Marcos Ligato: "El principal remedio es la cabeza"

Carlos Bocha Houriet

El piloto cordobés Marcos Ligato habló sobre cómo superó el cáncer y aseguró que "el principal remedio es la cabeza".

Ligato, oriundo de la localidad de Río Ceballos, inició su carrera deportiva en el motocross, donde alcanzó un título en 1995, para luego pasar al automovilismo, donde debutó en el año 1997 compitiendo en la divisional A7 del Provincial Cordobés.

A nivel internacional, participó en diferentes competiciones sudamericanas y fue subcampeón mundial del Grupo de Producción (N4) del Campeonato Mundial de Rally en el año 2012, al comando de un Subaru Impreza en el año 2012.

En el plano nacional, compitió en el Campeonato Argentino de Rally, conquistando su primer campeonato en la Clase N4 de Producción en el año 2005 al volante de un Subaru Impreza y complementando su palmarés con tres títulos en la clase Maxi Rally (2014, 2015 y 2016), sobre un Chevrolet Agile.

Se destacó también como director de equipo, ya que en el año 2006 fundaría en sociedad con el entonces tenista internacional David Nalbandian (retirado en 2013), el equipo Tango Rally Team. Tras la separación de esta sociedad, en el año 2009 Ligato constituyó el Tango Competición, expandiendo sus horizontes hacia categorías de automovilismo de velocidad como el Turismo Carretera o el TC Pista.

“Este año no tuvimos Rally por la pandemia de coronavirus y hubo dando vueltas tantos videos del público en la montaña, empezamos a valorarlo. Tener una fecha mundial hizo que Córdoba sea tan fanática del rally, son muchos años teniendo al Rally Mundial en nuestra Córdoba querida”, expresó Ligato en diálogo con Cadena 3.

Contó, además, que siempre tuvo una admiración muy grande por Gabriel Raies: “Era amigo de mi padrino y fue un poco el impulsor de meterme en el rally, lo idolatraba; y antes a Jorge Recalde; me tocó convivir con Gabriel Pozzo y Federico Villagra; Argentina tuvo y tiene muchos buenos pilotos”.

Por otra parte, comentó: “Disfruto la velocidad, es una adrenalina, una sensación fantástica, ir por la montaña, con precipicios, del hielo al barro, tiene cosas inexplicables, es una sensación única”.

En marzo de 2018 a Marcos le diagnosticaron linfoma que es un cáncer de ganglios, y un año después consiguió el triunfo en la apertura del campeonato corrida en Toledo, provincia de Córdoba.

“Son situaciones que uno nunca se las espera, hay quienes se detienen a pensar y lamentarse, y yo no lo tomé de esa forma, si me tocó por algo será, lo tomé como una prueba de vida, como un mensaje, y toda mi familia me ayudó mucho”, manifestó.

“Mi señora fue la principal, se puso la situación al hombro, si bien yo estuve bien físicamente, anímicamente fue un gran sostén. Cuando te dicen al palabra ‘cáncer’ se te cae al estantería, y ese momento lo vivimos los dos solos delante de los médicos, estuvimos muy juntos, mi señora es de fierro”, destacó.

Y agregó: “Soy creyente, tengo muy claro el mensaje de por qué nos trajo Dios al mundo y qué pretende de nosotros y trato de cumplirlo todos los días”.

“La cabeza de uno es el principal remedio y necesitás de un gran equipo que es tu familia”, sostuvo.

Ya en el proceso de recuperación, contó que volver a subir a un auto de carrera fue un desafío y demostrar que no pasó nada, “ese era mi slogan: aquí lo ha pasado nada”. “Con ganar un par de tramos me conformaba, peleé por ganar la carrera y fue fantástico” recordó.

“Dios me dio la oportunidad de cambiar a tiempo. Quiero ver crecer a mis hijos, disfrutar de sus cumpleaños y de las cosas chicas con ellos. Vivan el día a día que no sabemos si hay un mañana”, cerró.