Mineápolis, con alrededor de 400 mil habitantes, es la ciudad más poblada del estado de Minnesota, ubicada en la región Medio Oeste de los Estados Unidos. La zona es conocida en su país por su vasta cantidad de lagos y bosques; por sus inviernos crudos, en los que la temperatura puede alcanzar los 20 grados bajo cero; y a partir de ahora, para los futboleros argentinos, será también el hogar de “Bebelo” Reynoso.
Boca recibirá 5 millones de dólares por el volante de 24 años que se sumará al Minnesota United, un club de la Major League Soccer fundado en el 2010. Su carrera da un paso adelante en lo económico pero retrocede varios casilleros en lo futbolístico, tras un par de temporadas en las que no tuvo la regularidad necesaria para volver a mostrar su mejor nivel, el que lo hizo sobresalir en el escenario del fútbol cordobés.
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Los hinchas de Talleres se ilusionaron mucho con la aparición de Emanuel Reynoso en el plantel profesional. Frank Kudelka supo convertir al zurdo habilidoso que la rompía en inferiores en un jugador de equipo, una pieza clave para su esquema. Un puñado de fechas en la B Nacional fueron suficientes para notar que era un enganche de otra categoría, lo que terminó de confirmarse el 5 de junio de 2016, con la ansiada vuelta de la “T” a primera división.
“Bebelo” no se achicó cuando llegó a lo más alto del fútbol argentino, sino todo lo contrario: con más espacios para jugar, se consolidó como la figura de Talleres en la mitad de la cancha. Pidió la camiseta número “10” cuando Ludueña se fue del equipo y se hizo cargo de su nuevo rol en la parada más complicada: contra Boca y en la Bombonera.
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El 19 de marzo de 2017, con un gol y una asistencia, Reynoso fue el gran responsable de la victoria del “Matador” en tierra “Xeneize”, y su actuación lo metió en el radar de Independiente, Racing, River y el propio Boca. Justo cuando los medios de Buenos Aires empezaron a seguirlo de cerca, se vio envuelto en un escándalo judicial, acusado de participar de un tiroteo en el barrio Ituzaingó, y se perdió el clásico contra Belgrano.
Tras el confuso incidente, “Bebelo” cambió de representante y se metió de lleno en las negociaciones para su salida de la “T”. Su transferencia a Boca, que se confirmó a principios del 2018, marcó el inicio de un conflicto que sigue sin resolverse: el Club Infantil Barrio Ituzaingó, donde se formó Reynoso, aún le reclama a Talleres los 810 mil dólares correspondientes a los derechos federativos de su “joyita”. Pasaron casi 3 años de la venta y el caso llegó al TAS, pero lo único concreto es que el CIBI todavía está esperando la plata.
El cordobés, mientras tanto, vivió con euforia su llegada a uno de los equipos más grandes del país, y aseguró en una de sus primeras entrevistas como jugador de Boca que su corazón siempre había sido “azul y oro”. Los “xeneizes”, entusiasmados con su nueva adquisición, no pudieron evitar la comparación con Juan Román Riquelme a la que son sometidos casi todos los habilidosos que llegan al club de La Ribera.
Guillermo Barros Schelotto aseguró que había que llevarlo de a poco, con el objetivo de que fuera ganando rodaje, pero a “Bebelo” le costó ganarse su lugar. Aunque integró un plantel que vivió momentos importantes, como la conquista de la Superliga en el 2018 y la final de la Copa Libertadores en Madrid, Reynoso no apareció en los créditos de la película, ni siquiera como actor de reparto.
La llegada de Gustavo Alfaro lo ilusionó con ser más importante en el equipo, y metió un golazo ante San Martín de Tucumán que fue destacado como el mejor del campeonato. El propio Daniele De Rossi, fichaje estelar de la temporada, aseguró que estaba encantado con el juego del ex Talleres. Al final, el italiano y el cordobés tuvieron mucho tiempo para conversar y hacerse amigos, pero lamentablemente para ellos, el punto de encuentro más habitual fue el banco de suplentes.
El último capítulo de su historia en Boca tiene como protagonista a Miguel Ángel Russo. El técnico que comandó la remontada de la última Superliga le dio minutos en cuatro de los siete partidos que dirigió en el torneo local, siempre ingresando desde el banco de suplentes. Dio la vuelta olímpica contra Gimnasia, pero se quedó con la sensación agridulce de no haber participado de la campaña todo lo que le habría gustado.
A dos años y medio de su llegada, Emanuel Reynoso se despide del “Xeneize” con 66 partidos, 5 goles y 8 asistencias en su haber. Las cifras finales de su venta se condicen con lo que fue su etapa “azul y oro”: Boca lo vendió más barato de lo que lo había comprado. A lo largo de su ciclo en el club, nadie discutió su habilidad, pero esta se hizo presente solo por chispazos, en las pocas chances que le dieron.
Reynoso se suma a la liga de Estados Unidos, poco competitiva pero en franco crecimiento, donde ya están hace algunos años Cristian Pavón y el “Chino” Zelarayán, otros talentos cordobeses de exportación. Su futuro está en el Minnesota United, un club que cambió de nombre tres veces en sus diez años de historia porque cada dueño que llega quiere darle su impronta personal.
A quienes aprecian su buen fútbol no les quedará más opción que conseguir una camiseta gris con vivos celestes, los colores del club, y aprenderse un par de cantitos del Minnesota: serán los sacrificios necesarios para volver a disfrutar del enorme talento de “Bebelo” Reynoso, el que no pudo demostrar en Boca, pero tiene de sobra.
