EN VIVO

Cadena 3 Argentina

Nora Covassi

Noche y día

Nora Covassi

Cadena 3 Rosario

Nora Covassi

Noche y día

Nora Covassi

Cadena Heat

Música

De largo

Música

La Popu

Música

Musical

Música

Cosquín Rock

Radio

Trasnoche random

Radio

    Escuchá lo último

  1. 23:46 Boletín de Calificaciones de Claudio Giglioni (Independiente Rivadavia 1 - 1 Central)

    Estadio 3 Rosario

  2. 23:30 Gol de Rosario Central a Independiente Rivadavia (Quintana) - relato Emmanuel Greco

    Estadio 3 Rosario

  3. 20:42 Detuvieron a un limpiavidrios que agredió a una empleada municipal

    Informados, al regreso

  4. 20:36 Quedó atrapado en montacargas en Nueva Córdoba y fue rescatado con éxito

    Informados, al regreso

  5. 20:32 Crimen de la nena en Brinkmann: detuvieron a la madre

    Informados, al regreso

  6. 20:25 Sergio Suppo, Marcos Calligaris y Cynthia Zak analizan la previa a las elecciones

    Informados, al regreso

  7. 20:14 Estados Unidos palpita las elecciones con un clima electoral en su punto más álgido

    Informados, al regreso

  8. 19:50 Gabriel maneja un auto para Uber, es su único ingreso y relató su realidad a Cadena 3

    Viva la Radio Rosario

  9. 19:34 SanCor ex presidente Alberto Sánchez

    Industria

  10. 19:22 Protestas de municipales afectarán la atención esta semana en Córdoba

    Informados, al regreso

  11. 18:18 Rosario: vecinos hartos de promesas de obras incumplidas protestan en Circunvalación.

    Viva la Radio Rosario

  12. 18:12 De la voluntad popular al colegio electoral: no siempre hay coincidencia

    Abrapalabra

  13. 18:12 Las consecuencias de la DANA en España.

    Viva la Radio

  14. 17:22 Llaryora, a Cadena 3, tras la inauguración del gasoducto La Carlota-Tío Pujio

    Viva la Radio

  15. 16:15 El SEP sigue su lucha por un aumento salarial en Córdoba y no descarta medidas

    Viva la Radio

  16. 16:03 Cyber Monday: descuentos y beneficios que ofrecen bancos y billeteras virtuales

    Viva la Radio

  17. 16:00 Llaryora inauguró una obra para que el gas de Vaca Muerta llegue a Córdoba

    Viva la Radio

  18. 14:46 La mentira más naturalizada: el fin de semana

    En familia, aquí y allá

  19. 14:34 Cómo funciona el sistema de votación anticipada en Estados Unidos

    Elecciones en Estados Unidos 2024

  20. 14:20 Los que no la ven, condenan a sus súbditos a la ceguera

    Política esquina Economía - Por Adrián Simioni

  21. 14:17 Una vecina de Brinkmann: "No nos sorprendió, sabíamos que podía ocurrir"

    Ahora país

  22. 14:06 Tensión en zona inundada de España: arrojaron barro a los reyes y Letizia lloró

    Ahora país

  23. 13:14 Nahuel Pennisi, en Cadena 3: "La música me dio mucha libertad para explorar"

    Siempre Juntos

  24. 12:38 El presupuesto: la ley de leyes

    Las Claves de Zucho

  25. 12:33 Se fugaron siete presos de la Comisaría 2°: "Cortaron las rejas del techo"

    Siempre Juntos Rosario

  26. 12:20 Fue a orinar a un árbol, lo picaron las avispas 150 veces y pelea por su vida

    Siempre Juntos Rosario

  27. 12:03 ¿Terminó la recesión? Me estás cargando…

    La quinta pata del gato - Por Adrián Simioni

  28. 11:51 Una adolescente víctima de abuso sexual fue admitida como querellante en Córdoba

    La Mesa de Café

  29. 11:50 Paula Oliveto: "Es difícil que Fernández pueda zafar de la causa de los seguros"

    Radioinforme 3

  30. 11:48 Presentarán en Neuquén un "comando antibloqueo"

