El torneo argentino llegó a la fecha 13 de 25, exactamente en la mitad de su desarrollo, y todo puede pasar de aquí al final. Las doce jornadas y los más de 30 puntos que quedan en juego son más que suficientes para que la tabla de posiciones cambie en su totalidad, pero en esta primera etapa del campeonato ya se vieron a algunos equipos que parecen estar un escalón por encima del resto.
Con tanto torneo por delante, quizá sea demasiado pronto para colgarles el cartelito de “candidatos”. Aún así, tomando un término de la jerga política, estos equipos son, como mínimo, “precandidatos” a campeón del fútbol argentino.
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El sorpresivo Talleres del “Cacique” Medina llegó a esta instancia mirando a todos desde la cima de la tabla, y la ilusión de sus hinchas atraviesa uno de sus picos históricos. Con mucha actitud, resultados y pasajes de buen fútbol, “el Matador” es uno de los equipos más competitivos de la liga y su momento despertó la atención de los medios nacionales, que recién ahora descubrieron un proyecto futbolístico que lleva varios años pujando desde el interior del país.
Gran parte del presente de Talleres es mérito de su entrenador, Alexander Medina, uno de los aciertos de Andrés Fassi en el plano futbolístico. El uruguayo llegó al cargo siendo un desconocido para el gran público y con el paso del tiempo se convirtió en una especie de “rey Midas” del banco de suplentes: jugador que dirige, lo convierte en oro. Diego Valoyes y Carlos Auzqui son solo dos ejemplos de la buena mano del “Cacique”, que tuvo que adaptarse más de una vez a la venta de figuras y siempre salió bien parado.
El punto débil de la “T” en la lucha del campeonato está en la conformación del plantel, que es corto en comparación con los de sus rivales directos en la lucha y ya le pasó factura en la temporada anterior. El presidente Fassi explicó en más de una oportunidad que el club necesita vender para seguir creciendo, sin que esto implique dejar de lado la ambición deportiva, pero el gran desafío de Talleres será sostener su nivel en las 12 fechas que quedan, dando pelea hasta el final.
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River inició la liga con un andar irregular, pero tras la eliminación en Copa Libertadores se enfocó al cien por ciento en el torneo local y promete ser uno de los rivales a vencer para cualquiera que tenga aspiraciones de conquistar el título. Ya en la conferencia de prensa luego de la derrota contra Atlético Mineiro, minutos después de la eliminación copera, Marcelo Gallardo hablaba de “cambiar el chip” y poner la mira en el campeonato argentino.
La incertidumbre sobre la continuidad del técnico al final de la temporada actúa como una motivación extra para el “Millonario”: si este llega a ser el último año de Gallardo al frente del equipo, no hay mejor despedida que ganar el título que le falta como entrenador de “la Banda”. Los más optimistas van un pasito más allá, y se ilusionan con que dar la vuelta olímpica renueve las ganas del “Muñeco”, y éste elija quedarse.
Aunque las conquistas internacionales de los últimos años hayan generado una mística especial alrededor de River, el modelo actual está entre los más vulnerables de la era Gallardo. Como si esto fuera poco, habrá que ver qué efecto tienen las elecciones en el club a fin de año, cuando Rodolfo D’ Onofrio dé un paso al costado tras completar dos mandatos consecutivos como mandamás de la institución. A pesar de ello, River sigue siendo uno de los mejores equipos de nuestro fútbol, y muy probablemente será uno de los animadores del campeonato.
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Independiente, con Julio César Falcioni a la cabeza, se presenta como otro de los contendientes en la lucha por ser campeón. Con un equipo sólido y prolijo, sostenido por jugadores de experiencia en la columna vertebral, “el Rojo” arrancó bien la primera mitad del torneo y se metió en los primeros puestos de la tabla.
Con futbolistas de la talla de Sebastián Sosa, Juan Manuel Insaurralde y Silvio Romero, entre otros, el equipo de Falcioni es un rival indeseable para cualquiera. Independiente apunta a lo más alto después de muchos años de sequía en el ámbito local: 19 años pasaron del último festejo en el Apertura 2002, y los hinchas del “Rojo” sueñan con volver a ser el mejor equipo del país.
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Estudiantes de La Plata, uno de los más regulares del fútbol argentino en los últimos años, también se anota en la contienda. Usando el apellido de su entrenador como adjetivo, alcanza con decir que Estudiantes juega “a lo Zielinski”. Más allá de que el propio técnico evite la etiqueta de “candidato”, el “Pincha” está entre los rivales más complicados de la actual Liga Profesional.
Tampoco hay que perder de vista al Lanús de Luis Zubeldía. Aunque no tenga la solidez defensiva de sus rivales en el pelotón de arriba y sufra por momentos la falta de buen fútbol, en el frente de ataque es contundencia pura: la dupla que conforman José López y el interminable “Pepe” Sand (que además es el goleador del torneo) son el motor de la ilusión “Granate”.
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Por último, sería prudente poner una fichita por el Boca de Sebastián Battaglia. Es cierto que el proceso inició hace poco y que el funcionamiento del equipo está lejos de ser una maravilla, pero la seguidilla de resultados obtenidos en las últimas fechas y la jerarquía individual de sus jugadores, obligan a seguir de cerca a esta nueva versión del “Xeneize”.
Falta mucho, demasiado campeonato por recorrer como para dar una lista cerrada y definitiva de los aspirantes al título. Sin embargo, cuando estamos a mitad de camino, Talleres, River, Independiente, Estudiantes, Lanús y Boca aparecen, al menos, como los “precandidatos” en la lucha por la gloria. La segunda mitad del torneo ya está en marcha: inicia una batalla de 12 fechas, a todo o nada, para conocer al próximo campeón del fútbol argentino.
