Fábricas de neumáticos: la solución no puede ser gomas lisas para siempre
25/02/2025 | 12:10Redacción Cadena 3
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Siempre Juntos

Nos despertamos con la noticia de que las tres fábricas de neumáticos del país están en problemas. Sobreestockeadas, con cubiertas hasta el techo en los depósitos, porque no pueden venderlas.
El emblema es Pirelli. Paró una semana la producción. Tiene que fabricar 7.000 gomas al menos para justificar la actividad. Y no logra colocarlas. Hay retiros voluntarios.
Sin embargo, se venden más neumáticos. ¿Por qué no los venden más baratos? Respuestas: no les dan los costos. Culpan a las importaciones de Brasil y Chile. Eterno: no pueden competir. El modelo.
Sin embargo, todos recordamos el 2022. Plena inflación permanente y devaluaciones cada tanto. Cepo estricto. Prohibición total de importar neumáticos que también entonces eran mucho más baratos afuera.
Era un oligopolio de Pirelli, Bridgestone, Fate y un monopolio del Sutna, el sindicato neumático radicalizado en manos del Partido Obrero, que imponía las condiciones que se le ocurrían. Imposible competir: mismos impuestos, mismos salarios, en los hechos imposible despedir a nadie.
Era el modelo proteccionista.
Tomaron las plantas, las cocinaron con paros, hasta las automotrices debieron parar por falta de gomas para autos nuevos. En 2022 las fábricas produjeron el 40% de lo que habían planeado. O sea: ¡lo mismo que ahora!
Arrasó el desabastecimento: estábamos todos con las gomas lisas. Eran tan caras que se viajaba a Chile a cambiar las gomas (¡lo mismo que ahora!). Eran tan caras que escaló el robo de cubiertas. Incluso escaló el fraude a las aseguradoras con la denuncia de falsos robos. Sergio Massa los amenazaba con abrir las importaciones, pero el Central no tenía dólares para eso. Caos. Con todos los clientes secuestrados, el Sutna consiguió aumentos de 65% en cuatro meses en 2022; en 2023. Eran la envidia sindical.
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Acumulamos años de pulmotor. La protección empezó para que aprendieran a competir. Pero en lugar de eso se acostumbraron a vivir de prebendas 60, 80 años. Los sindicatos con más afiliados de los necesarios. Las empresas licuando con la inflación de julio los aumentos que concedían en junio. Ellos contentos. Nosotros con las gomas lisas. Porque con inflación perenne es mejor hacer rulo financiero que producir y además no hay ahorro y por tanto tampoco dinero para invertir en tecnología que permita producir más gomas por empleado, que además no tiene sentido si no se puede achicar el plantel. Eterna rueda de la decadencia. En lugar de ser cada vez más competitivos fueron cada vez menos. Hasta que quedamos todos con las gomas lisas. Hoy son demasiados empleados por cubierta producida y, por ende, son demasiado caros.
Ahora vienen los platos rotos. Gran parte de la industria argentina está así, en llanta. Enfrenta el desafío de reconvertir enormes elefantes blancos.
Es como en el Estado, donde se quejan: “Milei corta a la bruta”. Pero es que nos pasamos décadas pidiéndoles racionalización, ajuste, echen a los ñoquis, reformulen los procesos, reduzcan personal a lo que realmente necesitan, sean más eficientes. Nunca lo hicieron: caso emblemático es Aerolíneas Argentinas, 12 años de estatización. Al contrario, la llenaron de militantes.
¿Cuál es la solución? Reconversión. Para eso hay que cambiar normas laborales, bajar impuestos, conseguir capital para invertir. Si no, va a ser más duro de lo que va a ser. Pero la solución no puede ser la condena a andar con las gomas lisas para siempre.
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