Sin dudas que Córdoba es la meca de los derrapes en nuestro país. El Rally Mundial es un clásico en Argentina y tan cordobés como el fernet porque Córdoba es la meca de los derrapes en nuestro país.
En abril de 2006, se corría la edición número 26 del mundial con un hecho que marcó a fuego al deporte de los fierros y al fútbol. Aquella competencia la terminaría ganando el francés Loeb con Citroen, seguido por el noruego Solberg, quien manejó un Subaru Impreza y tercero, el italiano Galli con Peugeot.
Pero sucedió un hecho llamativo, significativo, curioso, monumental para los fierreros pero tedioso y dañino para los futboleros. Es que hace 14 años se realizó un Superespecial en el campo de juego del Estadio Córdoba, que lució repleto y en donde Loeb obtuvo la victoria.
Entre los pilotos cordobeses esa noche del 27 de abril estuvieron sobre el césped del Chateau Carreras, del Córdoba Rally Team Sebastián Beltrán y Gabriel Pozzo, quien declaró a Cadena 3 que "el evento fue magnífico", y Federico Villagra con un Mitsubishi Lancer EVO VIII del VRS Rally Team.
Además estuvo por primera vez en el grupo A8 con un 206 del equipo francés Bozian, Marcos Ligato. "El recuerdo es fantástico, fue un fiestón", aseguró el piloto.
Y todos contentos, porque de repente Córdoba le mostraba al mundo que lo que el mundo hacía dentro de un estadio, aquí también se podía. Al respecto, Miguel Angel Motta un histórico con su ‘Deportes en Marcha’ rescata que "el primer país en implementar esta novedad fue Grecia, y Argentina imitó ese modelo en el estadio de Córdoba".
Sin embargo, Córdoba después le mostraría al mundo del fútbol que había pagado muy caro aquel show que permitió romper el piso, transformarlo en pista y dejar los eternos manchones oscuros sobre el césped, más conocido como “las huellas del rally”, que hoy no están aunque si vamos a contar esta historia es porque estuvieron.
"Surgieron inconvenientes solo con nuestro estadio, el resto del mundo no tuvo problemas para emparejar el campo de juego", lamentó Motta.
Marcos Ibáñez, asesor técnico de campos deportivos, desde enero en el Kempes y desde hace 15 años responsable del campo de juego del Gigante de Alberdi y de las canchas en Villa Esquiú explicó sintéticamente cómo se solucionó ese problema.
"Entre diciembre del 2016 y enero del 2017 se levantó todo el césped del Kempes y se volvió a hacer, y ahí enmendamos ese problema", contó Ibáñez a Cadena 3.
¿Por qué pasó? ¿Quién lo permitió? ¿Cómo un estadio de fútbol se convierte en el epicentro del rally? En ese momento, la Agencia Córdoba Deportes era presidida por Horacio Manzur y lo recuerda con mucho orgullo.
Manzur destacó que "tuvimos la suerte de ser protagonistas de aquel histórico momento" y remarcó "el calor especial que los cordobeses le ponen al rally".
Instituto era el único equipo en Primera División y salvo ante River y Boca, su localía la defendía en Alta Córdoba. Belgrano y Talleres jugaban la B Nacional, pero mientras el Celeste utilizaba el Gigante, la “T” dependió del rally porque ese mismo fin de semana, desde el jueves 27 al domingo 30 de abril, el Chateau no se podía utilizar y terminó recibiendo a San Martín de San Juan por la fecha 17 del Clausura en terreno albirrojo el 2 de mayo.
Recién pudo volver a jugar en el mundialista el 13 de mayo, cuando perdió ante Chicago 1 a 0 y Manzur también se acuerda de que hubo que acelerar las cosas para devolver el coliseo cordobés al fútbol.
"Tuvo que estar en condiciones a los tres días del rally y tuvimos que hacer todo en tiempo récord. Lógicamente, aunque se pudo jugar, no lucía de la mejor manera", admitió.
A los organizadores se les ocurrió entonces que podrían darle una vuelta interesante a la prueba mundial y así lo rememora nuestro compañero Marcelo Cammisa, relator de aquel superprime junto a Juan Pablo Estela y “Cacho” Mercado.
Camissa recuerda que en Córdoba gobernaba José Manuel de la Sota, " un enamorado del rally" que "pergenió junto a David Eli la idea de poner el tramo en nuestro gran estadio, para que sea esa la imagen que la provincia proyecte al mundo".
El ingeniero Ernesto Riera es voz autorizada para hablar del campo de juego de ese escenario, histórico encargado del piso del mundialista explicó por qué persistió por años la traza del circuito.
"Estaba previsto que se hacer la reposición de todo el césped de la cancha, pero por una cuestión de tiempo y compromiso con Talleres solo se repuso el césped en ese sector", señaló Riestra, y agregó que por eso ese espacio tenía otro color.
¿Pero cuánto daño hubo en el piso? ¿Cómo afectaba a los futbolistas? Porque durante años muchos se han quejado y otros se han lesionado…
El periodista Rafael Cerezo de La Voz del Interior dijo que los organizadores pudieron fallar en no tener en cuenta cómo mejorar el estado del campo y se acordó cuando se volvió a correr allí pero bajo otras condiciones.
"Los organizadores evidentemente no tenían en cuenta como se podía mejorar ese aspecto. En 2007 se repitió pero no se hizo directamente sobre el piso, sino que se armó sobre una base", recordó Cerezo.
De manera entrañable recuerda aquel momento el periodista Rodolfo Butta, conductor del espacio televisivo ‘Motor Total’ de ShowSport, rescatando una muy buena idea pero con resultados no deseados en el piso del estadio.
Butta consideró que "la intención fue realmente fantástica", pero por "lo que dejó como marca al campo de juego fue una muy mala idea".
Mientras que Eduardo Gesumaría “Sprinter”, el histórico conductor de otro pionero programa de radio y TV llamado ‘Autodinámica’, comparte la mirada de sus colegas y explica que esta práctica ya se hacía: "También se hizo en la cancha de River, pero acá se terminó el circuito sobre la hora y cuando pasaron los autos quedó todo deteriorado".
En abril de 2009, los futboleros volvieron a poner el grito en el cielo, cuando el rally le “robó” el escenario a un Talleres – Belgrano que debió mudarse a barrio Jardín. El estadio Córdoba volvió a cambiar su fisonomía pero esta vez el espectáculo se montó a través de una estructura de base sobre la que se diagramó el circuito, es decir que no perjudicó el campo.
¿Se imaginan otra vez los bólidos del WRC en el medio de la cancha? Es muy difícil. Pozzo habla de riesgos: "Quizá no se tuvo en cuenta que los autos podían exceder los límites de la pista y hacer el daño que se hizo".
"He corrido dentro de estadios en otra parte del mundo. Ojalá algún día se repita, pero no creo porque lo criticaron mucho", declaró Ligato.
Finalmente Manzur descarta fehacientemente que el paso del rally en el Súper Especial de 2006 haya sido la causal de lo que pasaba en el piso del estadio durante años.
"Fue poniéndose muy malo el campo y cuando se hizo la reforma del estadio no se lo levantó, lo que fue un error", afirmó.
El cambio total para terminar con las especulaciones y sacar definitivamente las manchas llegó. Se levantó todo 25 centímetros, debajo del campo se sacaron 200 metros cúbicos de suelo, desechando materiales de implantación del ’78.
Con una variedad de césped de alta competencia, a nivel de estándares internacionales y un drenaje que no permite acumulación de agua, desaparecieron las famosas manchas del rally.