    Radioinforme 3

  31. 11:21 Repasando y fracasando

    Editorial de Alberto Lotuf

  32. 11:13 Cómo vive Estados Unidos la víspera del "Súper Martes"

    Elecciones en Estados Unidos 2024

  33. 10:50 Arrancaron en alza las ventas del Cyber Monday

    El dato confiable - Por Federico Albarenque

  34. 10:35 El posteo de Cora Reutemann que confundió a los fanáticos de Colapinto

    Siempre Juntos

  35. 10:02 Santa Fe envía brigadistas a Gesell: "Muchos trabajaron en calle Salta"

    Siempre Juntos Rosario

  36. 09:44 Una adolescente víctima de abuso sexual fue admitida como querellante en Córdoba

    La Mesa de Café

  37. 09:26 Roberto Álvarez, un médico puertorriqueño, en contra de Trump

    Elecciones en Estados Unidos 2024

  38. 09:25 Agostina Seco

    Actualidad

  39. 09:24 Murió un electricista en Colectividades: "Parece que hubo algún descuido"

    Radioinforme 3 Rosario

  40. 09:14 Polémica: hinchas de vóley con camisetas de fútbol

    Otra mirada - Por Fernando Genesir

  41. 09:06 Un mendocino que reside en Nueva York arriesgó un pronóstico: "Gana Trump"

    Elecciones en Estados Unidos 2024

  42. 08:39 Odontólogos de Córdoba hicieron protectores bucales a jugadores con discapacidad

    Radioinforme 3

  43. 08:35 Paula Oliveto: "Es difícil que Fernández pueda zafar de la causa de los seguros"

    Radioinforme 3

  44. 08:23 Ya son 217 los muertos por las inundaciones en España

    Radioinforme 3

  45. 08:16 Lucas Armando

    Actualidad

  46. 08:15 UEPC Capital marchará el miércoles en reclamo de una recomposición salarial

    Radioinforme 3

  47. 08:09 El impacto del RIGI en Catamarca: anuncian proyecto en salar del Hombre Muerto

    Radioinforme 3

  48. 07:51 Presentarán en Neuquén un "comando antibloqueo"

    Radioinforme 3

  49. 07:46 El tiempo en Rosario: ¿Cuándo llegan las lluvias?

    Primera Plana Rosario

  50. 07:43 Encaminado el control de la inflación, el Gobierno apunta al repunte del consumo

    Radioinforme 3 Rosario

  51. 07:38 Las encuestas muestran gran paridad entre Harris y Trump

    Elecciones en Estados Unidos 2024

  52. 07:34 Marta Castro

    Agroactiva 2024

  53. 07:30 Horror en Brinkmann: asesinaron a una nena y causaron un incendio para despistar

    Radioinforme 3

  54. 07:26 Asambleas en el Hospital Tránsito Cáceres de Allende

    Radioinforme 3

  55. 07:21 El Centro de Almaceneros estima la inflación de octubre en 3,14% para Córdoba

    Radioinforme 3

  56. 22:08 Lanús se impuso claramente sobre un Boca apático y sin fútbol

    Fútbol

  57. 21:30 1º Gol de Lanús a Boca. (Eduardo Salvio)

    Fútbol

  58. 20:51 ¿La alegría es solo brasileña?

    La previa

  59. 20:25 2º Gol de Racing a Instituto (Facundo Mura)

    Tiempo de juego

  60. 20:16 El análisis de la derrota de Instituto

    Tiempo de juego

  61. 17:51 1º Gol de Racing a Instituto (Nazareno Colombo)

    Tiempo de juego

  62. 15:20 Victoria Alfonsina es la dueña de la voz del folclore en las melodías serranas

    Rony en Vivo

  63. 13:53 Del Bronx al Soho: las voces de Nueva York en una elección decisiva

    Elecciones en Estados Unidos 2024

  64. 12:52 Harris o Trump: un dólar está en el aire y nadie sabe de qué lado caerá

    Elecciones en Estados Unidos 2024

  65. 12:13 El emotivo homenaje de Rony Vargas a Mario Pereyra a 4 años de su muerte

    Rony en Vivo

  66. 11:29 Monseñor Álvarez pidió disfrutar ser "peregrinos de la esperanza"

    Homilías

  67. 11:17 Colapinto y Albon chocaron en la clasificación (Por Fran Reale, enviado especial)

    Interlagos

  68. 10:53 Ayuda humanitaria en España

    Rony en Vivo

  69. 23:27 Defensa jugó mejor que Belgrano y por eso gano.

