La única verdad… es la lata de tomate

Adrián Simioni

El centro de estudios riocuartense Fada acaba de publicar un interesante informe vinculando la emisión descontrolada de dinero y el consumo. Por ejemplo, dice que, con lo que emite el gobierno en un día, se podrían comprar más de 5 kilos de harina por habitante y por día.

Aparece ahí una pregunta central, que invita a reflexionar: ¿Por qué, si se emite tanto dinero, si el gobierno reparte tanto dinero, entonces hay tanta pobreza?

La cuestión es que los billetes, en sí, no significan nada. Podemos repartir toneladas de billetes, pero eso no cambia la realidad.

Uno de los datos de Fada dice que con lo que se emite en un año alcanzaría para comprar 46 mil millones de litros de leche en el año, pero resulta que en Argentina se producen 10.300 millones de litros. Es decir, habría que producir casi 4 veces más leche y no exportar nada, ni producir quesos ni yogures ni otros derivados, para que los pesos encontraran suficiente leche fluida para comprar.

Esto que digo, por supuesto, es un juego abstracto, porque uno puede decir: “Bueno, pero además de comprar leche yo con esos billetes puedo ir a comprar otras cosas”. Y es cierto.

Pero entonces lo pongamos en términos más concretos, más realistas. Según el análisis de Fada, el gobierno viene emitiendo casi 11 mil millones de pesos por día, ¿no es cierto? Bueno, mantengan esa cifra en mente: 11 mil millones de pesos por día.

¿Saben cuánto facturan todos los supermercados argentinos según el Indec? En agosto facturaron 4 mil millones de pesos por día. Es decir que por día se emite más del doble de todo lo que venden los supermercados en un día.

O sea que todos los días estamos yendo al súper con carretillas de pesos, pero adentro del súper, en las góndolas, la cantidad de cartones de leche, paquetes de arroz o latas de tomate que hay son más o menos las mismas.

Por eso hay inflación: si yo tengo 10 pesos y dos latas de tomate, cada lata valdrá 5 pesos; si tengo 20 pesos y las mismas latas, cada lata valdrá 10 pesos. Las cosas, como decís vos, Guille, son mucho más complejas, no tan simplistas como esto que estoy planteando. Pero en esa cuestión esquemática está este principio de verdad: no se baja la pobreza imprimiendo más pesos; se la baja produciendo más latas de tomates. Es un elemental principio de realidad.