Moyano vale más que tus billetes

Adrián Simioni

El reparto de guita del Estado y de prebendas de cara a las elecciones no para un segundo.

Ahora acaba de salir un favorazo para el camionero Hugo Moyano. El Gobierno creó, por una mera resolución, un programa, otro más, para financiar una red de paradores en el país para brindar servicios de seguridad, gastronomía, logística, combustibles, gomería y repuestos al transporte por camiones.

El "programa" es muy ambiguo. Habla de brindar asistencia técnica, económica y financiera a gobiernos provinciales y municipales, con un financiamiento indefinido de la Nación.

Traducido al cristiano: nombrarán más burócratas para que, en nombre del presidente, negocien con Moyano y con gobernadores -y con intendentes donde el gobernador sea opositor- dónde montar estos centros. Y cuánta plata pondrá el gobierno.

Es un viejo sueño de Moyano. Cuando Néstor Kirchner puso a uno de sus empresarios preferidos al frente de Repsol Moyano acordó con él abrir 300 centros de este tipo. Pero quedó en la nada.

No se sabe si estos centros serán operados por empresarios privados amigos o, peor, por alguna otra empresa estatal exitosa tipo Aerolíneas Argentinas.

Es otro intervencionismo estatal, que impide al mercado hacer su tarea y que las empresas camioneras, sus clientes y sus empleados banquen sus propias necesidades. Es cosa de ellos, no de los contribuyentes ¿En serio esa es una prioridad del Estado?

Es más: ya hay estaciones de servicio, comedores, playas que mal que mal atienden esa necesidad. ¿Qué pasaría con todos ellos si se extendiera una red como la que acaban de regalarle a Moyano? ¿van a cerrar?

No queda claro cuánto le costará esto al Estado, es decir a todos nosotros. Pero eso no les importa. El gobierno sigue multiplicando el gasto público para financiar su alianza con el peronismo, algunos gobernadores, los sindicatos y parte de la corporación empresaria. No importa que el Estado esté quebrado, forzado a emitir dinero sin respaldo. En agosto imprimió más de 4 millones de pesos por minuto. Pero lejos de intentar una mínima austeridad revolea cada vez más dinero. Se ve que cosas como la alianza con Moyano valen mucho más que los billetes que tenemos en nuestros bolsillos.