No pasó ni un mes de la final ante Banfield que consagró a Boca como el campeón de la Copa Maradona, y la Liga Profesional volvió a poner motores en marcha. Luego de siete meses de parate por la pandemia en el 2020, los hinchas no tuvieron que esperar ni treinta días para el arranque del nuevo campeonato. Con ilusiones renovadas y nuevos desafíos en el horizonte, los 26 equipos de Primera División iniciaron este fin de semana su lucha por alcanzar la cima del querido (y caótico) fútbol argentino.
Entre protocolos y tribunas vacías por la pandemia, los integrantes de la máxima categoría dan comienzo a una temporada con objetivos muy distintos para cada uno. Están los que piensan en engrosar el promedio, los que apuntan a clasificar a una copa internacional, los que se animan a soñar con el campeonato, y por encima de ellos, casi en una liga aparte, aparecen Boca y River. Por historia, actualidad y presupuesto, los dos gigantes del país saben que están obligados a dar la vuelta, aunque el camino a la gloria no será para nada fácil.
El mundo Boca podría haber utilizado el receso para dedicarse a celebrar el bicampeonato, pero en lugar de ello, sus protagonistas se la pasaron de polémica en polémica. Incluso antes de la final, la meritoria consagración en Copa Maradona se había devaluado en la consideración de los hinchas, molestos por una nueva frustración en la Libertadores. El fútbol de Cardona, la solidez de Izquierdoz y los goles de “Wanchope” quedaron en un segundo plano luego de la eliminación copera ante Santos de Brasil.
La victoria por penales ante Banfield en la definición del campeonato sirvió para llevar un poco de calma al club de La Ribera, pero esta duró poco y nada. Con declaraciones desafortunadas, fueron los propios jugadores de Boca los que caldearon el ánimo de los “xeneizes”. “Toto” Salvio fue el que rompió el clima de festejos, admitiendo que su salida era una posibilidad y que su objetivo era irse del país. Mauro Zárate fue aún más lejos y aseguró que, si no conseguía ganarse la titularidad, “no le servía” quedarse en el club. Franco Soldano, finalmente, se ganó nuevas críticas por decir que, aunque juega de 9, su trabajo no es hacer goles. Como era de esperarse, ninguna de estas frases cayó bien entre los hinchas.
Lejos de ponerle paños fríos a la situación, cada intervención del Consejo de Fútbol empeoró el clima dentro del vestuario. El triunvirato de Cascini, Bermúdez y Delgado inició su relación con el plantel con el pie izquierdo por sus críticas contra Carlos Tévez allá por el 2019, pero la discusión quedó en segundo plano con la obtención de la Superliga. Esta vez fue el “Apache” quien los criticó por sus acciones, particularmente por el manejo de la salida de Pol Fernández. ¿La respuesta? Un audio del “Patrón” Bermúdez acusando a Tévez de ser un aliado de Angelici. Y como frutilla del postre, el silencio de Juan Román Riquelme.
Vale aclarar que, a pesar de las internas que salieron a la luz en los últimos días, no todas son malas para el “xeneize”. Logró retener a las piezas importantes del equipo y sumó al experimentado Marcos Rojo para reforzar a una de las mejores defensas del torneo. Mientras Miguel Ángel Russo espera por la llegada de uno o dos jugadores más, sabe que cuenta con el liderazgo de Carlos Tévez en un plantel que, al menos en el torneo local, siempre es candidato. Y aunque futbolistas y dirigentes no convivan en una perfecta armonía, Boca tiene jerarquía de sobra para defender el título de campeón.
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Los hinchas de River inician el 2021 con una abstinencia de festejos inusual en el ciclo Gallardo. Desde que el “Muñeco” tomó las riendas del equipo en junio del 2014, el “Millonario” había dado, como mínimo, una vuelta olímpica por año. La gente se había acostumbrado a vivir de celebración en celebración y sentía que la racha iba a ser eterna, pero el 2020 rompió el hechizo. Los de Núñez completaron su primera temporada sin títulos bajo la conducción de Gallardo, y la dura eliminación por Libertadores ante Palmeiras marcó el punto final de la ilusión.
Durante la campaña, “el Millo” pagó muy caros los errores en la defensa, su punto débil. Javier Pinola, Robert Rojas y Paulo Díaz, juntos o por separado, rindieron por debajo de sus capacidades en más de una oportunidad, regalando puntos valiosos a lo largo del camino. Como si eso no fuera suficiente, Franco Armani también tuvo un bajón en su nivel sobre el final de la temporada, aunque el técnico no tardó en respaldarlo. Los números hablan por sí solos: entre Copa Maradona y Libertadores, a River le hicieron 24 goles en 23 partidos; Boca, en cambio, sufrió 7 goles menos habiendo jugado un encuentro más.
En cuanto al mercado de pases de “la Banda”, hubo más movimientos que de costumbre. Llegaron Agustín Palavecino, volante ofensivo de 24 años proveniente de Deportivo Cali; David Martínez, zaguero de 23 años que llega de Defensa y Justicia y se destaca el retorno de Jonatan Maidana, un símbolo de los últimos tiempos que vuelve al club sobre el final de su carrera. Sin embargo, la noticia más fuerte llega por la puerta de salida: “Nacho” Fernández tendría todo acordado con Atlético Mineiro y su venta a Brasil es casi un hecho. Una baja sensible para “el Muñeco”, que tendrá que volver a reinventarse, esta vez, sin uno de sus baluartes.
Más allá de la danza de nombres habitual, el más importante para los hinchas, sin discusión, es el de Marcelo Gallardo. Esta semana, el técnico más ganador de la historia del club dio una conferencia de prensa tras pasar un mes alejado de los micrófonos, pero no fue contundente con respecto a su continuidad. Aunque sus declaraciones sobre el futuro inmediato hacen suponer que seguirá al mando del plantel, su postura le recordó a los “Millonarios” que nada es para siempre, y que el fin de ciclo puede estar a la vuelta de la esquina. La pregunta, entonces, se hace ineludible: ¿será esta la última temporada de Gallardo en River?
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Rueda la pelota y es la hora de la verdad. “El Xeneize” quiere dejar de lado las discusiones entre Tévez, Riquelme y el Consejo para lograr el tricampeonato a nivel local. “El Millonario”, por su parte, sueña con volver al camino de éxitos que recorrió en las últimas temporadas. Los separan del festejo otros 24 clubes con hambre de gloria, que harán lo imposible por derribarlos. ¿Qué equipo puede darles pelea? ¿Cuál de los dos llega mejor? ¿Boca o River? ¿River o Boca? Entre polémicas, rumores, los que se van y los que llegaron, los dos clubes más grandes del país inician el 2021 con un solo objetivo, el mismo de siempre: terminar el año al grito de “dale campeón”.