    Fútbol

  70. 20:38 El análisis de Diego Borinsky del triunfo de River.

    Fútbol

  71. 20:08 3° Gol de River a Banfield (Miguel Borja)

    Fútbol

  72. 19:42 2° Gol de River a Banfield (Pablo Solari)

    Fútbol

  73. 19:42 1° Gol de River a Banfield (Pablo Solari)

    Fútbol

  74. 17:35 Un Talleres apático y sin luces dejó pasar otra oportunidad

    Tiempo de juego

  75. 13:26 Día de Muertos en Córdoba: el Cementerio San Jerónimo rinde tributo mexicano

    Una mañana para todos

  76. 12:47 Semana del helado artesanal: del 11 al 17 de noviembre

    Una mañana para todos

  77. 12:19 Preocupa la invasión de animales salvajes en sectores productivos de Entre Ríos

    Una mañana para todos

  78. 12:07 La ciudad de Nueva York palpita las elecciones y celebra su tradicional maratón

    Elecciones en Estados Unidos 2024

  79. 12:04 Así se vota por anticipado en Washington

    Una mañana para todos

  80. 11:34 Derrumbe en Villa Gesell: hallaron el cuerpo del sobrino de la dueña del hotel

    Una mañana para todos

  81. 11:08 De autor a autor: La canción de Pipino Moreno para Marcos Bainotti

    La Popu

  82. 11:06 El interés por los aires acondicionados crece con el calor

    Una mañana para todos

  83. 11:05 Ping pong Popular: con José Luis Villarreal, y su recuerdo sobre Diego Maradona

    La Popu

  84. 10:57 Con diez años diseñó un ventilador con materiales reciclados

    Una mañana para todos

  85. 10:44 Crece la solidaridad por la emergencia en Valencia tras la catástrofe

    Una mañana para todos

  86. 10:28 Murieron cuatro policías bonaerenses en un choque contra un camión cisterna

    Una mañana para todos

  87. 10:20 Tensa situación en Bolivia: tomaron unidades del Ejército y de la Fuerza Naval

    Una mañana para todos

  88. 10:18 Interlagos: la previa de la carrera de Colapinto y los rumores de su traspaso

    Una mañana para todos

  89. 10:01 Los vientos dejaron varios árboles caídos en Córdoba

    Una mañana para todos

  90. 09:52 ¿Cómo será el banderazo argentino para Colapinto en Brasil?

    Interlagos

  91. 08:11 Los ciudadanos traen donaciones como agua, leche, pañales y ropa

    Primera plana

  92. 23:42 Boletín de Calificaciones de Claudio Giglioni (Unión 2 - 0 Newell's)

    Estadio 3 Rosario

  93. 23:42 Nicolás Orsini sella la victoria Tatengue ante Newell’s (Relatos: Nicolás Mai)

    La Central Deportiva

  94. 23:40 Mauro Pittón abre el encuentro para el Tate ante La Lepra (Relatos: Nicolás Mai)

    La Central Deportiva

  95. 23:10 El ingeniero Carlos Marcelo García fué premiado como "Profesor destacado"

    Turno Noche

  96. 22:01 La Fiesta de la Tradición celebra 60 años

    Turno Noche

  97. 20:22 La campaña presidencial en EEUU se intensifica en medio de Halloween

    Informados, al regreso

  98. 19:51 La respuesta de la oposición a Passerini por la app para taxis y remises

    Informados, al regreso

  99. 19:45 ¿Qué fueron los golpes en la bodega del avión que aterrizó de emergencia?

    Viva la Radio

  100. 19:45 Cadena 3 puso en marcha su operativo electoral en Estados Unidos

    Elecciones en Estados Unidos 2024

Más Emisoras En vivo

Entrelíneas

Un cuento distinto

"El cuento de Navidad de Auggie Wren", de Paul Auster

El relato de una de las plumas más reconocidas, publicado en el New York Times el 25 de diciembre de 1990. Un cuento poco común, para una Navidad poco común.

