La mentira facha de que nadie se podrá jubilar

Adrián Simioni

En la Anses hay pegados afiches puestos por el gremio de Anses, Secasfpi. Exhiben a los 15 diputados nacionales por Córdoba de Juntos por el Cambio y de Hacemos por Córdoba, con el nombre, el partido y el mail de cada uno. El afiche, dirigido a los miles de cordobeses que pasan por la Anses cada día, dice: "Son diputadas y diputados de tu provincia y no quieren que te jubiles".

¿Por qué los acusan de semejante barbaridad? Bueno, resulta que Cristina Fernández quiere destituir a todos los jueces de la Corte Suprema para garantizarse su impunidad. Y los diputados opositores, entre ellos los 15 diputados cordobeses del afiche, se niegan a dar quorum en las sesiones extraordinarias para eso. Entonces el kirchnerismo montó una extorsión: quiere tratar, en las mismas sesiones extraordinarias, la extensión de la moratoria previsional para que se jubilen 800 mil argentinos que nunca trabajaron o hicieron aportes. Así puede acusar a los opositores que defienden a la Corte de "no querer que esos argentinos se jubilen". Es para forzarlos a dar quorum y echar a los jueces.

El tema es que, además de extorsiva, la acusación es falsa. Es mentira que no se van a poder jubilar. Lo que se venció a fin de 2022 -y que ahora el kirchnerismo quiere prorrogar- fue la moratoria previsional. Pero está vigente una ley que no tiene plazo y que permite a quienes nunca trabajaron o aportaron jubilarse con la PUAM, Pensión Universal para el Adulto Mayor. La única diferencia entre la PUAM y la jubilación ordinaria es que no se cobra la mínima (50.100 pesos) sino el 80% de la mínima (40.100 pesos).

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Y tiene todos los beneficios de la jubilación. Se ajusta por ley de movilidad. Tenés el Pami, cobrás asignaciones familiares (ayuda escolar, hijo con discapacidad, cónyuge, ayuda escolar) si corresponde y podés tomar los mismos créditos de Anses.

La Puam se creó, justamente, para reemplazar la jubilación por moratoria y reducir varias injusticias. La principal es que muchos jubilados que sí trabajaron y aportaron toda una vida, cobran lo mismo que los que nunca lo hicieron. Otras son más puntuales. Por ejemplo, había pensionados y pensionadas por viudez que también sacaban la jubilación por moratoria y cobraban la mínima, mientras que un jubilado que sí trabajó pero nunca se había casado, solo cobraba la mínima. Es absurdo. Sobre todo porque el Estado, quebrado, sólo puede pagar eso emitiendo dinero trucho, licuando con inflación las jubilaciones de quienes sí aportaron.

Queda otro punto en el tintero. La práctica fascista de estos sindicatos, de usar al Estado para hacer propaganda para el partido. Transforman al Estado, que debe ser siempre imparcial, en un lugar faccioso. Lo privatizan a favor de ellos, de prepo. Seguramente el sindicato Secasfpi que puso estos carteles ni siquiera representa el pensamiento de todos los empleados de Anses sobre este tema. Pero se ve que nadie pone el grito en cielo ni dice nada. Porque eso también es típico: en los estados fascistas vociferan siempre los mismos, los que se apropiaron del Estado, y los demás van aprendiendo a guardar silencio, para que no los marquen, para que no los echen, para poder ascender. En eso está la Anses. Qué vergüenza.

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