Un gabinete perdido en el agujero del caracú

Adrián Simioni

La foto distribuida por el propio gobierno de una cumbre de ministros dedicada a evaluar el precio de la carne mientras la inflación generalizada galopa a sus anchas, es un certificado de hipocresía.

La inflación es provocada por el gobierno que esos mismos ministros integran. Así que es imposible que esos funcionarios encuentren una solución real. Porque encontrarla deberían cambiar el rumbo general de toda la política oficial.

La foto funciona entonces como una escenificación. "Mirá, acá estamos, en mangas de camisa, los cuatro en una mesa, con cara de preocupados". Ese el cínico mensaje de la foto que muestra a los ministros Martín Guzmán, Matías Kulfas, Julián Domínguez y al secretario de Comercio, Roberto Feletti.

El gobierno viene de protagonizar el fracaso más anunciado del año. En abril, para que el precio de la carne dejara de subir, prohibieron que se exportara, con el fin de obligar a los productores a vender todo en el mercado interno y que así bajaran los precios. Todo el mundo les avisó: miren que así se va a producir menos carne y los precios, que al principio van a bajar, terminarán subiendo como todo el resto de las cosas, que aumentan aunque no se exporten. En realidad, ni hacía falta que les avisaran: el kirchnerismo ya había hecho lo mismo en el gobierno de Cristina. Pero nunca aprenden.

Hoy se combinan todos esos factores: hay menos oferta porque los productores achicaron los feedlots de engorde y encima hay muchos más pesos en la calle que en abril porque el gobierno nunca dejó de emitir. El resultado es un aumento de entre 20 y 25% en el precio del kilo vivo. Y los consumidores lo convalidan en los mostradores. En el medio, perdimos mercados de exportación. O sea, sólo empeoraron las cosas.

Es todo muy Costa Pobre. Es difícil imaginar otro país donde se haga una cumbre de ministros para descubrirle el agujero al caracú; para simular que buscan una solución a un problema que ellos mismos provocan a sabiendas.