24/12/2021 | 19:00

Este cuento me lo contó Auggie Wren. Como Auggie no queda muy bien, o por lo menos no tan bien como él quisiera, me pidió que no usara su nombre verdadero. Más allá de eso, todo el asunto de la billetera extraviada y la mujer ciega y la cena de Navidad es tal cual él me lo contó.

Hace ya casi once años que Auggie y yo nos conocemos. Trabaja detrás del mostrador en una tabaquería de la calle Court, en el centro de Brooklyn, y como es el único negocio que tiene los puritos holandeses que me gusta fumar, a menudo paso por ahí. Durante mucho tiempo apenas si me fijé en Auggie Wren. Era el extraño hombrecito que usaba un abrigo azul con capucha y me vendía cigarros y revistas; el personaje pícaro y ocurrente que siempre tenía algún comentario gracioso sobre el tiempo o los Mets o los políticos de Washington, y hasta ahí llegaba mi interés.

Pero un día, hace algunos años, él hojeaba una revista en el negocio cuando se topó con la reseña de uno de mis libros. Supo que era yo por la foto que acompañaba la reseña, y después de eso las cosas entre nosotros cambiaron. Dejé de ser un cliente más y me convertí en una persona distinguida. A la mayoría de la gente no le importa en lo más mínimo ni los libros ni los escritores, pero resultó que Auggie se consideraba un artista. Y ahora que había desentrañado el secreto de mi identidad, me aceptó como un aliado, un confidente, un igual. Para serles sincero, aquello se me hacía bastante embarazoso. Después, casi inevitablemente llegó el momento en que me preguntó si me gustaría ver sus fotos. Y dado el entusiasmo y su buena voluntad, no parecía haber forma de rechazarlo.

Sólo Dios sabe qué esperaba encontrarme. Pero sin duda no fue lo que Auggie me mostró al día siguiente 

Sólo Dios sabe qué esperaba encontrarme. Pero sin duda no fue lo que Auggie me mostró al día siguiente. En una habitación pequeña y sin ventanas al fondo del negocio, abrió una caja de cartón y sacó doce álbumes de fotos, todos negros, idénticos. Era la obra de su vida, me dijo, y no le llevaba más de cinco minutos al día realizarla. Cada mañana de los últimos doce años, a las siete en punto, se había parado en la esquina de la avenida Atlantic y la calle Clinton y había sacado una sola foto a color, siempre de la misma vista. El proyecto abarcaba ahora más de cuatro mil fotografías. Cada álbum representaba un año diferente, y las fotos seguían un orden, desde el 1° de enero hasta el 31 de diciembre, con las fechas apuntadas con cuidado debajo de cada una.

Mientras pasaba las hojas de los álbumes y estudiaba la obra de Auggie, no sabía qué pensar. Mi primera impresión fue que se trataba de lo más extraño y desconcertante que jamás hubiera visto. Todas las fotografías eran iguales: un abrumador ataque de repetición, la misma calle y los mismos edificios una y otra vez, un delirio sin fin de imágenes redundantes. No se me ocurría qué decirle a Auggie, así que seguí pasando las páginas, asintiendo con la cabeza en falsa señal de apreciación. Auggie parecía imperturbable mientras me observaba con una amplia sonrisa. De pronto, después de varios minutos, me interrumpió para decir:

–Vas demasiado rápido. Nunca lo podrás entender si no vas más despacio.

Tenía razón, por supuesto. Si uno no se toma el tiempo para mirar, nunca logrará ver nada. Elegí otro álbum y me obligué a ir más despacio. Presté mayor atención a los detalles, noté los cambios de clima, observé los variantes ángulos de la luz a medida que las estaciones avanzaban. Pude detectar finalmente las sutiles diferencias del tránsito, anticipar el ritmo de los distintos días (el tumulto de las mañanas laborales, la quietud relativa de los fines de semana, el contraste entre los sábados y los domingos). Y así, poco a poco, fui reconociendo las caras de las personas en el fondo, los transeúntes en su camino al trabajo, la misma gente en el mismo lugar cada mañana, viviendo un instante de sus vidas en el objetivo de la cámara de Auggie.

