Si nos subsidian las vacaciones, quedamos a mano

Adrián Simioni

¿Te gustaría tener vacaciones gratis? ¿Te gustaría tener el doble de vacaciones gratis? Bueno, vos sabés que eso sería potencialmente posible si este país no fuera tan grotescamente unitario.

Vamos a combinar dos temas que hemos tratado. Uno, es el de la discriminación en los subsidios que enumeró ayer Juan Schiaretti con mucha dureza y que privilegia a los habitantes del AMBA. Y otro es el de cuánto gastamos en las vacaciones que se planteó hoy en la Mesa de Café.

Este año la Nación va a gastar en subsidios para el agua, las cloacas, los colectivos, los ferrocarriles -Schiaretti se olvidó de incluir los trenes ayer- y la electricidad del Gran Buenos Aires 530 mil millones de pesos. Es una fortuna difícil de dimensionar: son más de 31 mil pesos por cada habitante de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires. 125 mil pesos por cada familia tipo.

Es dinero del presupuesto nacional que se va a volcar en los hogares del Gran Buenos Aires por encima de lo que llegará a los hogares del interior.

Es difícil entender por qué todavía no hemos hecho una revolución. Sobre todo los habitantes de las regiones que, encima, ni siquiera se benefician con la coparticipación de impuestos, como Córdoba, Santa Fe, Mendoza, Entre Ríos o el interior bonaerense.

Para qué alcanzarían esos 125 mil pesos por familia tipo que la Nación regala en el Gran Buenos Aires. Bueno, alcanzaría para pagar casi el doble de las vacaciones que se toma la familia tipo según los datos que dio esta mañana Federico Albarenque. Según los datos de Came, cada familia que salió de vacaciones se tomó 4,7 días a un costo de 69 mil pesos. Bueno, si los intranjeros, los argentinos que somos tratados como extranjeros por vivir en el interior, nos dieran lo mismo que reciben en subsidios los granbonaerenses, podríamos irnos tranquilamente 8 días gratis de vacaciones, casi el doble de vacaciones. Y podríamos todos salir a hacer turismo, no sólo los que están en mejor situación económica.

Ese es el trato que podríamos proponer: si nos subsidian a las vacaciones a los 28 millones de argentinos que vivimos en el interior, quedamos a mano. A ver cómo hacemos para ser todos iguales. Eso obviamente no va a suceder, por la sencilla razón de que no hay dinero para bancarlo. Así que sólo tenemos dos opciones: soñar con vacaciones gratis o enojarnos y reclamar que la discriminación termine de una buena vez.