¡Bienvenido 2022! Hoy 1 de enero faltan 324 días para el inicio de la cita ecuménica más importante a nivel futbolístico: el Mundial de Qatar, y con la tranquilidad de que nuestra Selección ya consiguió el boleto cuatro fechas antes del final de las eliminatorias, luego de aquel 0 a 0 ante Brasil en Santiago del Estero.
De esa manera, Lionel Scaloni superó aquella marca de Marcelo Bielsa, quien en 2001 alcanzó el pase a Corea – Japón 2002 en la misma fecha que Scaloni, la 14°, pero el actual entrenador lo supera porque Argentina tiene un partido pendiente de resolver ante Brasil.
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De Scaloni se dijo todo o casi todo. Porque está claro que lo que le pasa a la Selección en este período no fue a través de un proyecto inspirador desde cero, pues de hecho hasta la Copa América siempre dejó dudas… y durante la misma también en base a que se le dio nada menos que el equipo representativo de un país a un técnico inexperto, adjetivo acertado si se entiende el término: Scaloni no tenía experiencia. Es función nuestra no opinar con el gorro, la bandera o la vincha, sino tener espíritu crítico aunque a muchos les disguste.
Y se instalan varias preguntas pensando en lo que viene. ¿Qué lección nos dejó lo sucedido con el equipo de Bielsa en 2002? Que consiguió la mejor versión del equipo, en el momento menos adecuado, en plena disputa de la eliminatoria. ¿Hay diferencias con el ahora? Sí, porque el equipo sin estar en su mejor versión, consiguió cuatro puntos de seis posibles en la última ventana del año pasado y sacó pasaje.
Garra y corazón. El "Cuti" Romero fue uno de los aciertos de Lionel Scaloni.
El error a veces es porque se consigue el equipo y después se lo mantiene con jugadores que no están en su máximo nivel y eso es lo que puede suceder. A ver, a menos que haya una caída abrupta en el rendimiento Dibu Martínez, Molina, Romero, Otamendi, Acuña, De Paul, Paredes, Lo Celso, Messi, Lautaro y Di María van a jugar siempre. Después se podrá modificar algo menor pero la base es ésa. Y Di María cambió los planes del técnico porque su titular era Nicolás González.
No existen dudas en puestos clave porque la Copa América consolidó un once titular. La tarea de Scaloni es conformar la lista definitiva. En el arco, quien pareciera jugarse un puesto es Marchesín ya que Andrada se fue a México y perdió su silla. En defensa, las dudas son con Martínez Quarta quien cedió terreno hasta del banco de suplentes; Juan Foyth, afuera de la Copa en Brasil pero llamado después; Facundo Medina, con un puñado de minutos y Tagliafico, suplente cómodo en el Ajax. Ese es el tema, si Tagliafico no consigue jugar es probable que no vaya al mundial porque como a Scaloni le gustan los jugadores versátiles, allí encajan perfectamente Lisandro Martínez que puede jugar de central, de stopper y hasta de volante central, y Nico González, quien además de ser extremo zurdo también se acopla como lateral.
El "Dibu" Martínez fue elegido el mejor arquero de la Copa América 2021.
En el mediocampo, Nicolás Domínguez juega poco y nada en el Bologna; y arriba con el retiro del Kun Agüero podría entrar a tallar Lucas Alario, pero le sucede lo mismo que a Tagliafico: para armar una lista mundialista, te saca de la misma no jugar en tu club. ¿Entrará en consideración Lucas Ocampos? ¿Y Mauro Icardi? La salida de Agüero, lógicamente posiciona a Joaquín Correa y a Julián Alvarez, siendo el del Inter el reemplazo natural de Lautaro.
¿Y Dybala? Convive con lesiones recurrentes por eso serán importantes los partidos que se le vienen puesto que aún no es una fija y es por condiciones el sustituto de Messi.
