A 100 años del primer gol olímpico

Jorge Parodi

Ocurrió en Buenos Aires, en la tarde soleada del 2 de octubre de 1924. Pasaron 100 años desde que un gol inédito e impensado se convirtió en una historia para contar, en una auténtica leyenda. Sucedió en el estadio de Sportivo Barracas ante una multitud, casi 40.000 personas, según los diarios de la época.

Jugaban Argentina y Uruguay, flamante campeón olímpico en París 1924, tras vencer a Suiza en la final. En ese momento, el fútbol no era profesional en nuestro país; tampoco existían los mundiales. Por eso, ser campeón olímpico era sinónimo de consagrarse como la mejor selección del mundo. Era el partido de revancha del que se disputó unos días antes en Uruguay, que terminó en un empate 1 a 1. A los pocos minutos de iniciado el encuentro, debió suspenderse por invasión de campo del público y algunos incidentes. Fue así que, por exigencia de la dirigencia uruguaya, se colocó un alambrado perimetral alrededor del campo de juego para que no fuera invadido por el público. Una vez cumplida la condición solicitada, el partido se disputó algunos días después. Así nació el alambrado, luego denominado "Olímpico".

Previo al partido, los jugadores uruguayos dieron una vuelta alrededor del campo, como celebración de su reciente medalla de oro en París, y recibieron el aplauso del público, en una ceremonia que luego fue llamada "Vuelta olímpica".

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A los 10 minutos de la primera etapa, el arquero charrúa Andrés Mazali tiró la pelota al córner. Desde el sector izquierdo, el ejecutante sería un futbolista que luego pasaría a la historia. El wing de Huracán, al que hoy llamaríamos extremo, Cesáreo Onzari, fue el encargado de ejecutar el tiro de esquina, que sorprendió a todos. Onzari, un delantero rápido y desequilibrante, era el ídolo de la hinchada del "Globito" e integrante clave de un equipo inolvidable de Huracán: el Ballet Blanco, campeón del torneo de 1928.

Desde la izquierda y con la pierna derecha (lo que ahora algunos llaman con pierna cambiada), todos esperaban un posible centro al corazón del área, pero la pelota en el aire tomó un efecto particular y comenzó a cerrarse, sin que nadie pudiera tocarla, superó al arquero y se metió en la red. Hacía un par de semanas, la International Board había determinado que los tiros que ingresaran al arco directamente desde el córner debían convalidarse como goles. El árbitro uruguayo Ricardo Vallarino estaba al tanto de la nueva reglamentación y otorgó el gol ante la incredulidad de los espectadores que desconocían la nueva normativa vigente. Finalmente, Argentina ganó 2 a 1, y el gol de Cesáreo Onzari quedó inmortalizado como el gol "A LOS OLÍMPICOS", por haberlo convertido al campeón y medalla dorada de los Juegos de París 1924. Con el tiempo y por el uso, se simplificó su denominación y un gol de estas características pasó a ser llamado "GOL OLÍMPICO".

En ese partido histórico, también se produjo la primera transmisión radial de un encuentro de fútbol. Un radioaficionado, Horacio Martínez Seeber, relató el partido a través de LOR Radio Argentina, desde el techo del vestuario visitante.

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Paradójicamente, Lionel Messi nunca pudo convertir un gol olímpico y Diego Maradona sólo una vez, cuando jugaba en Napoli en una goleada por 4 a 0 a la Lazio. Hoy, en el marco de un gran festival para los vecinos de Capital Federal, en la Avenida Iriarte y Río Limay, donde se encontraba la vieja cancha del Sportivo Barracas, en la que se concretó el famoso primer gol olímpico, se realizará una novedosa acción arqueológica, por la cual los asistentes podrán ingresar por un ingenioso túnel del tiempo, hasta el patio de la vecina Guadalupe Vázquez, donde será desenterrado uno de los puntos del córner del antiguo estadio.

Ocurrió en Buenos Aires, hace exactamente 100 años, en una tarde soleada, en un viejo estadio que ya no existe. Como en un múltiple alumbramiento, nacieron las transmisiones de fútbol por radio, el alambrado olímpico, la vuelta olímpica y el famoso gol de córner directo del legendario Cesáreo Onzari, el gol a los olímpicos, que terminó llamándose "GOL OLÍMPICO".

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