Nueve días de Massa y el poncho no aparece

Adrián Simioni

Se cumplen nueve días de la asunción de Sergio Massa como ministro de Economía. Y todavía no inició el cambio fundamental que esperan los mercados. Como a la Argentina ya no le queda nadie que le preste ni un dólar ni un peso, sus opciones no son muchas. Puede bajar de una vez el gasto público que hace casi 15 años le generan déficit. O puede seguir ahogando a la economía con impuestos e inflación para tratar de cubrir ese déficit.

Massa tiene un pasado de declaraciones en contra de los impuestos. Y su gran promesa de Massa al asumir fue que iba a dejar de emitir.

Pero, hasta ahora, no hizo nada de eso. Por un lado, está aumentando la presión impositiva. Ayer el Senado le dio media sanción a un nuevo pacto fiscal con las provincias. Significa, como mínimo, que se frena la baja de impuestos a la que se habían comprometido los gobernadores en 2017. Para muchos, es peor que eso: las provincias quedan habilitadas para volver a subir Ingresos Brutos y Sellos. Y la Nación las va a presionar para que aumenten la base imponible de los inmuebles, lo que implicaría otra suba de impuestos. Además, la Afip decidió que 1900 empresas anticipen el pago del impuesto a las Ganancias. Con la inflación que hay, pagar hoy algo que tenías que pagar en seis meses, es igual a subir ese impuesto en 50%. Además, los hogares van a pasar a pagar una parte de la luz y el gas que ants pagaba el Estado. El efecto es igual al de un impuesto: menos plata para los hogares, más plata para el Estado.

En paralelo, Massa no bajó todavía ni un solo gasto del Estado. Sólo les hizo prometer a sus ministros que no gastarán más de lo que ya tienen autorizado. En cambio, él mismo lo subió por arriba de lo previsto. Sólo el bono extra de 7.000 pesos a jubilados costará 40 mil millones extras al mes. El bono a los piqueteros, 15 mil millones. Los cheques no paran de salir de la Rosada: ayer por ejemplo Educación les dio un aumento a todos los no docentes de las universidades. No pasa un día sin que haya un nuevo gasto.

Y así van pasando los días. Sin que Massa ejecute el libreto que todos esperaban. Tiene que ser cuidadoso. Los miles de agentes de esta economía desquiciada que es la Argentina no lo van a esperar eternamente.