El primer round de las elecciones dejó en Santa Fe pocos ganadores, algunos claros perdedores y muchos que ni muy muy ni tan tan. Hay figuras que se erigen como los conductores en el camino hacia los comicios generales y otras que quedaron relegadas.
Entre los triunfadores asoma Carolina Losada. La periodista asentada en Buenos Aires (no votó en Santa Fe) se impuso en las PASO de Juntos por el Cambio. Detrás de ella, los verdaderos ganadores son el ex intendente santafesino Mario Barletta y el diputado provincial Julián Galdeano, quienes pensaron en la comunicadora rosarina como candidata a senadora nacional.
Barletta, además, venció en la interna de diputados y su candidato a concejal en la capital santafesina Hugo Marcucci tuvo una muy buena cosecha de votos. Sin un padrino a nivel nacional, el dirigente radical salió fortalecido.
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En la UCR, otro que tuvo una performance destacable fue Maximiliano Pullaro. El ex ministro de Seguridad provincial terminó segundo en la interna de Juntos por el Cambio. Pese a tener una campaña mediática intensa y el apoyo de Martín Lousteau, casi todas las encuestas lo ponían en tercer o cuarto lugar.
Sin embargo, quedó debajo de Losada y con una diferencia menor a la que se suponía. Un gran espaldarazo para él y para sus mentores, el senador provincial Felipe Michlig y el ex vicegobernador Carlos Fascendini. Ellos fueron quienes decidieron salir del Frente Progresista tras la muerte de Miguel Lifschitz. Los cantos militantes y los discursos en el búnker revelaron anoche el verdadero objetivo del espacio NEO: la candidatura a gobernador de Pullaro, en 2023.
Hay muchos que terminaron el domingo con un sabor agridulce. El primero de ellos es el gobernador Omar Perotti. El rafaelino ganó la gobernación gracias a la unión de todos los sectores del peronismo santafesino. Dos años después llegó a esta contienda indisimulablemente enfrentado al ex ministro de Defensa Agustín Rossi y a su propia vicegobernadora Alejandra Rodenas (quien representa a los senadores provinciales que no comulgan con el perottismo).
Con la bendición de Cristina Fernández y de Alberto Fernández, los candidatos de Perotti fueron los más votados individualmente: Marcelo Lewandoski en senadores y Roberto Mirabella en diputados. De esa manera, Perotti queda como el jefe del PJ santafesino.
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Pero lo que sería un motivo de festejo se vio empañado por el resultado global del espacio político. De hecho, el gobernador prefirió optar por un perfil institucional y se quedó en la Casa Gris en vez de ir a su búnker en Rosario, un dato llamativo teniendo en cuenta que Perotti es candidato a senador suplente. Su postura se puede interpretar desde la sumatoria de los votos de todos los candidatos, ya que el Frente de Todos quedó diez puntos atrás de Juntos por el Cambio en ambas categorías legislativas. De mantenerse ese resultado en las generales, el peronismo perderá una banca en el Senado de la Nación.
El particular momento del Frente Progresista también encuentra sensaciones contradictorias en sus dirigentes. Los fallecimientos de Lifschitz y Hermes Binner, el retiro electoral de Antonio Bonfatti y el traspaso de muchos aliados radicales a Juntos por el Cambio configuraron un panorama poco alentador.
Clara García podría festejar que venció por amplio margen a Rubén Giustiniani en la interna de senadores. Mónica Fein podría hacer lo mismo por su victoria en diputados. Ambas encarnan el legado del socialismo y podrían sacar pecho por ganarle al emergente sector del intendente de Rosario, Pablo Javkin. Pero globalmente el Frente Progresista apenas rozó el 10% de votos y en los comicios para concejales rosarinos el que se impuso fue el periodista Ciro Seisas, o sea el candidato de Javkin. El futuro frentista necesitará sin dudas de un acuerdo entre lo viejo y lo nuevo para refundarse.
En el mismo espacio político se encuentra el intendente de Santa Fe, Emilio Jatón, quien anoche celebró que su lista de concejales, liderada por Laura Mondino, fue la nómina más votada individualmente. Sin embargo, como fuerza política quedó muy lejos de Juntos por el Cambio y del Frente de Todos. El argumento fue que al ser lista única en las PASO no tuvo una competencia que traccione votos. No parece ser una justificación que alcance a explicar la diferencia que debe remontar.
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José Corral podría considerarse uno de los perdedores del domingo. Tuvo el apoyo de Elisa Carrió y terminó último cómodo en la interna para senadores en Juntos por el Cambio. Pero, como diría un famoso conductor de televisión, “está mal, pero no tan mal”.
En la ciudad de Santa Fe, de la que fue intendente dos veces, su candidata a concejala Adriana Molina hizo una estupenda elección. Ganó su interna y estuvo cerca de ser la más votada de todas las listas. Una noche dura en lo personal para Corral, pero de resurgimiento para su sector en la capital de la provincia.
En “la ciudad cordial”, se registraron dos grandes sorpresas. La primera la protagonizó el cantante de cumbia Juanjo Piedrabuena. Nadie lo tenía en cuenta y recolectó una impresionante cantidad de sufragios. No solo clasificó a las generales, sino que sacó más votos que la lista de precandidatos a concejales del propio gobernador Perotti. El otro batacazo lo dio Saúl Perman, el personaje urbano que con su bicicleta recorre las calles vociferando consignas ecologistas con su megáfono y su bandera de “La Causa” también superó el umbral del 1,5% y estará presente en la boleta única que se usará en noviembre.
Para el final quedaron los dos grandes perdedores de las PASO santafesinas. Uno de ellos es Agustín Rossi. El ahora ex funcionario nacional se jugó una patriada y le salió mal. Decidió enfrentar a Perotti, a Cristina y a Alberto y estuvo lejos de pelearles la elección. Con su caída arrastró a la vicegobernadora Rodenas, a varios legisladores peronistas y hasta ministros del gobierno provincial que corren riesgo de mantenerse en el gabinete.
El otro gran derrotado en las urnas fue Federico Angelini. Era el único PRO que encabezaba una lista de senadores en la interna de Juntos por el Cambio y casi todas las encuestas lo daban triunfador. Logró lo que pocos pudieron, tener el respaldo de Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. Estaba en una posición inmejorable y terminó tercero, detrás de Losada y Pullaro. Todo un palo, como diría el Indio Solari.
