Claudio Tapia está cerrando el año más importante de su vida como dirigente: la justicia avaló la Asamblea que lo aclamó presidente de la AFA, la selección levantó la Copa América de la mano de Scaloni, su gran acierto, y Barracas Central ascendió a Primera.
¿Qué más podría pedir Chiqui? Lo próximo será el Mundial de Qatar, a fines del 2022, y el mandamás del fútbol argentino llegará firme como nunca había estado en el cargo. Supo hacerse fuerte a partir de la Selección y los resultados lo blindaron.
Aunque a Tapia le queda grande, la comparación con Julio Grondona se impone: en 1986 el caudillo de Sarandí estaba contra las cuerdas, el Gobierno, con Alfonsín al mando, le había pedido que sacara a Bilardo del banco de la Selección, pero lo sostuvo contra viento y marea.
Carlos Bilardo había sido la gran apuesta de Grondona después de no renovarle el contrato a Menotti. El ciclo no arrancaba, las Eliminatorias fueron un calvario y todo el país pedía la cabeza del Narigón.
El tiempo, Maradona y la Copa del Mundo en México le dieron la razón a Bilardo lo que significó, por añadidura, el primer gran triunfo de Julio Grondona como presidente de la AFA, cargo en el que llevaba 7 años.
México 86 fue la piedra basal del imperio de Julio Humberto Grondona, que se eternizó durante 35 años en el sillón de la calle Viamonte hasta que murió en 2014. Después de lo que pasó en el año que se va, ¿Claudio Fabián Tapia habrá tenido su México 86 en el 2021?
En mayo del 2020, Tapia convocó a una Asamblea virtual y anticipada para renovar su cargo. Fue reelecto por aclamación para un segundo mandato hasta 2025, pero Nueva Chicago y San Martín de Tucumán hicieron presentaciones pidiendo la nulidad de la votación.
La Inspección General de Justicia resolvió en octubre pasado sobre la validez de la Asamblea y desestimó los reclamos por presuntas irregularidades. La reelección de Chiqui Tapia se concretó con D’Onofrio, Amor Ameal, Tinelli y Moyano como laderos.
Para cuando la Justicia le dio luz verde, Tapia ya venía embalado: a mitad del 2021 consiguió su inmunidad resultadista cuando la Selección ganó la Copa América en Brasil. El título fue doble para el presidente de la AFA porque llegó de la mano Lionel Scaloni, su gran apuesta.
El Chiqui recién llegado a la cima del fútbol argentino siempre fue visto de reojo por sus pares. Heredó a Bauza y lo echó, después eligió a Sampaoli, influenciado por Angelici, y tras el fracaso de Rusia apostó por Lionel Scaloni, el joven inexperto…
Cortar la sequía de 28 años sin títulos de Argentina significó un pleno para Tapia, que en 2019 se había subido al papelón de la pelea mediática contra la Conmebol, llevándose puesto al mismísimo Messi.
Durante los festejos en el Maracaná, Claudio Tapia se mantuvo en un segundo plano, aunque después no perdió la oportunidad de entregar la Copa en el Monumental rodeado por los jugadores y aprovechando la vuelta de los hinchas a la cancha.
La frutilla del postre para Argentina llegó en San Juan, la tierra del presidente de la AFA. El propio Tapia decidió llevar el partido contra Brasil al estadio sanjuanino, aún con las opiniones del plantel en contra, y le salió redondo porque abrochó el pasaje al Mundial.
Para cerrar un 2021 que ya le había dado más de lo soñado, Claudio Tapia disfrutó, con una impostada cara de póker, el ascenso de Barracas Central a Primera División en la cancha de Racing. Los olfas que nunca faltan le estiraban la mano y Chiqui respondía contenido.
La temporada del ascenso tuvo mil polémicas y al club del presidente de la AFA en el centro de las sospechas. Al margen de los árbitros más chiquistas que el Chiqui, el punto más álgido se produjo en el partido contra Villa Dálmine.
Las imágenes de los goles que se hizo el conjunto de Campana hablan por sí solas. Las dudas quedaron instaladas, las casas de apuestas sacaron el partido por un posible amaño y el club limpió a casi todo el plantel. Los hinchas ardieron denunciando que habían ido para atrás.
Después de recorrer un camino plagado de errores arbitrales en partidos propios y ajenos, Barracas llegó a la final por el primer ascenso contra Tigre y no estuvo a la altura. No mostró en la cancha los puntos que tenía en la tabla.
La segunda chance para el Guapo llegó después de eliminar a Almirante Brown. En el otro rincón estaba Quilmes, que había pasado con polémica su cruce con Ferro. La final en Avellaneda fue de trámite parejo y normal. Ganó Barracas por penales.
Claudio Fabián Tapia termina el 2021 más fuerte que nunca como presidente de la AFA, con mandato confirmado hasta el 2025, con la selección campeona de América y clasificada al Mundial y con Barracas en Primera. Como pasó con Don Julio, ¿habrá Chiqui para rato?