Una vez que llegué a conocerlos, empecé a estudiar sus posturas, la forma en que se comportaban de mañana en mañana. Traté de descubrir, a través de esos indicios externos, sus estados de ánimo, como si pudiera imaginarles historias, como si pudiera penetrar en los dramas invisibles encerrados en sus cuerpos. Elegí otro álbum. Ya no me sentía aburrido ni perplejo como al principio. Comprendí que Auggie estaba fotografiando el tiempo, el tiempo natural y el tiempo humano, y lo hacía plantándose en una minúscula esquina del mundo y deseando que fuera suya, montando guardia en un espacio que había elegido para él mismo. Auggie sonreía de placer mientras me observaba examinar su trabajo. Luego, casi como si estuviera leyéndome los pensamientos, se puso a recitar una línea de Shakespeare.

–Mañana y mañana y mañana –susurró–. El tiempo se desliza con paso mezquino.

Entonces entendí que él sabía perfectamente lo que estaba haciendo.

Esto sucedió hace más de dos mil fotografías. Desde aquel, día Auggie y yo hemos hablado de su obra muchas veces, pero recién la semana pasada me enteré cómo consiguió la cámara y empezó a sacar fotos. Fue la historia que me contó y que todavía estoy tratando de entender.

A principios de esa misma semana, un hombre del New YorkTimes me llamó y me preguntó si estaría dispuesto a escribir un cuento para que se publicara en el periódico la mañana de Navidad. Mi primer impulso fue decir que no, pero el hombre era muy amable e insistente, y hacia el final de la conversación le dije que iba a intentarlo. Pero apenas corté, caí en un profundo pánico. ¿Qué sabía yo de la Navidad?, me pregunté. ¿Qué sabía yo de escribir cuentos por encargo?

Auggie estaba fotografiando el tiempo, el tiempo natural y el tiempo humano, y lo hacía plantándose en una minúscula esquina del mundo (...)

Pasé los siguientes días en un estado de desesperación, batallando con los fantasmas de Dickens, O. Henry y otros maestros del espíritu navideño. La sola frase «cuento de Navidad» me traía asociaciones desagradables, evocaba espantosas efusiones de sensiblería y sentimentalismo hipócrita. Incluso en sus mejores versiones, los cuentos de Navidad no eran más que sueños en los que los deseos se hacen realidad, cuentos de hadas para adultos, y yo nunca me hubiera permitido escribir ese tipo de cosas. Y sin embargo, ¿es posible que alguien se proponga escribir un cuento de Navidad insensible? Era una contradicción, una imposibilidad, una perfecta paradoja. Era lo mismo que imaginarse un caballo de carreras sin patas o un gorrión sin alas.

No avanzaba. El jueves salí a dar una larga caminata, con la esperanza de que el aire me aclarara las ideas. Justo después del mediodía me detuve en la tabaquería para abastecer mis provisiones y ahí estaba Auggie, parado como de costumbre detrás del mostrador. Me preguntó cómo andaba. Casi sin quererlo, me encontré quitándome el peso de mis problemas ante él.

–¿Un cuento de Navidad? –me dijo cuando terminé–. ¿Eso es todo? Si me invitas a almorzar, te contaré el mejor cuento de Navidad que jamás hayas escuchado. Y te garantizo que cada palabra es cierta.

Fuimos caminando hasta Jack’s, un bar ruidoso y atestado de gente, con buenos sándwiches de pastrami y fotos de antiguos equipos de los Dodgers colgadas en la pared. Encontramos una mesa en el fondo, pedimos la comida y Auggie se lanzó a contarme la historia.

–Fue en el verano del ’72 –me dijo–. Una mañana, un chico entró en el negocio y empezó a robar cosas. Tendría unos diecinueve o veinte años y creo que no he visto en mi vida a un ratero más patético. Estaba parado en la otra punta, junto al exhibidor de libros con los que se iba llenando los bolsillos del impermeable. Al principio no lo vi porque en ese momento había mucha gente cerca del mostrador. Pero una vez que me di cuenta, comencé a gritar. El chico salió corriendo como una liebre y cuando pude dar la vuelta al mostrador él huía a toda velocidad por la avenida Atlantic. Lo perseguí durante media cuadra y después me rendí. Se le había caído algo mientras escapaba; como yo no tenía ganas de seguir corriendo, me incliné para ver qué era.

