Boca y Tigre. Tigre y Boca. El escenario, Córdoba. El estadio, el Kempes. La estación, otoño. La instancia, una final. Podría ser una crónica de la antesala del duelo decisivo de 2019, por la Copa de la Superliga, pero el deja vú es de casi tres años después.
La final de la Copa de la Liga Profesional no será protagonizada por los que eran, a priori, los máximos candidatos a disputarla, pero tendrá frente a frente a dos grandes equipos que van por la gloria.
Boca es Boca, y siempre está. Pese a convivir durante gran parte del certamen con críticas envolventes hacia su juego y a su entrenador, y con varias cuestiones extrafutbolísticas embarrando el camino, el conjunto de La Ribera está otra vez a las puertas de un título.
Más allá de los vaivenes, “El Xeneize” terminó segundo en la Zona B, con 27 puntos, a uno de Estudiantes, que fue el líder. Los dirigidos por Sebastián Battaglia ganaron en esa primera fase 7 partidos, empataron 6 y perdieron apenas uno, con 19 goles a favor y 11 en contra. En medio de eso, se dieron el gran gusto de quedarse con el clásico ante River, en el Monumental, con gol de Sebastián Villa.
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Ya en cuartos, el rival fue el siempre exigente Defensa y Justicia de Beccacece. “El Halcón” elevó una queja que no llegó a buen puerto para la postergación del encuentro y fue a la Bombonera con poco descanso. Boca se aprovechó de ese clima y mostró un aceitado juego para ganar con claridad por 2-0.
En semis, el turno era con el Racing de Fernando Gago, uno de los últimos símbolos del azul y oro. “La Academia” venía de vapulear a Aldosivi y sin perder ningún partido en todo el campeonato. Tras un intenso duelo, el marcador se congeló sin goles y los penales fueron, una vez más, el aliado boquense para acceder a la final.
Boca llega al partido decisivo con buenas sensaciones tras el empate ante Corinthians por la Libertadores y con la banca de Juan Román Riquelme, su máximo ídolo y hoy dirigente del club, quien cuestionó las recurrentes críticas periodísticas hacia el equipo y apoyó a los suyos.
Su entrenador, el a veces cuestionado pero eficaz Sebastián Battaglia, tiene la chance de sumar otra estrella a su laureado palmarés en el club. Lo intentará de la mano de un plantel jerarquizado, con nombres como Agustín Rossi, Marcos Rojo, Carlos Izquierdoz, Pol Fernández, Óscar Romero, Sebastián Villa y Darío Benedetto.
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Del otro lado, está Tigre, la gran revelación del certamen. El 22 de noviembre del año pasado, hace exactamente seis meses, el equipo de Victoria jugaba otra final, la de la Primera Nacional, ante Barracas Central, y ascendía a la máxima categoría.
Apenas medio año después, está a 90 minutos de una nueva coronación, pero en Primera División, y con la base del equipo que obtuvo ese logro. El entrenador, Diego Martínez, es el mismo de aquel festejo, al igual que sus principales figuras: Gonzalo Marinelli, Víctor Cabrera, Abel Luciatti, Lucas Blondel, Sebastián Prediger, Lucas Menossi, Ijiel Protti y Pablo Magnín, por citar algunos, estuvieron también en el ascenso.
A ellos se les sumó un puñado de buenos refuerzos, que afianzaron la idea del técnico y el buen pie del “Matador”, como el delantero ex Talleres Mateo Retegui; el volante Ezequiel Fernández, juvenil que llegó a préstamo justamente de Boca; el talentoso Alexis Castro y el joven delantero Facundo Colidio, que también hizo inferiores en “El Xeneize”, proveniente del Inter de Milán.
Tigre hizo pie rápidamente en la Copa de la Liga Profesional y terminó tercero, también en la Zona B, con 20 puntos, producto de 5 triunfos, 5 empates y 4 derrotas, con 17 tantos a favor y 12 en contra.
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Los de Diego Martínez sufrieron hasta la última fecha para clasificar. Ese día, perdieron justamente ante Boca, por 2-0 en Victoria, pero se vieron beneficiados por los traspiés de Aldosivi y Huracán y avanzaron a la siguiente fase.
En cuartos, la parada era más que difícil. Enfrente estaba el River de Marcelo Gallardo, quizás el gran candidato al título, y en el Monumental. Contra todos los pronósticos, Retegui madrugó a Armani y llenó de dudas a todo Núñez. Después, Enzo Fernández estampó el empate, pero Colidio volvió a tirar un baldazo de agua helada y causó la gran sorpresa del torneo: dos ex Boca eliminaban a River en su casa para el festejo de todo Tigre.
En semis, “El Matador” se la jugaba contra Argentinos Juniors, otro que dio un golpe fuerte en la mesa al superar a Estudiantes. Tras la igualdad 1-1, desde los 12 pasos los “azules del norte” volvieron a rugir y sellaron un festejado pase para quedar a 90 minutos de la gloria.
Boca y Tigre. Tigre y Boca. Córdoba, el Kempes, otoño y una final. Como un deja vú de ese 9 de junio de 2019, donde un ya descendido “Matador” daba la vuelta olímpica sorprendiendo al “Xeneize” y alzaba la Copa de la Superliga, este domingo la Copa de la Liga Profesional define a su campeón en un duelo que promete ser inolvidable.
Textos: Juan Schulthess / Edición de audio: Érika Andújar / Locución: Raúl Monti
