Argentina, un mundo aparte

Adrián Simioni

Ayer se conoció una encuesta que el Foro Económico Mundial hace cada año a casi 1.500 personalidades de todo el mundo, considerados líderes globales para que identifiquen cuáles son, en su opinión, los mayores riesgos que afrontarán las distintas sociedades del planeta en los próximos dos años.

Y es muy interesante detenerse en cuáles son los temas que preocupan en esta agenda mundial.

El principal, por lejos, es el clima global. El 66% de los consultados lo identificaron como uno de los mayores riesgos.

En segundo lugar aparece la desinformación. 53% de los encuestados lo señalaron como un grave riesgo. Este año algunas de las mayores democracias del mundo irán a elecciones (sólo la India, Estados Unidos, Indonesia, Rusia y México, que este año elegirán presidente, suman más de un cuarto de la población mundial) y para muchos expertos serán un campo de batalla hasta ahora desconocido para las fake news y el uso indebido de la inteligencia artificial, con alto riesgo de desestabilización política.

El tercer punto es el de la polarización política y social; la grieta cada vez más profunda que parte en mitades a cada vez más países del mundo. Es cada vez más difícil encontrar metas, instituciones y métodos que sean compartidos por amplias mayorías en cada país, un alto riesgo de disolución social. 46% de los encuestados se detienen acá.

Recién después aparecen los temas que siempre son las preocupaciones centrales en Argentina. En cuarto lugar aparece el alza de costo de vida, en el sexto, la desaceleración económica y en el puesto 13 el endeudamiento público. Están mezclados con temas de los que en Argentina ni hablamos: los ciberataques, la interrupción de suministros críticos, la posibilidad de conflictos armados, los ataques a infraestructuras, la censura y la pérdida de libertad de expresión o un riesgo nuclear.

Encima, cuando el mundo dice que le preocupa el alza del costo de vida está hablando de cambios tendenciales en precios relativos, no de inflaciones galopantes como la Argentina, que en 2023 fue la mayor del mundo, por encima de El Líbano y Venezuela. Y cuando habla de desaceleración económica habla de economías que crecen más despacio, no de 11 años de estancamiento o recesión, como nos pasa a nosotros.

Estamos tan caídos del mundo… Hemos pasado tantos años encerrados, aislados, ensimismados en nuestro propio mundo, patinando siempre en el mismo barrito que nos tiene detenidos hace décadas, que cada vez somos más marginales en el planeta. Ya ni las preocupaciones parecemos compartir con el resto de los pasajeros de esta nave populosa que viaja por el universo y que llamamos Tierra.