Dejá nomás, Papá Noel: no nos regales más nada

Adrián Simioni

Se ha dicho y lo vamos a decir de nuevo: este año gobernantes, legisladores, políticos en general se han disfrazado de Papá Noel y nos han llenado el arbolito de goles en contra.

Hay para todos los gustos. El aumento del Impuesto a los Bienes Personales sancionado por Diputados a tres días de la Nochebuena. El consenso fiscal que nos sorprendió: muestra a casi todos nuestros gobernantes en armonía, concordia y consonancia. Al fin están casi todos de acuerdo: de acuerdo en subirnos impuestos. El gobierno de Alberto Fernández también aprovechó para meternos un decreto para impedir que las aerolíneas privadas compitan y para obligarnos a todos a pagar los pasajes carísimos de Aerolíneas Argentinas. En Buenos Aires intendentes opositores y oficialistas también jugaron a los descuidistas y llegaron a otro emocionante gran acuerdo: están todos de acuerdo en poder volver a ser reelegidos. Y hoy, en Córdoba, casi sin debate y rapidito para que se note lo menos posible, los legisladores oficialistas y algunos de la oposición van a clavarse una ley para habilitar el juego online en la provincia, algo que no enorgullece a nadie.

Del kirchnerismo todo esto no sorprende mucho. Ellos siempre están a favor de cobrar más y más impuestos para alimentar el Estado desde el que reparten plata para hacer clientelismo electoral y para emplear y contratar a sus ñoquis, militantes y votantes. O para privilegiar a sus sindicatos, como los de Aerolíneas.

Más interesante es la oposición, Juntos por el Cambio. Sin un liderazgo claro, sin una doctrina firme, gobernadores, intendentes y legisladores de la oposición aparecieron divididos en estos temas. Muchos quedaron compartiendo algunas de estas fotos con los kirchneristas. La impresión que dejan es que tienen un problema de identidad. Y no tienen un relato cautivante, que no se deje correr por el populismo, que sea capaz de explicar para qué existe Juntos por el Cambio, cuáles son sus grandes objetivos, a quién quiere representar. Por ejemplo, ¿Juntos por el Cambio está para representar a los que pagan impuestos o a los que viven de los impuestos? ¿Va a ser el partido del sector privado o va a ser la segunda selección del kirchnerismo, que es el partido del Estado?

Ojalá la oposición defina estas grandes líneas, antes de que su capital político se diluya.

Mientras tanto, desde acá les pedimos a los Papá Noel de la política que ya está bien, que dejen nomás, no nos regalen nada más, por lo menos hasta la Navidad que viene.