La Gendarmería, convertida en policía municipal de La Matanza

Adrián Simioni

El Gobierno nacional -aunque eso de nacional es apenas una manera de decir- empezó a construir en La Matanza un destacamento de Gendarmería. 

Esa fuerza, supuestamente dedicada a resguardar la frontera, se transformará casi en una policía municipal de La Matanza, para cuidar a los votantes del distrito electoral clave de Cristina Fernández y para mantener entre algodones al gobernador-niño Axel Kicillof.

Hoy ya hay 700 gendarmes en La Matanza. Y en los próximos días serán mil. La Nación paga todos esos sueldos, el equipamiento, los viáticos y también la construcción de la sede. Todo con plata de todos los argentinos.

Para darse una idea, los cordobeses bancamos con nuestro propio bolsillo 22 mil policías provinciales. Tenemos 3 policías cada 22 kilómetros cuadrados de territorio. Pero además vamos a pagar impuestos para que en La Matanza haya 3 gendarmes por cada kilómetro cuadrado. La discriminación es grotesca. Y lo mismo pasa con todas las provincias, no sólo Córdoba.

Porque hay más. La Policía Federal, por ejemplo, ya tiene centenares de custodios en todos los trenes del conurbano. En La Matanza la Federal ofrece una aplicación telefónica con botón antipánico centro de monitoreo, patrulleros y buena parte de los 1.200 domos de vigilancia y 100 torres de vigilancia que tiene en el Conurbano. ¿Usted ha visto algo así en la costanera de Río Cuarto o la zona roja en que se mezclan la cordobesa San Francisco y la santafesina Frontera?

La Nación también le paga patrulleros a la policía provincial de Kicillof. Y le robó parte de la coparticipación a la Ciudad de Buenos Aires para que Kicillof siga pagando hoy sueldos de sus policías bonerenses.

El dinero de todo el país fluye a raudales desde casi todas las ventanillas nacionales para pagar la seguridad de La Matanza. Por ejemplo, el Ministerio de Transporte de la Nación también pagó 2.700 paradas seguras de colectivos en el conurano: las casillas tienen pulsador antipánico, pulsador de emergencias, un intercomunicador conectado a un centro de monitoreo de seguridad, cámaras domo 360 de grados con reconocimiento facial, baliza estroboscópica, altavoz y puertos para carga de celular. Tomá mate. ¿Has visto algo así en alguna parada de bondi de Villa El Libertador? No. Porque para el gobierno nacional los ciudadanos de Villa El Libertador debe ser marcianos. Para ser argentinos deberían vivir en La Matanza.