El fútbol americano es un deporte apasionante, con millones de fanáticos en todo el mundo y que, lamentablemente, es muy difícil de entender para los curiosos que se sientan a ver un partido por primera vez. ¿Para qué frenan el juego tantas veces? ¿Qué señalan todas esas líneas en el césped? ¿Por qué hablan tanto de las yardas? Son muchas preguntas para hacerse y, por lo general, surgen todos los años en el mismo día: el primer domingo de febrero, cuando se juega el famoso Super Bowl.
No hace falta ser un experto en el deporte para saber que, al menos en Estados Unidos, el Super Bowl es cosa seria. Como mínimo, lo escuchamos nombrar en alguna película o serie norteamericana. Y es que, efectivamente, es una jornada muy importante para ellos: por encima del básquet, del béisbol y del hockey sobre hielo, el fútbol americano es el deporte más popular del país, y el Super Bowl es el partido más esperado, la gran final.
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Una tradición moderna
Para empezar a entender este fenómeno hay que retroceder en el tiempo hasta 1966, hace poco más de medio siglo. El ‘66 fue un año bisagra para el fútbol americano porque la Liga Nacional (NFL) y la Liga Americana (AFL), las dos organizaciones más importantes del país, decidieron fusionarse y armar un solo torneo: 32 equipos, divididos en dos grandes conferencias y un partido final entre los mejores de cada zona, a todo o nada. La decisión fue un acierto en todos los sentidos y cambió el negocio del deporte para siempre.
La industria del fútbol americano genera billones de dólares cada año, y el Super Bowl es la frutilla del postre. El espectáculo cautiva a más de 100 millones de espectadores que lo siguen por televisión y excede ampliamente lo que pasa dentro del campo de juego. Uno de los mayores atractivos del evento es el “show de medio tiempo”, donde actuaron algunos de los artistas más populares del mundo. Por allí pasaron Michael Jackson, Madonna, Paul McCartney, los Rolling Stones y una larga lista de estrellas que, en muchos casos, sienten que se juegan parte de su prestigio en una presentación de 15 minutos.
Cómo mirar el partido sin morir en el intento
Pasemos a lo deportivo. El fútbol americano es un juego que nació en los Estados Unidos a fines del siglo XIX, inspirado mayormente en el rugby. Un partido de fútbol americano se divide en cuatro cuartos de 15 minutos cada uno, juegan 11 contra 11 y gana el que anota más puntos. La jugada que más puntos vale es el “touchdown”, que consiste en llevar la pelota a la zona de anotación del otro equipo, muy similar a un try en el rugby. Hay muchas reglas complicadas a tener en cuenta, pero para ver un partido suelto, lo importante es recordar lo siguiente: el objetivo de los equipos es llevar la pelota a la zona de anotación del rival, es decir, al extremo opuesto de la cancha.
Para poder disfrutar como espectador la final de este domingo, debemos tomar una decisión muy importante: por quién vamos a alentar. Aunque solo sea por un rato, jugársela por un equipo y ponerse en la piel del hincha puede cambiar totalmente la experiencia. Eso sí, va a estar complicado alentar desde las tribunas: aunque con capacidad limitada por la pandemia, las entradas para ver el Super Bowl desde el estadio se vendieron por un valor de entre 10 mil y 25 mil dólares cada una. Para decirlo en criollo, un millón de pesos argentinos no alcanzan para comprar, ni siquiera, la entrada más barata.
Los finalistas: el campeón vigente contra "el Pirata"
Conozcamos a los finalistas. Por un lado tenemos al último campeón, los Kansas City Chiefs. Es el equipo que jugará la final vestido de color rojo y en condición de visitante. Su figura es el mariscal de campo Patrick Mahomes, un jugador de 25 años al que muchos pintan como la gran figura del futuro, destinada a romper todos los récords. Si querés alentar por el actual campeón y las jóvenes promesas, tenés que ponerte del lado de Kansas.
El equipo retador es el Buccaneers de Tampa Bay. Son los que vestirán el uniforme blanco y juegan de local. Su gran estrella es Tom Brady, el jugador más laureado de todos los tiempos. Ganó el Super Bowl en 6 oportunidades y, a sus 43 años, quiere seguir haciendo historia. Y un detalle no menor para los futboleros cordobeses: a este equipo le dicen “el Pirata”. Entonces, si preferís ponerte del lado de la experiencia y te gusta la idea de arruinarle la fiesta al último ganador, tenés que alentar por los de Tampa Bay.
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Ahora sí, está todo preparado para uno de los eventos deportivos más importantes del planeta, Tampa Bay contra Kansas, el Super Bowl. Y aunque sabemos que es un deporte poco conocido en nuestro país, eso no significa que no podamos disfrutar del espectáculo por un par de horas. Después de todo, hasta que vuelva nuestro querido y caótico fútbol argentino, no nos hará mal sentarnos a ver de qué se trata el deporte (y el show) del fútbol americano.
