho más allá. Yo creo que me hubiese muerto de un infarto. Sí, sí, el susto. Aunque sean menos de 10 segundos. Pero probablemente, como él dice, Turco, probablemente él tampoco entendió muy bien qué pasó hasta que se lo contó a quien estaba afuera. Sí, claro, porque desaparece repentinamente, lo deja a su padre en shock ante la impactante escena, y después rápidamente vuelve a la superficie.
Veanlo, lo olvidó, porque es imperdible, de esta ballena que durante menos de 10 segundos se lo tragó. Estuvo sumergido a poco más de 6 metros. Y se puede ver en el registro fílmico cómo el movimiento de la ballena genera grandes ventanales de agua.
Según la página de la National Geographic, la garganta de estas ballenas es demasiado estrecha como para que puedan traerse un ser humano. Pero no es raro que al abrir su enorme boca para alimentarse de peces u otros organismos marinos, una persona pueda ser arrastrada accidentalmente.
Lo último, y cierro con esto. Claro, hay muchos que están recordando lo de Jonás en la Biblia, que estuvo 3 días en el vientre de la ballena, y Jonás oró, decidió arrepentirse, seguir a Dios. Bueno, yo me quedo con lo que dijo Adrián en el final de la nota, que este episodio, primero, es una vuelta a la vida, claramente, y segundo, que este episodio vivido representa ahora una invitación para replantearse muchas cosas. Nosotros mismos, sin ser tragados, ni estar algunos segundos en la boca de una ballena, me parece que de vez en cuando deberíamos replantearnos algunas cosas. Por ejemplo, como Adrián, que dice que ahora se va a replantear, ¿cuáles son las cosas por las que vale la pena salir de la boca de la ballena? Y él dice, salir de una zona de confort.