Cafiero, el inglés es lo de menos

Adrián Simioni

Al canciller argentino, Santiago Cafiero, se le complica cada vez más justificar la protección que le brinda la Argentina a autocracias que violan derechos humanos, como la de Maduro en Venezuela. Y ayer tuvo que responder por eso ante los senadores de la oposición.

Se ve que alguien le dijo a Cafiero que la mejor defensa es un buen ataque, pero se olvidó decirle que en esos casos hay que atacar a los amigos, no a los enemigos. Porque Cafiero no tuvo mejor idea que decir que "no hay que obsesionarse con un solo país", con Venezuela, porque, dijo, "Chile, Colombia y Argentina" también violan derechos humanos".

O sea, Cafiero se habló encima. Para justificar las contradicciones, las coberturas y las omisiones de Argentina en organismos como la ONU y la OEA, donde se tratan efectivamente las violaciones en Venezuela, el canciller da por sentado que Chile y Colombia violan derechos humanos, pese a que ninguno de esos países tengan acusaciones de envergadura en esos organismos.

¿Qué pensará el presidente de Colombia, Iván Duque? Peor: ¿qué pensará Gabriel Boric, que es progre, es del palo, que optó por Argentina a la hora de hacer su primera visita como presidente?

Es más: ¿qué hace Cafiero integrando el gobierno argentino? Según él mismo dice, en Argentina se violan derechos humanos. Y, como se sabe, por definición, para la Argentina sólo el Estado puede violar derechos humanos. Y el estado argentino está conducido por gente como Cafiero bajo las órdenes de Alberto. ¿Se va a autodenunciar Cafiero?

Cafiero es un elefante en el delicado bazar de la diplomacia. Hasta ahora nos preocupaba tener un canciller que no supiera hablar inglés. Ahora el problema es que sabe hablar castellano. Y que lo usa para hablarse encima.