Villarreal y los argentinos, en su segunda ola dorada

Raúl Monti

Cuando el arquero argentino Gerónimo Rulli voló hacia su palo izquierdo y atajó el penal de De Gea, la euforia inundó a miles de corazones amarillos que, seguramente, guardan alguna bandera celeste y blanca junto al escudo de su club.

Villarreal atraviesa sus días más felices tras la obtención de la primera Europa League de su historia, y el ex portero de Estudiantes de La Plata fue el héroe del equipo español, que festejó el título en las narices del mismísimo Manchester United.

Además del arquero, el “Submarino Amarillo” cuenta en sus filas con otros dos jugadores coterráneos, ambos defensores: Juan Foyth y Ramiro Funes Mori también dieron la vuelta olímpica en Polonia.

El romance entre argentinos y el Villarreal no es nuevo: en la “primera ola dorada” del equipo brillaron, entre otros, Juan Román Riquelme, Rodolfo Arruabarrena, Juan Pablo Sorín, Sebastián Battaglia, Luciano Figueroa, Gonzalo Rodríguez y Mariano Barbosa.

A lo largo de ese proceso, logró alzar dos veces la extinta Copa Intertoto de la UEFA y casi toca el cielo con las manos en la Champions: en 2006 llegó a semifinales, donde perdió por la mínima ante el Arsenal. El partido es recordado por un penal que Riquelme falló en los minutos finales.

Con el chileno Manuel Pellegrini de técnico, el talento de Román y el olfato goleador del uruguayo Diego Forlán, ese Villarreal enamoró a todos y estuvo muy cerca de la gloria mayor.

Años después descendió, volvió a primera y visitó La Bombonera en 2017, en un amistoso que reflejó la buena sintonía entre el club y nuestro país, algo que resaltó el presidente del “Submarino Amarillo”, Fernando Roig Alfonso.

Esta semana, de la mano del exitoso entrenador Unai Emery, gritó otra vez campeón con acento argentino.