Resultó que era su billetera. No encontré nada de dinero adentro, pero sí la licencia de conducir junto con tres o cuatro fotos. Supongo que pude haber llamado a la policía para que lo arrestaran. Tenía su nombre y dirección en la licencia, pero me dio un poco de pena. Era un pobre muchacho y cuando miré las fotos de la billetera, no pude enojarme con él. Robert Goodwin.

Así se llamaba. Recuerdo que en una de las fotos estaba de pie abrazando a su madre o a su abuela. En otra, a los nueve o diez años, estaba vestido con un uniforme de béisbol y una gran sonrisa en la cara. No pude hacerlo. Pensé que quizás estaba drogado. Un pobre chico de Brooklyn, sin demasiadas oportunidades, y además ¿qué importaban unos pésimos libros de bolsillo?

Me quedé con la billetera. Cada tanto sentía el impulso de devolverla, pero fui demorándome y nunca me decidí.

Tal vez no quería desilusionarla. No sé. Eso fue lo que ocurrió. Y de pronto, la vieja me estaba abrazando en la puerta y yo también la abrazaba.

Finalmente llega la Navidad y me encuentro sin nada que hacer. El jefe suele invitarme a pasar el día en su casa, pero ese año estaba con su familia en Florida, en lo de unos parientes. Así que esa mañana estoy sentado en mi departamento, sintiendo lástima por mí mismo, y veo la billetera de Robert Goodwin sobre un estante de la cocina. Qué diablos, me digo, por qué no hacer algo bueno una vez en la vida. Y me pongo el abrigo y salgo a devolver la billetera.

La dirección quedaba en Boerum Hill, en algún monoblock de viviendas. Ese día helaba y recuerdo que me perdí tratando de encontrar el edificio. Allí todo se parece y recorres una y otra vez el mismo lugar creyendo que vas a otro. Por fin llego al departamento y toco el timbre. No pasa nada. Supongo que no hay nadie pero vuelvo a probar para asegurarme. Espero un poco más y justo cuando estoy a punto de irme, oigo que alguien se acerca a la puerta arrastrando los pies. Una voz de vieja pregunta quién es y yo le respondo que busco a Robert Goodwin.

–¿Eres tú, Robert? –dice la vieja. Luego destraba unas quince cerraduras y abre la puerta.

Tendrá unos ochenta años, quizá noventa, y lo primero que noto es que es ciega.

–Sabía que vendrías, Robert –me dice–. Sabía que no te ibas a olvidar de la abuelita Ethel en Navidad.

Y abre los brazos como si fuese a abrazarme.

No me pude detener a pensar, ¿entiendes? Tenía que decir algo rápido y, antes de saber lo que estaba pasando, las palabras se me escaparon de la boca.

–Así es, abuelita Ethel. Vine a verte en Navidad.

No me preguntes por qué lo hice. No tengo la menor idea. Tal vez no quería desilusionarla. No sé. Eso fue lo que ocurrió. Y de pronto, la vieja me estaba abrazando en la puerta y yo también la abrazaba.

No le dije que era su nieto. Por lo menos, no con esas palabras. Aunque eso era lo que se deducía, nunca traté de engañarla. Era una especie de juego que ambos decidimos jugar sin tener que ponernos de acuerdo en las reglas. Lo que quiero decir es que la mujer sabía que yo no era su nieto Robert. Era vieja y chocheaba, pero no estaba tan loca como para no distinguir entre un extraño y alguien de su propia sangre. Sin embargo, fingir la hacía feliz, y yo que no tenía nada mejor que hacer me sentí feliz de seguirle la corriente.

