Talleres de Rafaela

Gabriel Rodríguez

Hay veces en que la historia te pone a jugar en las grandes ligas, entonces inflás el pecho porque tu equipo fue primero en esto y primero en lo otro. Por caso, Talleres fue el primer equipo cordobés en los metropolitanos, el primero en salir campeón de un torneo de AFA, el primero en ganar una copa internacional… Pero la historia también le marca que fue el primero de los ‘Grandes’ de Córdoba en descender al Argentino “A” no una, sino dos veces y un tiempo antes que eso sucediera, Talleres también fue primero en otra cosa.

Nunca un equipo de Córdoba Capital hizo de local fuera de la provincia. ¿Sabe quién fue el primero?... Sí, Talleres. A un Talleres que le pasó de todo y al santafesino Matías Leonel Quiroga no se le escapa detalle del contexto.

"Veníamos de 19 fechas sin poder ganar , el Técnico era Capitano, salimos de Córdoba ganamos el primer partido contra Villa Mitre", contó.

Entonces gerenciado, estuvo una rueda entera sin ganar, con cuatro entrenadores y uno de ellos Salvador Capitano 

"Entendí por qué le costaba conseguir entrenadores a Talleres, por la situación del equipo", explicó. 

En uno de los torneos rompió su peor récord en AFA al obtener 19 puntos en 19 fechas, en el otro fue último con 9 puntos en 19 jornadas, sus hinchas se dividieron entre aquellos “fieles” y los de color “violeta” 

Gareca, su máximo exponente en la dirección técnica, terminó su ciclo sin ganar un solo partido.

Salvador Capitano fue el cuarto técnico de aquel plantel, que ya venía golpeado y dirigió esa vez. Explicó que primero hizo de psicólogo, luego que lo mejor fue salir de Córdoba para descomprimir y finalmente que ese Talleres no era para cualquiera. 

"Me tocó trabajar mucho más la cabeza de los jugadores que tácticamente", contó. 

La única que le faltaba era tener que irse a otro lado para jugar de local porque no tenía cancha. Quiroga, el santafesino de gran momento en 2007, no olvidó el por qué. 

¿Y la Boutique? No estaba en condiciones. ¿Y el mundialista? Afectado al rally. ¿En Instituto? Un mes atrás, había hecho de local allí ante Atlético de Rafaela, perdió, el cotejo se suspendió por agresión al juez, se fue Gareca y los hinchas rompieron todo, cancha y barrio. La de Racing fue descartada porque debería jugarse sin público, ya que la policía sólo le prestaba el servicio en el Chateau. Y la de Belgrano… es la de Belgrano. ¿Conclusión? No tenía lugar en su ciudad.

Entonces, el 7 de mayo de 2007, por la 15° fecha del Clausura de la B Nacional el Albiazul hacía de anfitrión por primera y única vez fuera de Córdoba: y el lugar fue el estadio de Sportivo Ben Hur de Rafaela. Sin embargo… ese no fue el escenario designado por AFA que había propuesto la de Atlético de Rafaela que por cuestiones de seguridad le dejó el lugar al Parque Ilolay.

Talleres llevaba 19 fechas sin victorias (con 14 derrotas), desde el 4 de noviembre de 2006 cuando con tantos de Píriz Alves y Diego Ceballos venció a Huracán de Tres Arroyos 2 a 0, rival que una semana antes –el 28 de abril- le ganó 1 a 0 y sentenció una rueda entera, un torneo corto entero sin triunfos para la “T”.  Aquella tarde en Rafaela goleó a Villa Mitre de Bahía Blanca, rival directo por la permanencia, 5 a 3.

Ceballos dos veces , Matías Quiroga otra dos  y Javier Malagueño  marcaron para el “local”; en tanto que Julio Mugnaini hizo uno de los tantos del rival.

Ese Talleres alistó a: Dulcich; Trullet, Gill, Malagueño y Correa; Buffarini, Giménez y Dragojevich; Quiroga y Garay; Ceballos. Luego ingresaron Damián Felicia, Ramiro Pereyra y el colombiano Oscar Villarreal.

Los diarios La Voz y La Mañana coincidieron sobre el final de la temporada que lo de aquel Talleres fue penoso, futbolísticamente lamentable, deportivamente nulo, matemáticamente mínimo. Contra todas las expresiones de anhelo y presunciones de mejoría, decepcionó siempre, no encontró el rumbo y transformó con el paso de las fechas la preocupación en desesperación. 

Fue la peor campaña de Talleres en toda la historia, jugando en AFA. Es más, un 7 de mayo fue declarado como día del “Hincha de Talleres” debido a que ese lunes viajaron más de tres mil personas a ver un equipo devastado en lo deportivo y un club quebrado literalmente. Emmanuel Giménez habló de una serie de problemas que repercutieron en la campaña.

Ateliers, manejada por Carlos Granero, había arribado con Bernard Caiazzo (titular de Saint Etienne), Pizza, Villa, Altieri… y se fueron todos. Habían pasado dos años y algo más de la quiebra, sobrevivió por una ley pero se ve que algunas situaciones siguieron siendo moneda corriente: el plantel aplicaba medidas de fuerza (discusiones sobre contratos en blanco y privados), tres cuerpos técnicos que se fueron y una conducción cuestionada... Diego Héctor Garay, quien había arribado como refuerzo en el verano con Gareca diagnosticó que una mala cosa fue llevando a la otra. 

La temporada la empezó Roberto Saporiti quien se fue en la 8° fecha del Apertura tras golear a Instituto en el clásico 4 a 2 y hasta fin de 2006 la dupla Oste – Fabián Carrizo le puso el pecho a las balas. Carrizo había arribado en agosto de ese año para hacerse cargo de las formativas del club y terminó dirigiendo al primer equipo. 

Había que encontrarle la vuelta, entonces Ateliers va a buscar a Ricardo Gareca con el negativo antecedente de 2001: 8 derrotas y 1 empate, pero era Gareca. Con él regresaba otro hijo pródigo como Diego Garay. Su debut se produjo el 28 de enero en un 2 a 2 con Defensa y Justicia en el Chateau y no logró enderezar la causa: perdió el clásico ante Instituto que lo superó con tanto de Benito Montalvo y dicen los que saben, que allí mismo renunció. Lo hicieron aguantar un par de fechas más y no hubo caso: 4 empates y 7 caídas en otro fatídico mal ciclo.

Pero claro, no todo puede ser tan malo. En esa temporada aparecen Julio Buffarini, Roberto Moreira Aladana, Julio Cosaro y un tal… Javier Pastore, quien debuta un 27 de enero, en cancha de Instituto, descociendola en un amistoso ante Chacarita. 

Y Talleres terminaba último en una temporada para olvidar. Desde 1969 cuando jugó el primer Nacional, fue local en cinco estadios durante más de mil partidos oficiales: Estadio Córdoba (hoy Kempes), la Boutique, el Monumental, el Miguel Sancho y el Gigante (donde en 1970 disputó dos cotejos) pero nunca nadie salió de Córdoba… Talleres fue el primero.