El cordobés tendrá algunos partidos para asegurarse un lugar en Qatar 2022. Foto: EFE.
No está de más preguntarse: ¿Qué hay que tener en cuenta ahora, jugar con los mismos, probar a otros? Porque habrá cuatro partidos hasta marzo para terminar la eliminatoria: a fines de este mes ante Chile, en febrero contra Colombia y en marzo frente a Venezuela y Ecuador. Y recién en junio el rival será Italia en el primer choque entre los campeones de la Copa América y de la Eurocopa. O sea, cinco partidos en diez meses. Poco.
Eso quiere decir que Argentina llegará con poco roce con selecciones del primer orden, ya que en Sudamérica sólo Brasil y por momentos Uruguay podrían considerarse de elite. Y ahí está la ventaja europea para los del Viejo Continente, cuyos candidatos caen como las hojas: Inglaterra, clasificada invicta y la más goleadora además de subcampeona de la Eurocopa; Alemania, histórica potencia; Francia, defensora del título; Bélgica que normalmente se queda en veremos; España a la que le costó el grupo; un firme Países Bajos que tiene la marca de los subcampeonatos de Holanda; e Italia, campeón de la Eurocopa pero que deberá reafirmar su lugar mundialista con Portugal.
Francia, último campeón del mundo, llega como uno de los favoritos a Qatar 2022.
¿En qué radica la ventaja? En la competencia entre ellos mismos ya que tendrán seis jornadas de Liga de Naciones, cuatro en junio y dos en setiembre.
Al jugarse el mundial en noviembre, hay una situación inédita. La temporada 2021/22 en las grandes ligas de Europa terminarán a mediados de año, con los futbolistas de licencia casi seis meses antes. ¿Entonces cómo los juntás para llegar con más rodaje? Pero hay más: Alemania, Francia e Inglaterra informaron que cortarán sus certámenes de la temporada 2022/23 el domingo 13 de noviembre, a sólo ocho días del mundial. Claro, la ventaja es que los jugadores llegarán seguramente en su cénit físico de la temporada y no a medio gas como ocurre habitualmente.
El desliz de los entrenadores es cuando empiezan a perder el puesto ciertos futbolistas durante un mundial y en ciertas posiciones que no están en su esplendor. Entonces los terminan cambiando y es un riesgo. Pongamos un ejemplo: si Lisandro Martínez está mucho mejor en el Ajax que Otamendi en el Benfica… ¿va a jugar Martínez el mundial? Y… No. Debería hacerlo Otamendi. Y eso pasó con Bielsa al poner jugadores que no debía y que no estaban en su mejor versión. No el equipo, sus jugadores.
Marcelo Bielsa durante el mundial de Corea-Japón en 2002.
Hace un tiempo que en la Selección y después de la criminal patada del venezolano Martínez, que se nota a un Messi como faltándole una marcha. Así y todo en torno a él, Argentina ha mantenido un rendimiento promedio que le permitió jugar contra una gran potencia como Brasil y hacerlo mano a mano. Lo que debería preocupar en el futbolista que en 2021 ganó su séptimo Balón de Oro, fue octava vez Pichichi en España, se convirtió en el máximo goleador en un solo club, de la Liga española, de la selecciones sudamericanas y de la historia de las eliminatorias Conmebol, es la relación que va a tener con Paris Saint Germain. El temor a que lo “exploten” futbolísticamente a los 34 años porque jugó poco, los jeques hicieron un gran esfuerzo económico y en algún punto lo van a exigir, teniendo ya él una relación tirante con Leonardo, manager del club francés. Es que PSG aún no vio al “10” del Barcelona y ahí el propio Messi debería negociar algunos partidos.
Con 27 cotejos invicto y la chance de igualar o superar para marzo el récord de 31 partidos del equipo de Coco Basile, nuestro seleccionado sea como fuere, parece estar en el punto de cocción justo. ¡Bienvenido 2022! ¡Hola Qatar!
