Pan: el verso nuestro de cada día

Adrián Simioni

El nuevo aumento del pan refuta de un solo saque casi todas las teorías disparatadas que usa el gobierno como excusa para justificar la inflación en los alimentos.

Teoría 1. El secretario de Comercio Roberto Feletti ha dicho que la inflación de los alimentos se debe al aumento del precio mundial de los granos. Pero el trigo no está subiendo. Está estable con leves bajas. De hecho, los panaderos explican esta suba no por el trigo -que además apenas es una parte menor del costo del pan- por la suba del 35% o más en los demás insumos: desde los materiales para envases, hasta las levaduras. O sea que esta es la primera teoría oficial que se sube a lo alto de la Torre Ángela y se suicida arrojándose al vacío.

Teoría 2. El Gobierno también dice que la inflación se debe a los formadores de precios, a los monopolios. Bueno, en el mercado del pan hay decenas de miles de productores de trigo, más de 200 molinos harineros y miles y miles de panaderías en todo el país. Es tal vez el mercado más competitivo. O sea que acá hay inflación pero no es culpa de ningún tipo de monopolio. Es la segunda teoría oficial que se estrola a 200 km/h en la Circunvalación y yendo a contramano.

La Teoría 3. Los malos son los proveedores. En noviembre los propios panaderos del Gran Buenos Aires le propusieron ellos mismos al gobierno congelar los precios. Con una condición: que sus proveedores (de harinas, de margarina, de azúcar, de envases, de gas, de electricidad) tampoco les aumentaran los precios. El gobierno los recibió con los brazos abiertos. Y les prometió que sí, que iba a controlar a los proveedores de insumos. Tampoco pudo, porque los proveedores de insumos también tienen sus razones fundadas para subir sus precios. O sea: la tercera teoría oficial también se suicida tirándose debajo de los dos vagones del Tren de las Sierras.

Ya todo el mundo sabe hace rato que todo esto es falso. Sin embargo, los charlatanes que nos gobiernan nos siguen dando de comer el verso nuestro de cada día. Ayer fueron las cuotas de las escuelas, hoy es el pan y mañana van a ser los huevos. A todo lo aplican las mismas teorías disparatadas para no afrontar la única verdad: el gobierno, lejos, muy lejos, de luchar contra la inflación es el que la produce, el que la genera, a propósito, emitiendo dinero sin respaldo para comprar voluntades y perpetuarse en el poder.