Así que entramos en el departamento y pasamos el día juntos. Podría agregar que el lugar era una verdadera pocilga, pero ¿qué cabe esperar de un ama de casa que es ciega? Cada vez que me preguntaba cómo andaba, yo le mentía. Le dije que había encontrado un buen trabajo en una tabaquería. Le dije que estaba por casarme. Le conté miles de historias y ella hizo como si me las creyera una a una.

–¡Qué bueno, Robert! –asentía con la cabeza y sonreía–. Siempre supe que las cosas te saldrían bien.

Después de un rato empecé a tener hambre. Al parecer, no había mucha comida en la casa así que fui hasta un negocio del barrio y compré una mezcolanza de cosas. Un pollo precocinado, sopa de verduras, una fuente de ensalada de papas, torta de chocolate y toda clase de comidas. Ethel sacó un par de botellas de vino que tenía escondidas en su dormitorio y así, entre los dos, logramos preparar una cena de Navidad bastante decente. Con el vino nos pusimos un poco alegres y recuerdo que cuando terminamos de comer fuimos a sentarnos en el living, porque las sillas eran más cómodas. Tuve ganas de hacer pis. Le pedí permiso y fui al baño que quedaba en el pasillo. Y entonces las cosas dieron otra vuelta de tuerca. Ya era una tontería que me hiciese pasar por el nieto de Ethel, pero lo que hice a continuación fue una completa locura y nunca me lo he perdonado.

Entré al baño y vi, amontonadas en una pila contra la pared al lado de la ducha, seis o siete cámaras de fotos. Cámaras sin estrenar, aún en sus cajas, mercadería de primera calidad.

Deduje que eso era obra del verdadero Robert, un lugar para almacenar uno de sus más recientes botines. Nunca en mi vida había sacado una foto, y mucho menos robado algo, pero en cuanto vi esas cámaras en el baño decidí que tomaría una para mí. Así de rápido. Y sin siquiera detenerme a pensarlo me metí una de las cajas bajo el brazo y volví al living.

Ethel sacó un par de botellas de vino que tenía escondidas en su dormitorio y así, entre los dos, logramos preparar |una cena de Navidad bastante decente.

No pude haber tardado más de tres minutos, pero en ese tiempo la abuelita Ethel se había quedado dormida en su silla. Demasiado Chianti, supongo. Fui a la cocina a lavar los platos y, pese al ruido, ella siguió dormida, roncando como un bebé. Como no parecía haber motivo para molestarla, decidí marcharme. En vistas de que era ciega, ni siquiera pude escribirle una nota, así que simplemente me fui. Puse la billetera del nieto en la mesa, volví a tomar la cámara y salí del departamento. Y ése es el fin de la historia.

–¿Alguna vez regresaste a verla?–le pregunté.

–Una vez –me dijo–. Tres o cuatro meses más tarde.

Me sentía tan mal por haberle robado la cámara que todavía no había usado, que decidí devolvérsela. Pero Ethel ya no vivía más ahí. No sé qué habrá sido de ella. El hombre que se había mudado al departamento no me pudo decir dónde estaba.

–Es probable que haya muerto.

–Sí, es probable.

–Eso quiere decir que pasó contigo su última Navidad.

–Creo que sí. Nunca lo había pensado de esa forma.

–Fue una buena obra, Auggie. Hiciste por ella algo muy lindo.

–Le mentí y después le robé. No sé cómo puedes decir que fue una buena obra.

–La hiciste feliz. Y de todos modos la cámara era robada.

No es lo mismo que habérsela sacado al verdadero dueño.

–Todo por el arte, ¿eh, Paul?

–Yo no diría eso. Pero por lo menos le diste buen uso a la cámara.

–Y ahora ya tienes tu cuento de Navidad, ¿no es cierto?

–Sí –dije–. Creo que sí.

Me detuve por un momento y estudié a Auggie mientras una sonrisa maliciosa se extendía por su cara. No podría asegurarlo, pero en ese instante tenía una mirada tan misteriosa, tan llena de algún profundo regocijo, que de pronto se me ocurrió que había inventado todo. Estuve a punto de preguntarle si me había engañado, pero enseguida comprendí que nunca me lo diría. Yo le había creído y eso era lo único que importaba. Mientras haya una sola persona que se la crea, no hay historia que no sea cierta.

–Eres un genio, Auggie –dije–.Gracias por ayudarme.

