La pandemia y la cuarentena funcionan como una gran lupa que nos permite ver de cerca todo lo que ya se sabía pero que algunos están descubriendo ahora.
Esa lupa nos permite ver de cerca a presidentes desequilibrados como Trump o Bolsonaro.
Nos permite ver de cerca las desigualdades ya existentes en Argentina, con muchísimos compatriotas a los que el Gobierno les recomienda higiene y distancia, cuando hace años que viven hacinados y sin agua.
Nos permite ver de cerca el manejo del poder por parte de los gobernantes de turno que aprovechan la pandemia y la cuarentena para justificar superpoderes o para ajustar jubilaciones.
Y este fin de semana me llamaron la atención algunas definiciones que están unidas por un común denominador: cosas que ya se sabían pero sobre las que ahora tenemos una mirada más atenta o más cercana.
Empiezo por el informe que ayer publicó La Voz con la firma de Héctor Brondo, Natalia Lazzarini y Laura González, según el cual el 80% de los médicos cordobeses tienen varios empleos.
Esto ocurre cuando un agente desarrolla más de una actividad profesional a la vez o el mismo trabajo en lugares distintos.
El pluriempleo de los médicos no es algo nuevo pero la pandemia dejó expuesta esta modalidad laboral.
Además, la pandemia le dio visibilidad a los bajos salarios que tiene el personal del área salud: el sueldo promedio es de 54.000 pesos.
El argumento de que históricamente fueron salarios bajos, no justifica que se mantengan así.
De nuevo, la pandemia nos permite ver a los "queridos cordobeses" que el personal de salud gana menos que los empleados judiciales, menos que los trabajadores de Epec, menos que los del Banco de Córdoba y, por supuesto, menos que los empleados municipales.
El personal de la salud también gana menos que los empleados de la Legislatura y de la Policía Fiscal, menos que el personal de los cuerpos artísticos y menos que los músicos.
Como vengo diciendo, nada nuevo bajo el sol, pero sí más iluminado.
No fue el único tema que me llamó la atención.
Este fin de semana, la protesta contra el racismo se volvió global, con concentraciones multitudinarias en Londres, Madrid, París, Berlín, Bruselas o Roma.
Miles de personas se sumaron al movimiento contra la discriminación y el abuso, a partir del asesinato de George Floyd a manos de la Policía.
George Floyd visibiliza lo que significa ser negro hoy en Estados Unidos.
George Floyd se había contagiado de coronavirus, lo habían despedido del trabajo como consecuencia de la pandemia y murió bajo la rodilla de un policía blanco.
Como cuenta Amanda Mars en El País, "medio siglo después del ocaso de las leyes de segregación, más de 150 años después de la abolición de la esclavitud, y logradas cosas tan simbólicas como la de un presidente afroamericano, blancos y negros no viven la misma vida y, en muchos casos, en sentido literal, no habitan el mismo trozo de tierra".
"Los primeros siguen ganando más dinero que los segundos, gozan de mejor salud y tienen muchas menos probabilidades de acabar sus días en el suelo retenidos por cuatro agentes de policía, durante ocho minutos y 46 segundos mientras claman en público: “No puedo respirar”.
George Floyd es "la manifestación extrema de un sesgo racista que sobrevive en el consciente e inconsciente de Estados Unidos".
Las últimas dos noticias visibilizadas este fin de semana, por las dudas nadie se haya dado cuenta hasta ahora.
Una es la del experimentado astronauta norteamericano llamado Mike Massimino, que estuvo tres veces en el espacio y completó dos caminatas espaciales por un total de más de 14 horas. Desde ese lugar del universo, tuvo muchas oportunidades de ver la Tierra a la distancia en toda su redondez.
Es decir, pudo confirmar que el planeta es verdaderamente redondo y no plano, como lo cree todavía, aún transcurrido un quinto del siglo XXI, una parte de la sociedad, englobados en el término "terraplanistas".
Este fin de semana, Massimino dijo que los terraplanistas "deberían volver a la primaria y llamar a sus maestros para preguntarles qué pasó, porque deben haberse perdido algo".
Y cierro con Sergio Berni, que este fin de semana aseguró que "en nuestro espacio político, la única que conduce es Cristina Kirchner".
Es decir, fue como un mensaje para los terraplanistas que creen que el que manda es Alberto Fernández.
Amplío un poco lo que dijo el ministro de Seguridad bonaerense: "En nuestro espacio político, quien conduce es Cristina Fernández, y cuando ella dice vamos para allá, a nadie se le ocurriría decir vamos para el otro lado. Porque así es la conducción en un espacio político".
"¿Es Cristina Kirchner la que conduce el espacio político?", se le repreguntó.
"En nuestro espacio político, el Frente para la Victoria, la única que conduce es ella".
La lupa permite ver todo con más precisión, salvo que no se quiera ver.
