¡Mamadera!: todos contra Alberto

Adrián Simioni

Pobre Alberto Fernández. Está, tal vez, en su hora más oscura. Cualquiera hace leña del árbol caído. Cómo será que ya no puede comprar ni mamaderas para su bebé, Francisco. Hoy varios diarios publican, como si se tratara del escándalo Watergate, que Alberto le compró mamaderas con "dinero público", del "presupuesto nacional".

Efectivamente, en la Quinta de Olivos compraron un nebulizador pediátrico, dos extractores de leche materna y tres mamaderas por una suma que no llega a 17.000 pesos. Es como que somos Costa Pobre hasta para la corrupción. Pero es difícil que haya irregularidad alguna. La Unidad Médica Presidencial tuvo que salir a explicar que ordenó la compra porque su misión es, con todos los presidentes, cuidar la salud de la familia presidencial. La propia Quinta de Olivos cuenta con un presupuesto para atender los gastos del hogar. Y ha sido así con todos los presidentes.

En realidad, la pretensión de encontrarle otra mancha más al tigre con esta minucia habla de la debilidad del Presidente. Está en su peor momento. Cristina Fernández y La Cámpora, que lo pusieron en el gobierno, hace seis meses que lo destratan y lo boicotean. Los gobernadores peronistas desdoblan las elecciones para despegarse de él. De los piqueteros, sólo le siguen haciendo el aguante los del Movimiento Evita. Los sindicatos estatales K de pronto han descubierto que la inflación que come los salarios y empiezan a reclamar. Sólo le quedan algunos de los sindicatos peronistas más tradicionales, como la Uocra, que le organizó un acto de apoyo para esta tarde.

Casi todos se le alejan como de la peste. El colmo son sus propios ministros y secretarios. El jefe de Gabinete, Juan Manzur, tuvo que decirles ayer en una reunión de ministros, que deben asistir al acto de esta tarde y que les van a pasar lista, algo que no debería ser necesario, uno imagina, en una situación como la actual. Pero lo peor fue que esos funcionarios dejaron trascender el pedido de Manzur, exponiendo al presidente: la imagen que queda es la de un presidente rodeado de desleales e indiferentes, a los cuales les tiene que mendigar apoyo.

Al final, el respaldo más leal que tiene Alberto es el de los opositores, que al menos le votaron el acuerdo con el FMI. Y el de Francisquito, por supuesto, que, ajeno a todo esto, debe estar a esta hora tomándose una mamadera, sin sospechar siquiera que, con menos de dos meses de vida ya ha sido involucrado en su primer caso de corrupción: "La mafia de las mamaderas".