Argentina, en lo que a fútbol se refiere, es sin lugar a dudas un granero del mundo. La lista de jugadores que nacieron en nuestro país y se convirtieron en ídolos vistiendo camisetas de clubes gigantes de otras naciones es extensa, y lo seguirá siendo.
La situación no es nueva: durante el siglo pasado, estrellas como Diego Maradona, en Nápoli; Alfredo Di Stéfano, en Real Madrid; Enrique Omar Sívori, en Juventus, o Gabriel Batistuta, en Fiorentina, escribieron historia grande defendiendo cada uno de esos colores.
Lo mismo ocurrió con Mario Kempes, en Valencia; Sebastián Viberti, en Málaga, y, más acá en el tiempo, Javier Zanetti, en Inter, por citar algunos.
El siglo XXI también vio emerger a futbolistas que llevaron la bandera albiceleste a lo más alto en grandes instituciones europeas. Pero son pocos los que pudieron estampar su nombre en el imaginario popular para siempre.
El planeta fútbol se vio sacudido esta semana por una noticia rimbombante: Sergio Agüero, “El Kun”, anunció su salida del Manchester City tras 10 años en el elenco inglés.
El paso del delantero en el City estuvo plagado de brillo, sonrisas, títulos y, sobre todo, muchos goles. El argentino fue parte de la metamorfosis de un club que vivía a la sombra de su vecino, el temible Manchester United.
Al poco tiempo de arribar, tras romperla en Atlético de Madrid, se despachó con una lluvia de tantos que pronto le aseguraron la titularidad.
El cariño de los hinchas hacia el ex Independiente creció a un ritmo vertiginoso, hasta llegar a su apogeo con el agónico gol en tiempo de descuento ante el Queens Park Rangers, que le dio al City la primera Premier League de su historia, dejando al United, que le peleaba palmo a palmo el torneo, con las manos vacías.
Fue el comienzo de una época dorada para los Citizens, que, de la mano de la billetera generosa de grupos inversores y capitales extranjeros, comenzaron a acostumbrarse a ganar, con planteles donde también brillaron otros argentinos, como Pablo Zabaleta, otro símbolo de la entidad, Carlos Tévez o Nicolás Otamendi, en distintas etapas.
“El Kun”, en tanto, no aflojó: en sus diez temporadas en el club de Manchester dio 13 vueltas olímpicas y se convirtió en el máximo goleador histórico de la institución y en el extranjero con más pases a la red desde la creación de la Premier League.
El atacante, nacido un 2 de junio de 1988 en Buenos Aires, ya sabía de alcanzar la gloria en el Viejo Continente: antes de recalar en Inglaterra, había ganado la UEFA Europa League y la Supercopa de Europa con el Atlético de Madrid.
Sin embargo, y pese a su buen paso por el conjunto español, fue en el City donde su rostro se hizo bandera, y su nombre, canción. La colección de festejos, con cuatro títulos de la Premier como puntos altos, lo dejarán por toda la eternidad en la historia del club.
El exitoso técnico del conjunto celeste, Pep Guardiola, lo dejó en claro al comparar lo que es Agüero en Inglaterra con lo que significa Lionel Messi en España, o lo que fue Maradona en Italia.
En la cuenta pendiente le quedó la Champions, una piedra en el zapato para un equipo que se volvió muy poderoso en la última década, pero que no pudo alzar la anhelada Orejona.
La huella que deja el atacante en el City y en la liga más competitiva del mundo es indeleble. Mientras su perfil afuera de la cancha crece por su presencia en una plataforma de emisiones en directo, su futuro es aún una incógnita.
Pese a que sonó en Barcelona, donde su amigo Messi lo esperaría con los brazos abiertos, el entrenador, Ronald Koeman, le bajó el pulgar. De acuerdo a medios catalanes, el holandés prefiere sumar a un delantero más joven y potente. Haaland, Lukaku y Depay correrían con ventaja por sobre el argentino en la consideración del DT.
En Independiente, en tanto, sueñan con una repatriación que hoy parece imposible. El técnico del “Rojo”, Julio Falcioni, expresó públicamente su deseo de traer al “Kun” a su casa, pero todo indica que, en el corto plazo, eso no sucederá.
¿Qué camiseta vestirá el goleador? La pregunta, por ahora, no tiene respuestas. Pero sí hay una certeza, en base a los cimientos que él mismo construyó: en la era moderna, decir Manchester City es decir Sergio Agüero.
Si hablamos de era moderna y de argentinos que son emblemas en grandes clubes del Viejo Continente, hay un nombre que cae de maduro: Lionel Messi.
El astro rosarino es, indiscutiblemente, uno de los mejores futbolistas de la historia, y edificó toda su carrera en un mismo club: el Barcelona.
Tras viajar a España y formarse en La Masía, debutó en el primer equipo el 16 de octubre de 2004, con apenas 17 años. Allí comenzó a nacer el mito y a escribirse la historia que ya es conocida por todos: “Leo” se convirtió en un coleccionista de récords de todo tipo.
Máximo goleador histórico del “Barsa” y de la Liga de España, ganó 34 títulos, con cuatro Champions League, y es el jugador que más veces vistió la camiseta azulgrana. De la mano de “La Pulga”, que cosecha hasta el momento seis Balones de Oro, el coloso catalán vivió sus días más felices y monopolizó durante muchos años el fútbol mundial.
Aunque su futuro en el club español no está del todo claro, sí hay algo que, pase lo que pase, no cambiará: Lionel Messi es sinónimo de fútbol. Y de Barcelona.
La lista contemporánea también puede contemplar a otro rosarino: Ángel Di María. “El Fideo”, muchas veces denostado en nuestro país, es uno de los argentinos que triunfó a lo grande en el fútbol grande.
Tras debutar en Rosario Central, construyó una extraordinaria carrera en Europa, con pasos por Benfica, Real Madrid, Manchester United y Paris Saint Germain, donde juega actualmente.
“Angelito” tuvo una muy buena estadía en “El Merengue”, donde logró afianzarse en un plantel plagado de estrellas, y fue el mejor de la cancha en la final de la Liga de Campeones de 2014, en la que el Real Madrid se consagró tras vencer al Atlético de Madrid del “Cholo” Simeone en la prórroga.
Sin embargo, en París es donde se constituyó en símbolo. Desde su arribo al conjunto francés, en 2015, se cansó de gritar goles (y títulos). A los 33 años, Di María es una pieza clave de un plantel que posee un abanico de cracks y que sueña con levantar, de una vez por todas, la ansiada Champions.
La nómina puede incluir a otros argentinos que también pisaron fuerte en Europa en la era contemporánea, como Gonzalo Higuaín, Carlos Tévez, Javier Mascherano o Diego Milito, por nombrar algunos.
Sin embargo, la conquista de un país a partir de patear una pelota parece reservada para muy pocos. Lo de Messi en España, o Maradona en Italia, es indiscutible. Ahora, ¿Agüero es, como dijo Guardiola, lo mismo que ellos pero en Inglaterra? ¿Tiene hilo en el carretel para seguir en el máximo nivel? ¿Qué será del futuro del “Kun”, el argentino que llevó al City a la gloria?
