River y Boca miden fuerzas este domingo en un partido que es mucho más que un partido. Eso no es novedad. Pero en esta frase hecha sí hay novedades: vuelve el público al fútbol argentino, y justo en el clásico. El torneo comienza a delinear a sus candidatos, y justo en el clásico. Y un River hambriento, y un Boca en alza, se juegan buena parte de sus chances justo en el clásico.
Y en los dos aparece un factor común: la trascendencia de los juveniles que, sin querer queriendo, se metieron de lleno en la consideración de los entrenadores y en el mapa mediático de los dos clubes más poderosos del país.
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River sufrió un doble golpe muy duro en el amanecer del semestre: la eliminación en la Copa Libertadores, ante Atlético Mineiro, y en la Copa Argentina, frente a Boca. El equipo de Marcelo Gallardo, acostumbrado a pelear hasta las instancias finales, quedó con un solo objetivo en la mira.
En su exitoso ciclo, el director técnico aún no pudo dar la vuelta olímpica en la liga doméstica, por lo que le pone todas las fichas. El arranque del “Millo” fue irregular, pero después se acomodó y fue una tromba que no paró de ganar para soplarle la nuca al líder Talleres.
River tiene una columna vertebral basada en jugadores de experiencia y rodaje con un gran presente. Franco Armani, Milton Casco, Paulo Díaz, Enzo Pérez, De la Cruz o Matías Suárez, por ejemplo, pueden ubicarse en ese listado. A ellos, además, se les suma un puñado de pibes que ya se plantan como grandes.
Franco Armani
El jugador más experimentado de la nueva camada del “Millo” tiene apenas 21 años y luce el 9 en la espalda. Julián Álvarez se convirtió en uno de los favoritos de Gallardo, y disfruta de un 2021 de ensueño: el oriundo de Calchín fue convocado por Lionel Scaloni a la Selección mayor e integró el plantel que se coronó campeón de América.
Marcelo Gallardo junto a Julián Álvarez
Ya de vuelta en Núñez, se consolidó en el ataque en base a goles, gambetas y efectividad, y es uno de los máximos artilleros del “Millo”, junto a Braian Romero, con cinco tantos.
Otro pibe que viene sumando minutos, y que fue titular en los últimos partidos, es Santiago Simón. El volante, de 19 años, le viene dando soluciones a Gallardo a partir de su polifuncionalidad.
Santiago Simón
Tras largos viajes entre su Tortuguitas natal y Núñez en inferiores y pasar por los seleccionados juveniles, llegó a primera y ganó más rodaje en este semestre. Atrevido y versátil, aporta frescura, pases y compromiso en el ida y vuelta a la estructura riverplatense.
También pueden considerarse en este ítem a otros dos que la pelean arriba: Benjamín Rollheiser y Federico Girotti.
Benjamín Rollheiser
Rollheiser, de 21 años, viene de ser titular en los últimos dos partidos, y le da velocidad a la ofensiva de “La Banda”, aunque en el debe tiene la falta de gol.
Federico Girotti
Girotti, en tanto, arrancó con toda y llegó a tener un promedio de gol abrumador, pero después su rendimiento cayó en una meseta y tuvo que correr de atrás.
En la vereda del frente, Boca vive un momento particular, donde los pibes empezaron a ganar cada vez más terreno. “El Xeneize” tuvo un muy mal arranque del semestre, con la eliminación en la Libertadores y un flojo comienzo en el torneo local.
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La mala racha del equipo azul y oro sacó del cargo a Miguel Ángel Russo, y en su lugar asumió Sebastián Battaglia, un ídolo del club que venía haciendo un gran trabajo en la Reserva. El entrenador logró sacar del pozo a un Boca que comenzó a recuperar terreno en la tabla.
A la base sólida a partir de nombres de experiencia, como Agustín Rossi, Carlos Izquierdoz, Marcos Rojo o Cristian Pavón, por ejemplo, se incorporaron juveniles que piden pista y pisan fuerte.
Agustín Almendra, de 21 años; Alan Varela, de 20, y Cristian Medina, de 19, son tres que aparecieron en el radar ya hace varios meses, y que llegaron a conformar, en más de una ocasión, el mediocampo titular del elenco de la Ribera.
En este campeonato, perdieron algo de consideración e intercalaron su lugar en el once inicial con puestos de recambio. Sin embargo, en sintonía aparecieron otros nombres: Aaron Molinas y Rodrigo Montes.
Molinas, de 21 años, llegó al “Xeneize” tras quedar libre de River, en 2011. El talentoso enganche nacido en San Justo tuvo su primera pretemporada con Alfaro y después aprovechó cada oportunidad que se le presentó hasta afianzarse como una pieza importante en el funcionamiento del equipo.
Aaron Molinas
Montes es cordobés y tiene 21 años. Hizo sus primeras armas en Atalaya y recaló en el club de la Ribera en 2011. Debutó en primera en aquel recordado partido donde Boca tuvo que presentar a la Reserva ante Banfield, se fue ganando un lugar y llegó a inflar la red en el triunfo sobre Atlético Tucumán.
También pueden considerarse a Luis Vásquez, artillero de la Reserva. Nacido en abril del 2001, se fue haciendo un espacio a partir de su olfato goleador y rompió la racha adversa azul y oro con su tanto ante Patronato.
Luis Vásquez
Su papá del corazón, Rubén Cañete, había asegurado que al entrar el "Changuito" Exequiel Zeballos, otra joya de la cantera, Luis iba a tener una oportunidad clara para demostrar su talento en el área.
Agustín Sández, Agustín Obando, “El Colo” Barco o el propio “Chelo” Weigandt, que aunque es más experimentado tiene apenas 21 años, también pueden considerarse entre las apariciones contemporáneas del “Xeneize”.
Muchas veces se dice que los pibes ganan partidos, y los hombres, campeonatos. Aunque no sea cosa de juveniles, el superclásico puede definirse a partir de ellos. ¿El campeonato también, o es muy apresurado? ¿El vencedor del clásico marcará un antes y un después en el torneo? ¿Son más determinantes los pibes de River o de Boca? ¿Quién es el candidato a ganar esta tarde?
