Gerardo Martino fue un auténtico un crack. Un volante con manejo y panorama, un cerebro con botines, que conducía y clarificaba el juego con la camiseta de Newell's tatuada en el alma.
Martino tenía en su ADN el estilo de juego que históricamente identificó a la "Lepra" rosarina. Hacía ostentación de una formidable pegada, de un entendimiento claro del juego.
Se inició como cinco, era más de jugar que de raspar, luego fue enganche y terminó siendo volante por derecha.
Como jugador, Martino fue puro "Tata"-lento.
En el club de Messi, de Bielsa, de Zanabria, de Oberti, donde jugó Maradona y el "Burrito" Ortega fue campeón, el "Tata" fue y es un ídolo indiscutido.
Como futbolista, fue tres veces campeón con la "Lepra" (1988-89, 1990-91 y 1992) y llegó a dos finales de Copa Libertadores (1988 y 1992, Newell's perdió por penales con Sao Pablo).
El "Tata" Martino es un técnico exitoso y respetado.
Fue Campeón en las ligas de la Argentina (con Newell's), Paraguay y en Estados Unidos. Es el entrenador más exitoso en la historia de la Selección de Paraguay, con un título continental con el combinado de México, y tres subcampeonatos en la Copa América, dos con Argentina y uno con Paraguay.
Sus equipos suelen ser simples, ofensivos, agresivos, protagonistas y efectivos.
Gerardo Martino nació el 20 de noviembre de 1962 en Rosario. Tiene tres hijos. Comenzó su carrera como futbolista a los 10 años en el Newell's Old Boys de su ciudad natal.
Debutó a los 17 años en la Primera División de Argentina, el 15 de junio de 1980, bajo la dirección técnica del uruguayo Luis Cubillas en un encuentro en que el Newell's Old Boys perdió frente a Platense por 2 a 0.
Es el futbolista que más encuentros disputó en Newell's con 505 (convirtiendo 35 goles), y el que más títulos obtuvo, con tres.
En año 91 jugó un año en el Tenerife de España y volvió a Newell's.
En esa etapa fue campeón y líder del equipo que dirigió Marcelo Bielsa y finalista de la Copa Libertadores de 1992.
En 1994, debido a problemas con la dirigencia, fue transferido a Lanús, donde permaneció por la temporada 1994-95. A mediados de 1995, Martino retornó a Newell's Old Boys por una temporada más.
Sin embargo, resurgieron problemas con el presidente Eduardo José López. En 1996 fichó para Club O'Higgins de Chile y en el mismo año fue transferido al Barcelona de Ecuador, donde culminó su carrera como futbolista.
Su despedida se realizó con un partido homenaje en el estadio de Newell's, que estaba en refacciones, pero que presentó completa la tribuna que luego llevaría su nombre.
Para la selección absoluta fue convocado por Carlos Bilardo en las instancias previas al Mundial de México en 1986, disputando algunos encuentros.
También fue convocado por Alfio Basile para disputar un partido contra la selección de Hungría en 1991. Martino ingresó en el segundo tiempo de este encuentro disputado en el estadio de Rosario Central, Argentina ganó 2 a 0 y fue el debut de Basile dirigiendo la selección celeste y blanca.
Su probada inteligencia como jugador se trasladó a su condición de técnico claro y honesto.
En sus comienzos como entrenador dirigió con éxito en Almirante Brown de Arrecifes en 1998, Platense, un año después y particularmente armó un gran equipo de Instituto en el 2000, al que se le escapó el ascenso sobre el final.
Luego se fue a Paraguay, donde logró 4 títulos, tres de ellos consecutivos, dos con Libertad y dos con Cerro Porteño.
Después de un año irregular en Colón de Santa Fe, volvió a Paraguay, donde nuevamente fue bicampeón con el Cerro Porteño.
En 2007 asumió como DT de la Selección de Paraguay.
El equipo guaraní terminó segundo en las eliminatorias y en el Mundial 2010 en Sudáfrica, por primera vez en la historia Paraguay avanzó a los cuartos de final, donde perdió con el campeón España por un ajustado 1 a 0.
En 2011 fue subcampeón de la Copa América disputada en Argentina.
El "Tata" rechazó una oferta para dirigir a la Selección de Colombia y prefirió volver a Newells que estaba cerca de descender.
Allí consiguió no solo alejarlo del descenso, sino además consagrarlo campeón del Torneo Final 2013 y clasificarlo a semifinales de la Copa Libertadores 2013, donde eliminó a Boca.
En julio de ese año lo contrató el Barcelona de España, donde ganó la Supercopa de ese país, pero no pudo lograr los objetivos en la Champions League, perdió a manos del Atlético la Liga en la última fecha y tuvo que marcharse.
La de Barcelona fue una experiencia fallida para la carrera de Martino. El Tata lo reconoce cuando afirma que fue el peor año de su carrera.
En agosto de 2014, tras el fallecimiento Julio Grondona, El Tata llegó a la Selección Nacional, donde llegó ser subcampeón de la Copa América en Chile 2015 y en EEUU 2016, en ambos casos, perdió por penales frente a la Selección Trasandina sendas finales.
El 5 de julio del 2016, frente a la imposibilidad de juntar un plantel de jugadores para disputar los Juegos Olímpicos (en los que Argentina finalmente quedó afuera en fase de grupos), Martino presentó la renuncia a su cargo.
El "Tata" fue el primer DT de la Selección post Grondona y debió sufrir todos los inconvenientes de la improvisación y la mala administración de la AFA.
La falta de apoyo a la Selección Olímpica, que fue el detonante de su dimisión.
Estuvo dos temporadas en el Atlanta United, de EEU, donde se consagró campeón en el 2018.
Desde enero de 2019 dirige a la Selección de México, donde ganó la Copa de Oro de la Concacaf en ese año.
El "Tata" Martino es un ídolo en Newells, el jugador que identifica a un estilo del club. El más campeón. El que volvió como DT para escaparle al infierno del descenso y lo llevó al cielo de un campeonato y a ser protagonista a nivel continental.
El "Tata" es un técnico inteligente, un tipo integro, simple y honesto. Según el diccionario, Tata significa “trato cariñoso al papá o al abuelo”. En el caso de Gerardo Martino, "Tata" es sinónimo de “Tatalento".
Por Jorge Parodi.
