*Texto: Juan Schulthess; Narración: Raúl Monti; Edición: Érika Andújar.
Cuando uno mira las grandes ligas del fútbol europeo, antes de que arranquen sabe que sus resultados finales son más o menos previsibles. Aunque hay excepciones, mayormente los campeones se manejan en un lote reducido de equipos que se repiten año tras año.
Cuando uno mira la liga de Argentina, antes de que arranque los candidatos son siempre los mismos, pero los resultados finales, en cambio, no son tan previsibles como en el Viejo Continente.
La máxima categoría del fútbol doméstico tacha este fin de semana su fecha 16 de 27. Más de la mitad del torneo. Y el denominador común, con la curva del campeonato comenzando a bajar de a poco hacia la recta de definiciones, es la sorpresa, marcada tanto por un puñado de equipos de notable presente como por el andar irregular de los "grandes".
En ese marco, el que se lleva todos los flashes es Atlético Tucumán. “El Decano” está enarbolando una campaña histórica, que lo tiene como justo líder de la Liga Profesional con 32 puntos en 15 partidos.
El equipo de Lucas Pusineri no tiene superestrellas, pero sí un aceitado funcionamiento colectivo basado en una columna vertebral sólida rodeada de piezas firmes. Entre otros nombres, se destacan el arquero Carlos Lampe, que tiene la valla menos vencida, con apenas 6 tantos en contra; el defensor Bruno Bianchi; el capitán Guillermo Acosta y el poder goleador de Ramiro Carrera y “El Polaco” Menéndez.
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Atlético supo sobrellevar de la mejor manera la presión de jugar como puntero en la aplastante goleada 4-0 del martes pasado ante Barracas Central y hoy tiene el desafío de sostenerlo en “La Bombonera” contra un alicaído Boca. Aunque falta, nadie puede robarle la merecida ilusión a los tucumanos.
Algo eclipsado por el impecable camino del “Decano”, otra de las revelaciones es Gimnasia de La Plata. El equipo de “Pipo” Gorosito está prendido, a 3 puntos de Atlético y con la esperanza intacta de pelear arriba hasta el final.
De 15 partidos, “El Lobo” apenas perdió 2 y recibió solo 7 goles. Su situación se puede espejar en la del conjunto tucumano: sin figuras rutilantes y con el talento de Brahian Alemán como eje central, Gorosito logró construir un equipo firme que sueña en grande.
También aparecen en la consideración de la lucha de arriba otros dos clubes que no están dentro de los cinco grandes, aunque sí tienen una histórica trayectoria en nuestro fútbol reverdecida en este certamen: Huracán y Argentinos Juniors.
“El Globo” de Diego Dabove se ilusiona con volver a ser protagonista en serio de la mano de un abanico de fundamentos colectivos y tres grandes certezas individuales que marcan la diferencia: Federico Fattori, Franco Cristaldo y Matías Coccaro.
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“El Bicho” de Gabriel Milito es un equipo en crecimiento sostenido de la mano de un mix entre jugadores experimentados y un puñado de pibes con hambre de gloria. Con el sello de su entrenador, el conjunto de La Paternal está enarbolando un brillante 2022 que le da esperanzas de volver a meterse en la Copa Libertadores.
A esta altura del campeonato, lo más lógico, siguiendo la mirada predictiva de lo que ocurre en Europa, sería tener a alguno de los equipos más poderosos liderando o peleando firmemente la cima. Sin embargo, el fútbol argentino no es lógico, y los cinco grandes, aunque con realidades disímiles, tienen este semestre un punto en común: la irregularidad.
River Plate sufrió un mazazo con una eliminación de la Copa Libertadores difícil de digerir en octavos de final y la estela que eso dejó en el plano local. De un momento a otro, quedó la sensación de que “El Millo” no era ese rival imbatible de los últimos tiempos.
Sin embargo, y pese a que le costó el arranque, en el último lapso los dirigidos por Gallardo enderezaron un poco el rumbo y, más allá de los vaivenes, todo indica que van a pelear. River tiene jerarquía individual y colectiva y la mano del mejor entrenador de su historia para tratar de dar el zarpazo en la recta final y dar una nueva vuelta olímpica.
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En la vereda del frente, Boca Juniors atraviesa un momento complejo. Al igual que su rival de toda la vida, la prematura eliminación de la Libertadores, su gran objetivo, fue un cimbronazo que aún resuena en La Ribera.
La miscelánea entre un equipo sin una idea de juego definida, un entrenador como Ibarra, del riñón del club pero novato y cuestionado como también lo fue Battaglia, y un andar irregular merman de a poco la paciencia de los hinchas.
A eso se le suman las recurrentes críticas al Consejo de Fútbol encabezado por Juan Román Riquelme y las disputas internas amplificadas por la magnitud del “Xeneize”, como la pelea entre Zambrano y Benedetto, que terminan copando los portales y sumergiendo a Boca en un mar de dudas que tendrá un capítulo importante este domingo para intentar resurgir.
Racing, afuera de la Sudamericana, se perfilaba como el mejor de los cinco, aunque queda flotando la sensación de que se pincha en los momentos cumbres. De la mano de Fernando Gago, “La Academia” sostiene un año muy positivo en el balance general, pero con esas manchas omnipresentes. El tiempo dirá si le alcanza para reivindicarse y meterse de lleno en la pelea en serio de arriba.
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Del otro lado, Independiente está hundido en una grave crisis institucional y deportiva, con los Moyano en el centro de la tormenta y elecciones a la vista. En lo futbolístico, “El Rojo” no puede salir del pelotón del fondo de la tabla, y la llegada de Julio César Falcioni no le alcanzó, hasta ahora, para revertir un pésimo año.
Por último, el caso de San Lorenzo es particular. “El Ciclón” venía de no dar pie con bola durante un prolongado tiempo y parecía perdido en un laberinto sin salida, pero el arribo de Rubén Insúa como técnico le dio, de a poco, indicios de una resurrección que habrá que ver si termina por consolidarse.
Aunque aún falta mucho, la Liga Profesional comienza lentamente a entrar en su recta final entre revelaciones, sorpresas e incógnitas. ¿Podrá Atlético Tucumán mantener el nivel y dar un golpe histórico? ¿El Gimnasia de Gorosito peleará hasta el final? ¿Qué pasará con Huracán y Argentinos? ¿Podrán salir los grandes de su andar irregular y poner su jerarquía sobre la mesa para dar la vuelta? Las preguntas se multiplican y las respuestas están por verse. El impredecible fútbol argentino, mientras tanto, sigue girando.
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