Volvió Ganancias, con el mismo nombre y las mismas mañas

Adrián Simioni

El Impuesto a las Ganancias, que se había previsto cambiar de nombre a Impuesto a los Ingresos, volverá a regir en Argentina. Según la reciente reglamentación publicada en el Boletín Oficial, este impuesto afectará aproximadamente a un millón de personas que habían quedado exentas cuando Sergio Massa eliminó el impuesto. Se calcula que unos 90.000 cordobeses también se verán afectados.

Los solteros empezarán a pagar este impuesto si su salario bruto es superior a 1.800.000 pesos (un sueldo neto de alrededor de un millón y medio de pesos). Los casados con dos hijos comenzarán a pagar si sus ingresos superan los 2.094.000 pesos (un sueldo neto cercano a los dos millones).

El sistema tributario no ha cambiado: las alícuotas siguen siendo del 5% al 35%. Cuanto más se excede el piso establecido, mayor es la tasa aplicada sobre cada escalón excedido.

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La inflación puede provocar que aquellos con salarios ligeramente superiores al límite empiecen a pagar este impuesto, aunque su poder adquisitivo no haya aumentado significativamente. Para mitigar este efecto, habrá una actualización en septiembre y luego semestralmente cada enero y julio.

Algunas exenciones han sido eliminadas como parte de esta reforma fiscal; por ejemplo, ahora el aguinaldo está incluido y prorrateado en doce pagos mensuales.

Aquellos trabajadores petroleros involucrados directamente en la extracción de petróleo están exentos, mientras que los trabajadores administrativos de la industria petrolera no lo están. Además, tanto inquilinos como propietarios pueden deducir el 10% del monto de alquiler. Sin embargo, los créditos hipotecarios no se incluyen para deducciones.

El impacto del impuesto varía: un soltero con un sueldo bruto de 1.900.000 pesos pagará 4.149 pesos en impuestos a las ganancias; si el sueldo bruto aumenta a 2.200.000, el impuesto aumenta a 30.800 pesos.