“El tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos”, reza una popular canción, y contemplar a las nuevas estrellas del fútbol no hace más que afirmar el peso de esa verdad. Cuando la era de Messi y Cristiano Ronaldo está llegando a su fin, una generación de jóvenes figuras se abre paso en los escenarios más importantes del mundo. Ansu Fati en Barcelona, Erling Haaland en el Borussia Dortmund y Phil Foden en el Manchester City son ejemplos de ello.
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Aunque tienen orígenes distintos y no comparten posición dentro de la cancha, los unen su talento, su frescura y su corta edad, ya que nacieron en los años 2000. Los clubes se pelean por comprarlos, el valor de sus pases aumenta sin control y ellos enfrentan un desafío doble: demostrar su nivel dentro de la cancha y mantenerse alejados de las tentaciones que pueden acabar con la carrera de cualquier promesa.
Ansu Fati, la joya del Barcelona
La historia de Ansu Fati inicia en el oeste del continente africano, en la república de Guinea-Bissau. Nació allí el 31 de octubre de 2002, pero no permaneció mucho tiempo en su tierra natal. Cuando tenía seis años, su familia se mudó a España en busca de mejores oportunidades, y un pueblito de Sevilla se transformó en su nuevo hogar.
El padre de Ansu, que también era futbolista, lo anotó en un club de la zona y su hijo se encargó del resto. Lo buscaron del Sevilla, donde la rompió, y llegó a la Masía con 10 años. Conoció de primera mano el “ADN Barca” que promueve la institución y siguió los pasos que le tocan a cualquier juvenil, hasta que su carrera tomó un giro inesperado.
El 25 de agosto de 2019 el entonces entrenador del Barcelona, Ernesto Valverde, se encontró con un escenario inusual para enfrentar al Betis: Dembelé, Messi y Suárez estaban lesionados. El “míster” tuvo que buscar una solución en la cantera y Ansu Fati, que ni siquiera había jugado en el Barca B, se salteó un par de categorías y terminó en el banco de suplentes. La situación se tornó aún más increíble cuando se dio el lujo de ingresar al campo de juego con 16 años y 298 días ante la mirada de su familia en las tribunas del Camp Nou.
Fati aprovechó con creces la oportunidad que le dio Valverde y una semana más tarde se transformó en el jugador más joven en la historia del Barcelona en meter un gol en partidos oficiales. Sin perder tiempo, el club lo blindó con un contrato hasta 2022 y una cláusula de rescisión de 170 millones de euros, que subirá a 400 millones cuando el extremo cumpla 18 años.
La proyección de Ansu Fati es un arma de doble filo para el “Barca”, porque su talento es innegable, pero su futuro es incierto. Este año, el juvenil le soltó la mano a su representante de toda la vida, Rodrigo Messi (el hermano del “10”), y ahora trabaja junto al poderoso Jorge Mendes, quien también asesora a Cristiano Ronaldo. Los dirigentes temen que el mánager obnubile a la “joyita” con un contrato jugoso y se lo lleve lejos de casa. Mientras tanto, el delantero se convirtió en el jugador de menos edad en meter un gol para la Selección Mayor de España y se dedica a hablar dentro de la cancha.
Erling Haaland, el “tanque” de Noruega
Erling Haaland nació en Inglaterra de pura casualidad. Llegó al mundo el 21 de julio del 2000, cuando su papá estaba jugando en la Premier, donde se desempeñaba como zaguero y era capitán del Manchester City. Su carrera terminó antes de lo esperado por una jugada escalofriante en un derbi de Manchester: tenía una pica con el delantero Roy Keane por un cruce de varios años atrás, y el irlandés se desquitó en una pelota dividida con una patada artera que le destrozó la rodilla. Haaland padre se retiró del fútbol poco tiempo después, y volvió a su Noruega natal junto a toda la familia.
A pesar del destino de su papá, el pequeño Erling Haaland estaba enamorado del juego. Debutó en la primera de su país en el 2016, cuando era un adolescente, y jugó bajo las órdenes de Ole Solskjaer. El histórico jugador del Manchester United les avisó a los dirigentes del club inglés que el chico prometía, pero nadie escuchó su recomendación. Un par de temporadas más tarde, notaron que habían cometido un grave error.
Haaland demostró todo su potencial en la liga de Austria y el planeta fútbol presenció el nacimiento de un goleador letal. Defendiendo los colores del RB Salzburgo, hizo 8 goles en sus primeros 5 partidos en Champions League. Jugando para Noruega, convirtió 9 tantos en un partido del Mundial sub-20 y se metió en la carpeta de todos los grandes de Europa, para finalmente mudarse a la Bundesliga de Alemania.
Borussia Dortmund se hizo con los servicios del goleador a cambio de 20 millones de euros, y hoy disfruta de sus 194 centímetros de pura potencia. Aún así, la fama no le tuvo piedad. Haaland fue noticia por pelearse en un boliche, y las redes viralizaron su discusión con los guardias de seguridad. También quedó mal parado en un duelo de Champions, cuando sobró a los jugadores del Paris Saint Germain en un festejo de gol y después su equipo quedó eliminado. Aunque su nivel nunca se vio afectado, el delantero tendrá que sumar esas experiencias como aprendizajes para llegar a lo más alto del fútbol europeo.
Phil Foden, la debilidad de Pep Guardiola
Toda la vida de Phil Foden gira en torno a la ciudad de Manchester. Es el lugar en el que nació, el 28 de mayo del 2000, y donde descubrió su amor por el fútbol, yendo a alentar al Manchester City. Integró las inferiores de los “Ciudadanos” desde que tenía seis años, y a los 17 cumplió el sueño de jugar en el equipo del que es hincha.
Pep Guardiola lo vio en las prácticas de su categoría y quedó maravillado. Foden ya había sido figura en las selecciones juveniles de Inglaterra, pero no había tenido una chance en la primera de su club. Tras su debut profesional, su técnico le dedicó elogios tan contundentes que su nombre se robó todos los titulares. Pep declaró: “Tuvieron suerte, porque vieron el primer partido de Foden en el City. Es el jugador más talentoso que vi en mi carrera como entrenador”.
Se convirtió en el jugador más joven en conquistar la Premier y poco a poco se ganó su lugar en la mitad de la cancha. Ubicado como enganche o desde la posición de volante central, Guardiola lo hizo titular y aseguró que Foden es el único jugador intransferible de su plantilla. No son pocos quienes ya lo comparan con Andrés Iniesta.
Sin embargo, el 2020 también fue noticia por sus acciones fuera del campo. Primero, porque en plena pandemia se fue a jugar un partido a la playa con sus amigos, lo que estaba prohibido por el gobierno británico. Más tarde, porque junto a un compañero hicieron pasar a dos modelos al hotel donde se concentraban junto a la selección de Inglaterra, rompiendo todos los protocolos de sanidad. Luego del escándalo, Foden pidió disculpas con un comunicado en el que le recordó al mundo lo que su juego hace olvidar: “Soy un joven jugador con mucho por aprender”.
Ansu Fati, Erling Haaland y Phil Foden son solo tres casos de una generación de promesas que tienen todo por ganar y muchas chances de perder. Un mal manejo de las redes sociales, la exposición mediática, actos de indisciplina o rodearse de las personas equivocadas pueden ser la perdición para quienes sueñan con ganarse un lugar entre los mejores futbolistas del mundo. Después de todo, el deporte profesional no les perdonará nada por el simple hecho de ser jóvenes o inexpertos: tendrán que enfocarse y trabajar muy duro para alcanzar la gloria y no morir en el intento.
