Se acerca fin de año y es época de balances. Y el fútbol, parte intrínseca de la vida cotidiana, no es la excepción. El torneo de Primera División baja la persiana y da pie al tradicional análisis: ¿Qué equipo cumplió las expectativas? ¿Quiénes fueron los mejores? ¿Y los peores? ¿Cuál fue la revelación del torneo? ¿Y cuál (o cuáles) las grandes decepciones?
Como nunca, a raíz de un calendario apretado y torneos hechos a las apuradas, con numerosos 26 equipos, sin descensos y copas nacionales que al final no se contarían como tales, entre la Copa Maradona, la Copa de la Liga, la Supercopa Argentina, la Copa Argentina y el Torneo de la Liga Profesional se jugaron 564 partidos a falta de cuatro para terminar la temporada más el Trofeo de Campeones.
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Si de mejores se habla, indudablemente que River se pone el traje, consagrándose campeón tres fechas antes. Es cierto que tuvo un arranque irregular, cuando la doble competencia con la Libertadores lo dejó noveno en el Torneo de la Liga en la 7° fecha. Pero desde ahí fue demoledor, en la fecha 14 le ganó 3-1 a Central Córdoba, aprovechó el traspié de Talleres en Florencio Varela, agarró la punta y dio la vuelta olímpica ante Racing con números extraordinarios: 17 invicto, sacando 34 puntos de 36 posibles y un Julián Alvarez que vale lo que dicen que vale: hasta la vuelta olímpica había marcado 17 goles en 18 partidos.
Inobjetable River. Inobjetable Gallardo con el River más terrenal de los últimos tiempos. Un monstruo competitivo, con una capacidad de reinventarse y mantenerse en un alto nivel durante años, siendo una fiel demostración que en el fútbol nuestro sí se puede trabajar a largo plazo. El “Muñeco” logró sacarse la piedra del zapato y alzó el ansiado título local que le venía faltando.
Trece títulos en siete años y medio, tiempo en donde en los otros cuatro grandes pasaron 37 entrenadores y en donde ningún técnico en el mundo ganó tanto como él. La frutilla del postre es ésta: nadie eliminó cinco veces seguidas a su eterno rival como Gallardo ante Boca. Va por más, se quedará otro año dejando atrás especulaciones periodísticas. Y hasta Riquelme tuvo una sorpresiva reflexión sobre la continuidad del “Muñeco”, admitiendo que eso es bueno para el fútbol argentino.
No obstante, el técnico que tuvo una gran temporada es Alexander Medina. “Cacique” sacó agua de entre las piedras porque Fassi le desarmó a Talleres pero se las arregló para estar a un paso de ser subcampeón y haber llegado a la final de Copa Argentina.
Los chispazos con el presidente no amedrentaron al uruguayo que en 2021 ha sacado 91 puntos, los mismos que Vélez y apenas por debajo de los 100 de River. Tercero en la Copa Maradona, octavo en la Copa de la Liga cayendo por penales ante Colón que sería campeón, peleó la clasificación en la Copa Sudamericana, escolta de River, fue puntero seis fechas seguidas, tercero en la tabla anual, finalista de la Copa Argentina y clasificó a la fase de grupos de la Copa Libertadores.
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Por si fuera poco les ganó a todos porque es el primer técnico en la historia de la “T” que venció al menos una vez a los cinco grandes. Superó a Unión en Santa Fe tras 19 años, ante Bragantino y Emelec se impuso fuera del país luego de 20 años, después de 75 años le ganó en Mendoza a Godoy Cruz, 29 años habían pasado de la última vez que le ganó al Millonario en el Monumental, otros 20 años para imponerse en el Cilindro y 19 años para vencer a Central en Córdoba. Así y todo no es seguro que siga.
Otro de los mejores equipos del 2021 fue Vélez. Lo demuestran los números, ya que termina segundo en la tabla anual, y también el rendimiento: en la primera parte de la Copa de la Liga Profesional fue el que más puntos sumó, pero después quedó afuera en los penales ante Racing. En la presente liga, arrancó tan dubitativo que en las primeras seis fechas no marcó goles y perdió tres partidos. Arrancó tarde, pero logró recuperar su mejor nivel, meterse en el lote de arriba y sellar el boleto a la Libertadores.
El 2021 fue el año de Colón. Sobre todo, claro está, por lo edificado en la primera parte, donde logró un histórico título al alzar la Copa de la Liga Profesional tras vencer con autoridad a Racing en la final, de la mano de un equipo sólido y un “Pulga” Rodríguez endemoniado. El Sabalero fue el cuarto campeón de los de “tierra adentro”, después de Central, Newell’s y Talleres.
