Ilusiones, expectativas y dudas: ¿Para qué están los cordobeses?

Juan Schulthess

Tras el parate por la Copa América, Talleres, Belgrano e Instituto ya pusieron primera en el segundo semestre del año. Con objetivos distintos, aunque no tanto, y actualidades dispares, Córdoba sigue perseguida por la deuda eterna de ese título pendiente que aún no llega en la máxima categoría, un título que saldaría la enorme pasión con la que los hinchas abrazan cada fin de semana a sus equipos. ¿Se podrá dar este año?

Talleres tuvo un gran primer semestre, en el que, paradójicamente, no le alcanzó para clasificar a la fase final de la Copa de la Liga, aunque sigue siendo el mejor en la tabla anual, lo cual, claro está, no es poca cosa. Además, avanzó a octavos de Libertadores, donde espera por River, y a la misma instancia de la Copa Argentina, en la que enfrentará a Boca. Visto de afuera parece soñado, pero pasaron cosas y su presente dista de ser el ideal.

La “T” jugó tres partidos en la pretemporada en Rusia, de los que perdió dos, ante Zenit y Sochi, y ganó el restante, contra Estrella Roja. Y, en la vuelta al torneo, cayó feo con Vélez en Liniers y sacó un empate con gusto a poco ante Defensa en el Kempes.

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La falta de resultados y una marcada merma en el volumen de juego se conjugan con otra realidad que generó espiraladas críticas en los hinchas: los jugadores “colgados” por posibles transferencias y un mercado de pases todavía frío.

De varias ausencias, la que más duele es, sin dudas, la de Ramón Sosa. Por el crack paraguayo, que tendría destino de Premier League, hubo algunas ofertas millonarias, pero aún nada que termine de convencer a la dirigencia albiazul. Sin embargo, el delantero, uno de los mejores jugadores del fútbol argentino, está parado: no formó parte de ninguna de las convocatorias para los partidos anteriores y su futuro es aún incierto.

En medio de un clima de cierta incertidumbre y con un “run run” creciente, la “T” buscará recuperarse mañana ante Banfield, de visitante, y el próximo fin de semana en el clásico con Instituto para volver a ser el que hace no mucho fue. Y para que renazca esa ilusión, todavía vigente, de brindar el 31 de diciembre con las copas chocando por una copa.

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En la vereda del frente, Belgrano también atraviesa, en el plano general, un muy buen 2024. “El Pirata” se metió en octavos de la Sudamericana, donde espera por Athletico Paranaense de Brasil, y en la liga logró 11 puntos en las primeras 6 fechas, un arranque que no conseguía desde el 2006, aunque lo frenó un aguerrido Lanús el jueves en un partido lleno de goles.

En el mercado de pases tampoco tuvo tanto movimiento, pero incorporó a un viejo conocido, como Gabriel Compagnucci, y a un goleador probado que ya gritó en sus primeros minutos con la camiseta celeste: “Uvita” Fernández.

Su entrenador, Juan Cruz Real, también suma destacados números desde que llegó a un barco pirata que tambaleaba en el último tramo de Guillermo Farré en el banco, y le impregnó una impronta y una forma de juego particulares a las que se aferra en cada partido.

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Belgrano sufrió este año bajas muy sensibles por lesiones graves, como las de Ulises Sánchez y Lucas Passerini. Si bien se logró acomodar con la irrupción de muchos pibes, da la sensación de que el plantel aún está algo corto, por lo que se esperan más caras nuevas para afrontar la doble competencia.

Instituto, en tanto, tuvo una metamorfosis en pocas semanas. El domingo 26 de mayo, en la derrota por 1-0 contra Huracán en el Ducó, creció con fuerza el rumor de que era el último partido de Diego Dabove como entrenador, algo que se acrecentó (aunque finalmente no ocurrió) porque suspendió la conferencia de prensa. Era la fecha 3 del torneo. En la foto del hoy, con el inicio de la fecha 8, el panorama es distinto.

“La Gloria” volvió del parate con un triunfazo ante Independiente, por 3-1 en Alta Córdoba, y el jueves podía quedar como líder, pero no pudo con Atlético Tucumán en el Monumental José Fierro.

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La columna vertebral albirroja se basa en algunos nombres propios bien delimitados: el arquero, Manuel Roffo; en la defensa el capitán, Fernando Alarcón; en el medio, Gastón Lodico y Damián Puebla, que busca volver a ser aquel del explosivo arranque del año, y arriba los goles de Santiago Rodríguez, que está en un excelso momento, interrumpido por una sobrecarga muscular.

Afianzado en Primera y bien plantado institucionalmente, Instituto solo tiene a la Liga Profesional como frente, lo que le abre otro juego de ilusiones. Y, en lo que viene, se le presentan dos grandes desafíos: Boca, mañana en Alta Córdoba, y Talleres, el sábado en el Kempes.

En el último tiempo, pudieron dar la vuelta equipos del interior argentino, como Colón (Santa Fe), Central (Rosario) o Patronato (Paraná). ¿Se dará este año para los cordobeses? ¿Para qué están Talleres, Belgrano e Instituto?.

Informe de Juan Schulthess