Final no apto para cardíacos el de la Primera Nacional que cuenta con dos certezas desde hace exactamente diez años: la primera es que el acto de cierre es atrapante, caliente y no menos polémico; y la segunda es que no tendrá equipos de Córdoba Capital luchando por el premio. Es que Belgrano, el último que peleó un ascenso allá por 2011 y con el segundo equipo más oneroso de la categoría, hizo sapo y ni hablar de Instituto que derrocha técnicos y jugadores por doquier y disputará su 16° temporada consecutiva en el ascenso.
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Con una fecha por jugarse, son diez los equipos que entre posibilidades de ir por la final única o por el reducido, no podrán especular. Recordemos que son 35 los conjuntos del certamen, divididos en dos zonas, una de 17 y la otra de 18 equipos, en el que los primeros de ambas jugarán la final única por el primer ascenso a la Liga Profesional. El perdedor de ese choque tendrá revancha, accediendo a semifinales del reducido que lo jugará junto a los que hayan ocupado los puestos 2, 3 y 4 de cada grupo.
En la zona A, Tigre y San Martín de Tucumán lideran con 57 puntos, se enfrentarán entre sí en el Jardín de la República; y son seguidos por Quilmes y Almirante Brown con 56. El Cervecero visitará a Belgrano y La Fragata será local de Alvarado. Si no hay ganadores en ninguno de los tres partidos el finalista será Tigre ya que tiene cinco goles más de diferencia, pero si hay un vencedor ése será el que irá por el primer ascenso más allá de Quilmes y Almirante que no la tendrán fácil: el de Alberdi querrá despedirse de su gente con mucha vergüenza deportiva y la historia marca que nunca lo dejó festejar a Quilmes en instancias decisivas. Y Almirante se verá con un Alvarado que ganando podría asegurarse su lugar en la Copa Argentina.
Lo de Brown es increíble. En la fecha 26 parecía inalcanzable porque tras la igualdad entre San Martín y Belgrano quedó la tabla así: 49 puntos Almirante; 43 Tigre; 42 Quilmes y San Martín; pero ganó uno de los últimos siete.
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Si San Martín lleva 14 sin perder y sólo cayó en dos de los últimos 26, sacando 54 de 78 puntos posibles, es lógico que esté arriba. Y el destino quizá quiera que pueda enfrentarse en una eliminatoria al equipo de Chiqui Tapia, presidente de una AFA a la que enfrentó y denunció por aquella asamblea irregular que reeligió a Tapia.
Tigre fue arbitrado por muchos jueces de Primera, pareciendo protegido con las designaciones de Abal, Baliño 4 veces, Echavarría, Mastrángelo, Merlos y Paletta; y junto a Quilmes después de Barracas Central, son los que más penales a favor tienen: 8. El dato es que Quilmes se impuso en 6 de los últimos 9 juegos y de esos 6 que ganó, en 4 tuvo un penal.
Nadie explica por qué con una diferencia de cuatro fechas, entre la 27 y la 30, Lucas Novelli Sanz, arbitró dos veces a Agropecuario, con dos victorias, claro, habiendo 50 jueces en la categoría. Y menos aún por qué Pablo Vegetti pudo anotar dos goles con la mano/brazo sin que árbitros y asistentes se percataran. ¿Qué pasa con los árbitros? Aquí responde Emilio Silva, ex juez de Liga Cordobesa y formador de la Asociación Cordobesa de Árbitros de Fútbol: “No quiero pensar que existe una intencionalidad. Somos muchos y nos conocemos poco, y sabemos lo que cada uno está dispuesto a hacer para mantener su cargo, como Federico Beligoy al frente de los árbitros”.
Si Guillermo Farré sacó el 62% de los puntos en juego como DT de Belgrano… ¿por qué no alcanzó? Fácil, porque si vos traés 10 refuerzos y sólo uno (Novaretti) estuvo a la altura, dos se fueron a mitad de temporada y las figuras terminaron siendo los que ya estaban (Losada, Zapelli, Longo, Vegetti y Balboa que era una vuelta), el final es cantado. Orfila sacó 11 puntos de 27 y en las primeras ocho fechas hizo debutar a 7 juveniles. Con los cuatro de arriba sumó 8 puntos de 24 y después enfrentó al peor Atlanta y perdió, al peor Estudiantes (RC) y empató. Obolo, el Director Deportivo, dijo “ascenso o fracaso”… y Belgrano no ascendió.
En la zona B, Barracas Central, el equipo que dirige el relator Rodolfo De Paoli, equipo del que todo se sospecha, lidera el grupo con 55 puntos, seguido de Ferro con 54, Güemes 52, Independiente Rivadavia y Morón con 50, y Gimnasia (J) 49.
El Guapo depende de sí mismo en su visita a Villa Dálmine y con una victoria será finalista. El escolta Ferro la tendrá brava ante Almagro que buscará un triunfo para entrar a Copa Argentina y el tercero, Güemes, otro equipo de los sospechados con ayudas arbitrales, será local de Morón que conserva chances de reducido con los tres puntos. Y acá se podría producir algo insólito: si Barracas pierde, Ferro empata y Güemes gana, igualarán la primera posición y ahí la ventaja es de Oeste que dobla en diferencia de goles a los otros dos. La expectativa del Gallito y de Independiente de Mendoza en su visita a San Martín de San Juan en el clásico de Cuyo es ganar ya que así terminarían tercero y cuarto. Y Gimnasia (J) sólo tiene una luz de esperanza pero muy difícil: su triunfo ante Defensores de Belgrano por goleada, contando victoria de Morón y caída de la Lepra.