Entre los puntos altos también se destacan el Estudiantes de Zielinski, que fue protagonista durante gran parte del certamen, coronando con la clasificación al repechaje de la Libertadores y confirmando que el “Ruso” se amolda a todo, tenga mucho o poco. ¿Defensivo? Es el equipo más goleador después de River en la Liga y en la tabla anual. Lanús es otro de los que soñó de la mano del interminable “Pepe” Sand, convertido en el primer futbolista que con 41 años anota en la máxima categoría, y José López, aunque se quedó sin nafta. Y Defensa y Justicia, que levantó al final y tiene chances de cerrar la Liga Profesional como subcampeón con un Becaccece hecho a la medida, cerrando esta etapa con 29 puntos de los últimos 33 en juego.
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¿Y quién fue el mejor jugador? El primer nombre que aparece es el de Julián Álvarez. El delantero de River explotó en el segundo semestre y se convirtió en el máximo artillero del campeonato, con algunas actuaciones galácticas, como el día que le marcó cuatro goles a Patronato.
“El Millo”, claro está, tuvo varias figuras a lo largo del torneo. Hasta su lesión, Matías Suárez era el mejor futbolista argentino y otro nombre que se puede considerar en esta lista es el de Enzo Pérez, quien de yapa, se dio el lujo de quedar en la historia al atajar en un inédito partido de Libertadores en el que, encima, River ganó.
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Talleres también tuvo a figuras. Entre ellas, se destacaron Federico Navarro hasta que lo vendieron, Carlos Auzqui, Diego Valoyes y Michael Santos. Navarro era el jugador de más quite y posterior pase correcto. “El Perro” tuvo una seguidilla bárbara de partidos en los que encontró el mejor nivel de su carrera y aunque al final renegó con las lesiones, los números lo avalan: es el tercer goleador de la era Medina. El colombiano, en tanto, continuó consolidándose a fuerza de velocidad y goles: después del receso por la pandemia apareció con 13 tantos y 11 asistencias, y fue una carta de peligro permanente en el ataque albiazul. Y a Santos le costó pero cuando tuvo sus chances demostró jerarquía para asociarse en equipo porque es un “9” que además de hacer goles (lleva 14, los mismos que Valoyes) puede devolver una pelota y jugar.
Vélez tuvo a Thiago Almada, Lanús a los mencionados Sand y López, Colón al “Pulga” en el primer semestre y Rosario Central al eterno Marco Ruben, que apareció con todo su olfato goleador en el tramo final del año para pasar a ser el máximo artillero del “Canalla” de la historia con sus 101 tantos.
No mencionamos a Boca. “El Xeneize” estuvo lejos de tener su mejor año en el plano futbolístico, pero le alcanzó para gritar campeón dos veces, en los extremos del 2021. En el ya lejano enero, venció a Banfield en los penales y se quedó con la Copa Maradona.
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Los mismos penales fueron los que estuvieron otra vez de su lado el pasado miércoles, cuando superó a Talleres desde los 12 pasos y levantó la Copa Argentina. Pese a ello, estuvo lejos de alcanzar los siempre exigentes estándares que implica el club de la Ribera, quedó con las manos vacías en la liga y también fue eliminado prematuramente en la Libertadores.
Racing e Independiente tuvieron un 2021 extraño, signado por los altibajos. “La Academia”, sin brillar, se comió cinco en la final de la Supercopa ante River y llegó a la final de la Copa de la Liga Profesional de la mano de un cuestionado Pizzi, pero cayó con contundencia ante Colón. Ahora, ya con Gago en el banco, alterna buenas y malas y despide el año sin pena ni gloria.
“El Rojo” también se ilusionó en el primer semestre, pero el propio “Sabalero” lo dejó afuera en semis. En la segunda parte del año, también largó con todo, se desinfló y ahora piensa más en las urnas que en la cancha.
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San Lorenzo entra en el lote de las grandes decepciones. En la Copa de la Liga no avanzó a la fase final, y el certamen que termina este fin de semana lo tiene navegando en los últimos puestos, tuvo tres técnicos, problemas con los Romero y un Tinelli presidente de licencia y ausente.
El fútbol argentino despide un año largo y muy particular, que empezó sin hinchas y terminó con estadios llenos, y que estuvo signado por los coletazos de una pandemia que aún sigue presente.
Pasó la Copa Maradona, la Copa de la Liga Profesional, la Liga Profesional, la Copa Argentina, la Libertadores y la Sudamericana. En época de balances, este incompleto repaso invita a renovar las preguntas: ¿Quiénes fueron los mejores? ¿Y los peores? ¿Cuál fue la revelación del torneo? ¿Y cuál (o cuáles) las grandes decepciones?.
El 2021 baja el telón, al igual que el torneo de Primera División. Lo que se abre, como cada vez que diciembre amanece, es el bendito balance. Que, por supuesto, enciende el debate.
