La parábola de los pesos y los autos

Adrián Simioni

Como sabemos, el Gobierno no para de emitir pesos sin respaldo. El problema es que viene acelerando. En octubre emitió más que en ningún otro mes del año. Sólo en el último día hábil de octubre el Banco Central le pasó al Gobierno 95 mil millones de pesos para que financie el gasto electoral.

¿Cuánto significa esa cordillera de dinero? Los invito a pensar en lo siguiente.

En el mismo mes de octubre, en todo el mes, se patentaron 27 mil autos en el país. El precio de lista de los 25 autos y camionetas 0km más baratos promedia 2,5 millones de pesos. Esto quiere decir, groso modo, que con la plata ficticia que el gobierno inventó en un solo día de octubre se podrían haber comprado una vez y media todos los vehículos vendidos en el mes en todo el país. Repito: con esos billetes truchos de un día se podría haber comprado el 150% de todos los coches que se vendieron.

Esto también ayuda a comprender el laberinto en el que estamos encerrados.

Primero, imaginemos que todos los pesos truchos que se emitieron ese día terminan en manos de gente que quiere comprar un auto. Irían todos a las concesionarias. La demanda total de autos aumentaría más del doble: más de 60 mil coches. Pero los coches disponibles serían los mismos: 27 mil. Así que las concesionarias subirían los precios. O sea, habría inflación.

El Gobierno podría enojarse y exigir congelar los precios de los autos, como con los alimentos. Pero eso no haría aparecer más coches. Así que se venderían 27 mil y faltarían unos 40 mil coches para los demás consumidores. Desabastecimiento.

El gobierno entonces podría apretar a las automotrices para que produzcan más. Pero las automotrices le dirían lo que ya le vienen diciendo: che, si no me das más dólares para importar autopartes, yo no puedo producir más coches.

¿Qué harían entonces los clientes que tienen los pesos truchos? Lo más probable es que, como no los pueden cambiar por autos, intenten cambiarlos por algo que no pierda valor, como dólares. Y, efectivamente, por esto que pasa con los autos y con muchos otros bienes, aumentan el blue y todas las versiones libres del dólar.

Es exactamente la trampa en la que estamos. Y nadie en el gobierno nos dice, siquiera, si tiene algún plan para sacarnos de ahí. Su único proyecto parece ser darle a la maquinita.