Pobres los pobres, pobres los ricos

Adrián Simioni

Indec divulgó los nuevos datos de distribución del ingreso en la Argentina. Son los datos del primer trimestre. Los números marcan la miseria de siempre, un poco peor. En los estratos más bajos, por supuesto: el 40% de los argentinos más pobres tienen un ingreso de apenas 14.500 pesos al mes. Pero también en los sectores más "altos" entre comillas. El 20% de los argentinos más "ricos" tienen un ingreso de 103 mil pesos al mes. No llega a 600 dólares. Un chico que trabaja en un McDonalds en EEUU cobra en promedio 16 dólares la hora. Es decir, en una semana de trabajo ese chico consigue un ingreso que iguala al que consigue un argentino "rico" en un mes.

El dato no sólo exhibe la magnitud de la mishiadura en la que estamos.

Más importante, marca que ya no quedan "ricos" a los que se les pueda sacar nada más para mantener a los "pobres" que no han parado de crecer. No se les puede sacar nada más a los que trabajan para sostener a los que por h o por b no trabajan.

Los datos de Indec no dejan lugar a dudas. Sólo el 75% del ingreso de los hogares en general proviene del trabajo. El 25% del resto de los ingresos no vienen del trabajo. En los sectores más pobres son básicamente variantes del subsidio y la asistencia social.

Claro, no hay marcianos a los cuales ir a cobrarles impuestos, ni les podemos exigir a los chilenos o a los coreanos que nos mantengan. La única forma de aumentar esos subsidios equivalentes al 25% de los ingresos es quitándoles aún más a los que trabajan para obtener el 75% restante del ingreso. O sea: la única forma de seguir "ayudando" entre comillas a los más pobres es seguir empobreciendo a la clase media y a los "ricos".

Es lo que venimos haciendo desde hace más de una década larga. Y hemos llegado a este punto de autoestrangulamiento. La única forma de ayudar a los pobres es fabricar más pobres. Es una tremenda paradoja. Y marca el colapso del sistema de subsidios, clientelismo y empleo estatal improductivo que permite a mucha gente no trabajar o no trabajar de verdad.

¿Cómo poner fin a esta decadencia? ¿Cómo cambiar todo esto? ¿Cómo hacer que millones de personas, en lugar de recibir un subsidio para consumir pasen a trabajar para producir, que en lugar de vivir de los impuestos pasen a pagar impuestos? ¿Qué alianzas de políticos va a querer, saber y poder hacer esto? Es la pregunta más importante de la Argentina. Tal vez, la única que en verdad importa.