"Valora lo que tienes, supera lo que duele y lucha por tus sueños". La frase encabeza el perfil de Twitter de Cristian Gabriel Romero, “El Cuti” para el pueblo futbolero. La leyenda define a la perfección al defensor, que tuvo un ascenso meteórico en su carrera después de atravesar momentos duros.
El 2021 arrancó de gran manera para el cordobés: afianzado como titular en un Atalanta protagonista en Italia, le llegó la convocatoria de Lionel Scaloni a la lista de preseleccionados para la Copa América de Argentina y Colombia. Pero para conocer su historia, hay que retroceder algunos años.
“El Cuti” Romero nació el 27 de abril de 1998 en la ciudad de Córdoba. Sus primeros pasos estuvieron acompañados de un evidente talento para patear la pelota. El incipiente amor que demostraba por el fútbol lo llevó a iniciarse en la práctica deportiva en San Lorenzo de barrio Las Flores, uno de los clubes tradicionales de la capital provincial.
Tras marcar diferencias entre los otros niños en los “Turcos” de Córdoba, pasó a las divisiones inferiores de Talleres, donde estuvo dos años. Siendo un preadolescente, jugó en gran nivel la final de la Córdoba Cup frente al clásico rival: Belgrano.
Después de ese partido, “El Pirata” lo puso en el radar. Hincha “celeste”, como toda su familia, logró que su padre le gestionara una prueba en la institución de barrio Alberdi. Y allí comenzó, con 13 años, a vestir la camiseta que más quiere.
Gustavo Spallina, “El Tano”, fue uno de los responsables de su descubrimiento. El ex futbolista de la “B”, amigo del padre del “Cuti”, fue un lazo para su arribo al club. Lo había visto desde chico y su forma de jugar le hizo recordar a Luis Galván, ídolo de Talleres y campeón del mundo en 1978.
Romero, admirador de Gerard Piqué, ya mostraba un estilo similar al del español: salida elegante, cabeza levantada y características de ser un tiempista con un aplomo inusual para su edad.
En Belgrano creció con rapidez y pasó en una ráfaga de la Sexta de AFA a la Reserva, y de ahí a integrar el plantel de la Primera. Bien familiero, siempre volvía a su casa para ver a los suyos, pese a que empezó a vivir solo desde muy joven en un departamento.
El 27 de mayo de 2016, “El Pirata” anunció la firma del primer contrato de Romero. “El Cuti” se presentó como un futbolista al que le gusta jugar, pero que no escatima esfuerzos si hay que meter, y habló de su ilusión: debutar con los colores de sus amores.
El día más esperado llegó pronto: fue un 28 de agosto de ese año, por la primera fecha del campeonato 2016/2017. Era el estreno de “Teté” González al mando de Belgrano y no lo tenía a Cristian Lema por lesión.
Entonces, fue el momento del “Cuti”, que tenía apenas 18 años. El defensor jugó un muy buen partido ante Independiente: cortó, marcó, salió con pelota dominada de su área, metió un caño, fue amonestado y, acalambrado, se fue reemplazado faltando cinco minutos.
“Teté” lo había conocido en las divisiones inferiores, y desde ahí ya le había visto condiciones diferentes al resto, tanto a nivel físico como técnico. Esas características, sumadas a su personalidad, le dieron la confianza al entrenador para tenerlo en consideración pese a ser un juvenil.
Todos auguraban un gran futuro para él en el barco pirata, pero tras su debut solo disputó 16 partidos más en Belgrano en dos años y medio. Poco para tanta expectativa.
Su actuación en Curitiba por la Copa Sudamericana, en donde un exceso de confianza le jugó una mala pasada, lo marcó, y después no le dieron tiempo para reponerse.
En paralelo, en 2017 le llegó la convocatoria para disputar el Sudamericano Sub-20 con la Selección argentina en Venezuela. El cordobés fue elegido capitán del representativo nacional, aunque no tuvo buenas intervenciones, al punto de ser expulsado dos veces en siete partidos.
Argentina clasificó al Mundial, pero “El Cuti” no fue llamado para la cita ecuménica de Corea del Sur. Esa frustración significó la antesala de una temporada 2017/2018 con sinsabores para el futbolista, que tuvo muy pocos minutos en esa Superliga.
A pesar de jugar poco y nada en “El Pirata”, su nombre ya comenzaba a sonar en distintos clubes de Europa. Coqueteó con Atlético de Madrid, pero finalmente fue Genoa de Italia el que adquirió su ficha. Fue un punto de quiebre en su carrera, que daría un increíble giro en muy poco tiempo.
Con 20 años, el defensor se fue a jugar a la Serie A, una de las ligas más importantes del planeta.
El 20 de octubre de 2018 debutó en el Calcio ante la poderosa Juventus, y le tocó marcar nada menos que a Cristiano Ronaldo. El partido terminó 1 a 1. “El Cuti” jugó un correcto encuentro, amén de haber sido amonestado por una entrada al portugués.
En la fecha siguiente, ante Udinese, marcó su primer gol y fue expulsado, aunque eso no opacó el gran nivel que mostró: no salió más del primer equipo, totalizando 27 partidos y 2 goles.
Su gran rendimiento y su proyección a futuro sedujeron a “La Juve”. Un 9 de julio de 2019, a menos de un año de su estreno en la Serie A, tuvo la revisión médica y pasó al coloso de Turín por 20 millones de euros.
La cifra ubica a Romero en el segundo lugar entre los defensores argentinos por los que más se pagó, detrás de Nicolás Otamendi, que en 2015 fue al Manchester City por 44 millones, e igualando lo que abonó el United por Marcos Rojo en 2014.
Con una constelación de estrellas en su puesto, Juventus decidió enviarlo a préstamo para que gane rodaje, y volvió al Genoa, donde fue clave para que el club se salve del descenso, al marcarle un gol en la última fecha al Hellas Verona.
Después fue nuevamente cedido, pero al Atalanta, un equipo que se volvió protagonista tanto a nivel local como continental en los últimos años.
En el conjunto de Bérgamo, el cordobés disputó la Champions League (donde fue elegido más de una vez en el equipo ideal de la semana) y fue un bastión defensivo para un club al que la temporada 2020/2021 lo encontró peleando entre los primeros puestos.
Su actuación consagratoria fue ante Milan: marcó un gol, brindó una asistencia y opacó al estelar Zlatan Ibrahimovic, la gran figura del gigante italiano.
En contrapartida a su ascendente nivel, su temperamento, a veces aliado, otras enemigo, le valió varias tarjetas rojas, un punto débil en el que trabaja el cordobés para seguir subiendo escalones.
El extraordinario presente del “Cuti” lo depositó en la lista preliminar de Scaloni para la Copa América, mientras espera poder tener, definitivamente, la anhelada chance de vestir la camiseta de Juventus.
"Valora lo que tienes, supera lo que duele y lucha por tus sueños". La frase que encabeza el perfil de Twitter de Cristian Romero es, además de una descripción de su esencia, el motor que mueve a un futbolista al que aún le queda mucho camino por recorrer y sueños por tachar.
