Entre ovaciones y lágrimas, un "león" se despide del fútbol y de River.
El Monumental se puso de pie para saludar a un jugador que se convirtió en símbolo durante más doce años vistiendo la banda roja sobre el pecho.
Es que Leo fue un león que contagió a su equipo para que se sintieran como él: un majestuoso rey en la selva del fútbol.
Ponzio fue un león por su fortaleza, por su energía, por su imponencia.
Leo Ponzio fue un “rey león”.
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Leonardo Ponzio es un ídolo absoluto de la historia “Millonaria” y uno de los máximos referentes de los distintos planteles.
En River se iban y llegaban futbolistas, pero Leo Ponzio siempre estaba.
Su legado llega desde el corazón y sobrepasa todo tipo de límites. Porque fue un capitán que se puso el equipo al hombro en las grandes batallas del último tiempo, y porque con su manera ejemplar de manejarse dentro y fuera de la cancha el león se ganó un lugar eterno entre los máximos referentes de todos los tiempos en River.
Fue un magnífico volante central, pero jugó de libero, de marcador de punta o de lo que el equipo necesitara.
Leonardo Ponzio nació en Las Rosas, provincia de Santa Fe, el 29 de enero de 1982.
Ese es, fue y será su lugar en el mundo, aunque Buenos Aires lo haya galardonado como personalidad destacada.
Ponzio surgió de las divisiones inferiores del Club Atlético Williams Kemmis. La tribuna de ese club, hoy lleva su nombre.
Con 14 años de edad llegó a Newell’s, donde debutó en primera el 17 de julio del 2000.
Marcó su primer gol en el Torneo Apertura 2001 por la sexta fecha frente a San Lorenzo, en la victoria de la Lepra por 3-1.
Ponzio mantuvo un rendimiento notable, fue el amo y señor del mediocampo de Newell’s e hizo valer su disparo de media distancia convirtiendo varios goles de tiro libre.
En el 2001 logró el torneo mundial Sub 20 jugado en Argentina, dirigido por José Pekerman y formando parte de una Selección inolvidable junto a figuras como Javier Saviola, Andrés D’Alessandro, Maxi Rodríguez, “el Chori” Domínguez y Fabricio Coloccini, entre otros.
En 2003 fue transferido al Real Zaragoza de la Primera División de España, donde jugó en su primera etapa hasta 2006.
Muy pronto se convirtió en una de las figuras del conjunto español, marcando goles importantes y ganándose el puesto.
En esa misma temporada logró la Copa del Rey de fútbol 2003-04 venciendo en la final al Real Madrid y dejando en el camino en los cuartos de final al Barcelona.
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También se adjudicó la Supercopa después de vencer al Valencia.
Seguiría demostrando gran nivel en el Zaragoza, en las dos temporadas siguientes.
Retornó a su país para jugar en River en 2007, a cambio de 3.500.000 dólares.
Jugó dos temporadas completas en el club y consiguió el título del Clausura 2008 con Diego Simeone en el banco de suplentes. En la mayor parte de aquella etapa alternaba titularidad con Oscar Ahumada.
En 2009 volvió al Real Zaragoza. Por entonces el club jugaba en la segunda categoría del futbol español. Desde el partido en el que jugó como titular, su equipo no volvió a perder.
Consiguió el ascenso a primera y se mantuvo, pero sin jugar por objetivos importantes.
El 3 de enero de 2012 tomó la decisión de resignar gran parte de su sueldo en el Zaragoza para rescindir su contrato con la decisión de volver a River Plate.
En enero del 2012 se dio su vuelta al club, en el peor momento futbolístico de la historia riverplatense.
Allí fue uno de los estandartes del regreso de River a Primera División, y con Matías Almeyda en la conducción técnica comenzó a asomarse de a ratos esa versión de Ponzio llena de liderazgo positivo dentro del vestuario.
Desde lo futbolístico todavía no había podido explotar, ya que el DT en aquel momento lo utilizaba muchas veces en una posición más adelantada.
La llegada de Ramón Díaz lo relegó al banco de suplentes e inclusive a no ser tenido en cuenta en la convocatoria de muchos partidos, sin embargo siempre mantuvo su perfil bajo y priorizó el bienestar colectivo pese a que no tenía la posibilidad de jugar.
En 2014 logró un nuevo título en la Liga Argentina con la camiseta de River.
Con el arribo del “Muñeco” a mediados del 2014, todo cambió a favor del “León”.
Más de 200 partidos oficiales en los últimos seis años y medio, donde además levantó dos Copas Libertadores y consiguió 11 títulos en ese período y marcó 10 goles.
El “León” Ponzio mostró sus garras, más que nunca, en la noche inolvidable de Madrid frente a Boca, el 9 de diciembre de 2018.
El “León” fue el socio de todos, cada vez que fue necesario.
Ponzio fue el capitán que apuntaló a River cuando el “Millonario” parecía decaer.
El que decidió volver, cuando todos huían.
El que ejerció su liderazgo dentro y fuera de la cancha, y dejó iluminado el camino para los que van llegando.
Leonardo Ponzio es uno de esos jugadores imprescindibles para intentar cualquier gran conquista.
Leo Ponzio es un león que contagió a su equipo para se sintiera como él: un majestuoso Rey de la Selva.
Es que Leo Ponzio fue un auténtico Rey León.