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La pelea está en el pico de la efervescencia, no sólo por la paridad sino también por el clima hostil generado por los errores arbitrales, principalmente a favor de un mismo equipo y casi siempre en la misma cancha: Barracas, curiosamente apenas televisado en 4 de los últimos 11 cotejos. ¿Usted sabía que Barracas ganó 5 partidos sobre la hora? En el minuto 84 a San Martín (SJ) 3-2, a los 85’ a Dálmine 1-0, a los 88’ a San Telmo 3-2; entre los 91’ y 95’ le hizo dos a All Boys y lo venció 2-1, y a los 92’ a Brown (A). Ah… y le empató sobre los 90’ a Santamarina. Emilio Silva tiene más por decir: “Estamos viendo arbitrajes y asignaciones sospechosas que no se pueden probar, o sí, pero no hay quién lo haga”, declaró a Cadena 3.
Pablo Dóvalo, recientemente ascendido a Primera, lo dirigirá el lunes. ¿Sabe cómo le fue con Dóvalo? En cinco partidos ganó 2 y empató 3, siendo el que más lo dirigió en éste torneo y también en el suspendido por la pandemia 2019/20 con 3. Dóvalo fue el que cobró un penal sobre la hora a favor de Barracas en el choque ante Ferro, que el arquero verdolaga contuvo y tras esa acción cobró tiro libre indirecto a favor del Guapo.
Barracas jugó ante Instituto en Alta Córdoba, que le ganó por la mínima con gol de penal, pero antes hubo otros dos penales evidentes que el juez no cobró. Y hablando de penales, el equipo de De Paoli es el que más tiene: 9. El árbitro Carlos Córdoba con 9, es el segundo juez que más penas máximas cobró. ¿Cuántos a favor de Barracas? 3. Hace casi un año, un escándalo de proporciones en un Barracas – Belgrano y un árbitro llamado Nelson Sosa sacó de quicio a Caruso Lombardi. Bravucón, bocón, vende humo como parece ser… anticipaba lo que se venía.
Y algo parecido sucede con Güemes, equipo del que fue presidente y es hincha Pablo Toviggino, la mano derecha de Tapia en AFA, que dejó de hacer de local en el Madre de Ciudades porque perdió tres de los cuatro partidos en los que cayó como local. A Ferro lo armó Christian Bragarnik, el empresario más influyente y tras un dubitativo comienzo con Diego Osella, corrigió ese rumbo con la dupla Orsi-Gómez con el que ahora lleva 14 invicto.
Se quejaron Marcos Gelabert, Pablo Vicó, Farré… Hay un miedo a hablar porque está claro que nadie quiere quedarse sin trabajo. Pero hay partidos que se hacen tensos y el futbolista o el equipo va mal predispuesto pese a que De Paoli diga que la gente no sabe nada.
Hay una sensación de que si los propios dirigentes no dicen nada, no salen a denunciar, se quedan callados, aplauden todo, por más que la prensa sí lo haga, como nosotros, nada va a cambiar. Entonces aparecen árbitros que cobran lo que no pasa, porque podés obviar algo que no viste pero nunca podés cobrar lo que no pasó.
“No va a ser fácil dirigir estos partidos. Esperemos que este fin de semana termine todo bien, porque ahora que va gente a ver los partidos no creo que se acepten así nomás las decisiones equivocadas. Quizá el árbitro no se equivoque, pero las sospechas ya están”, opinó el formador de árbitros Emilio Silva en diálogo con Cadena 3.
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Es como que todo está permitido en una AFA que arma torneos con muchos equipos, baja la línea de que la pandemia esto la pandemia lo otro y sin descensos, los clubes podrán hacer un proyecto… ¿Sabe una cosa? 20 equipos de 35 cambiaron de técnico y 24 entrenadores dejaron su cargo. Instituto, Chicago, Estudiantes (BA), Estudiantes (RC), Maipú y Guillermo Brown tuvieron tres técnicos en la temporada. De la Riva empezó en Dálmine y termina en Defensores de Belgrano, Orsi-Gómez comenzaron en San Martín (T) y están ahí de pelear por un ascenso con Ferro.
Este torneo tiene un equipo que en condiciones normales hace rato estarían en otra categoría. Desde abril de 2019, Chicago (otro de los que se enfrentó al poder) ganó… ¡7 nomás!, jugó para sacar 168 puntos y sólo obtuvo 50.
Y tiene 35 equipos. Y en 2022 serán 37. Mientras ellos se multiplican. Claudio Tapia es presidente de AFA, su hijo Matías preside Barracas, uno de sus mejores jugadores es el otro hijo, Iván; su ex suegro Hugo Moyano dirige a Independiente, Pablo uno de los hijos del ex suegro es presidente de Camioneros y Facundo, otro de los herederos asumió en Alvarado.
Un escándalo. Un papelón que todos ven y nadie hace nada para parar. Ni siquiera el presidente de AFA que debería ser el principal interesado en demostrar transparencia. ¡Pero claro… ¡No trates de entenderla!
