La dolarización no es un pedo de buzo

Adrián Simioni

Las redes sociales están hoy al rojo vivo con el temita de la dolarización. ¿Por qué? Bueno, porque el diputado libertario Javier Milei acaba de decir que, si llega a ser presidente, va a dolarizar la economía.

Según él, es la única solución a la inflación, en una economía que tiene una inflación reprimida del mil por ciento. Vaticinó una hiperinflación porque "la gente ya se quiere sacar de encima los pesos". "Los argentinos ya elegimos la moneda que queremos: el dólar", sostuvo.

No es la primera vez que se propone. Básicamente, dolarizar implica adoptar el dólar como moneda de curso legal. Adoptar la moneda de otro país dado que nuestro propio Estado es incapaz de ofrecer un bien público -eso es la moneda- de calidad.

Hay varias experiencias. En Panamá hace 100 que rige el dólar. Ecuador dolarizó en el 2000: el bolivariano Correa ni siquiera intentó reinstalar el sucre. El Salvador dolarizó en 2001. El año pasado se dolarizaron de hecho los dos países más impensados del mundo: Venezuela y Cuba. No lo hicieron por ley, pero sus monedas fueron tan destruidas por el populismo extrema que no les quedó otra. Por eso en Venezuela ahora comenzó a bajar la inflación (porque todo se vende en dólares y Maduro no puede emitir dólares). En Cuba los comercios estatales comunistas venden en dólares.

Según Milei, con la dolarización todo iría bien de inmediato. Los salarios, dijo, al bajar la inflación, "subirían como pedo de buzo".

Muchos economistas no son tan optimistas. Argentina tiene varios problemas graves: uno, es que sus propios gobiernos, el mismo Estado, viola sus propias leyes. Ponele que mañana dolarizamos y decimos que todo el mundo puede hacer sus contratos en dólares. Eso regía en la convertibilidad. Pero un día vino Duhalde y pesificó todo. Los que habían prestado dólares, los que habían depositado dólares, fueron obligados a recibir pesos devaluados. ¿Vos le prestarías dólares a un hermano para que se compre su casa, aunque eso figure en la hipoteca, si de golpe un grupo de legisladores puede pesificar esos contratos? O sea, hasta para dolarizar hay que ser serios y confiables.

Otro punto: dolarizar te obligaría a hacer lo mismo que deberías hacer para mantener tu propia moneda. ¿Qué quiero decir?: si sólo circulara el dólar, el Estado debería cobrar impuestos en dólares, y por tanto no podría gastar de más, porque no puede emitir dólares. Pero entonces hagamos lo mismo sin dolarizar: que el Estado deje de gastar pesos que no tiene, así no tiene que emitir. Y de paso mantendríamos nuestra propia moneda, lo que es una ventaja en momentos difíciles.

Dolarizar es una alternativa para las sociedades desastrosas como la nuestra. Pero es un pedo de buzo. Para que funcione, igual tenés que dejar de ser un desastre.