–De nada –me respondió mirándome aún con ese brillo maníaco en los ojos–. Después de todo, si no puedes compartir los secretos, ¿qué clase de amigo eres?

–Creo que te debo una.

–No, claro que no. Sólo escríbelo tal como te lo conté y no me deberás nada.

–Salvo el almuerzo.

–Así es. Salvo el almuerzo.

Respondí a su sonrisa con otra sonrisa mía. Llamé al mozo y le pedí la cuenta.

Paul Auster.

Nacido en Newark, New Jersey, el 3 de febrero de 1947, Paul Auster comenzó a escribir a los 12 años. Estudió en la Columbia University y vivió en París en diversas épocas. Sus otras dos pasiones son el cine y el béisbol. La adaptación de este cuento a la pantalla grande fue realizada por el escritor

Traducción: Mariana Vera 

Te puede interesar

Audio

Historia conmovedora

Gracias a la ayuda de la gente, la familia del pequeño de tres años logró operarlo con éxito de su enfermedad congénita. "Estamos esperando tener todos esa foto con él", reveló su tío a Cadena 3.

¡Felices Fiestas!

Por Flavia Irós. 

Lo último de Sociedad

Clima

Continuaba el mal clima en varias zonas del país. Qué dice el Servicio Meteorológico Nacional.

Audio

Fauna

Weñi, que tiene menos de dos años, presenta dificultades para caminar y no puede volar. La tomografía ayudará a conocer mejor la anatomía de estas majestuosas aves.

Audio

Córdoba

El hecho ocurrió en el centro de Córdoba, en el Boulevar Illia. El hombre de 48 años fue trasladado a la sede policial más cercana.   

Audio

Rosario

Gabriel es conductor en la plataforma y decidió dejar su otro empleo, ya que afirmó tener más disponibilidad y mejor paga. En medio de la controversia por la legalidad, dio su versión en Cadena 3.  

Audio

Insólito

Un incidente inusual en Obispo Trejo 1320 dejó a un hombre de 61 años atrapado en su vehículo. Bomberos actuaron rápidamente y lograron rescatarlo sin lesiones, destacando la importancia de usar montacargas correctamente.

Opinión

Adrián Simioni

Adrián Simioni

Audio
Claudio Zuchovicki

Claudio Zuchovicki

Audio

Las claves de Zucho

  

Adrián Simioni

Adrián Simioni

Audio
Federico Albarenque

Federico Albarenque

Audio
Alberto Lotuf

Alberto Lotuf

Audio

Lo más visto

Clima

Continuaba el mal clima en varias zonas del país. Qué dice el Servicio Meteorológico Nacional.

Audio

Conmoción en Córdoba

Así lo resolvió el fiscal Oscar Gieco en horas de la tarde de este lunes. Acusa de haber participado a la madre por la omisión de los cuidados. Ya son tres los acusados.   

Audio

Rosario

Gabriel es conductor en la plataforma y decidió dejar su otro empleo, ya que afirmó tener más disponibilidad y mejor paga. En medio de la controversia por la legalidad, dio su versión en Cadena 3.  

Tensión oficialista

La ahora exfuncionaria le escribió en redes al mandatario nacional, quien dispuso su alejamiento tras el voto argentino en la ONU en contra del embargo de Estados Unidos a Cuba.

Televisión

La conductora invitó a su programa de televisión de este lunes al Presidente y actual pareja y juntos compartieron intimidades de la relación. Videos.

Te puede interesar

La casa de los artistas

El artista visitó los estudios de la Gran Cadena Federal antes del show que brindará en Córdoba el 16 de noviembre. "Gracias a muchos artistas, tuve mis primeros espacios para cantar", recordó.

Cultura

En exclusiva para Cadena 3, se presentan los proyectos nominados en las diferentes ternas para la cuarta edición de los galardones.

Gira artística

El artista presenta “El Principito, una aventura musical” en su ciudad natal. En Siempre Juntos Rosario, contó de qué se trata la obra y repasó anécdotas inolvidables.

Sorteo

En transmisión en cuádruplex entre Cadena 3, La Popu, Cadena Heat y Cadena 3 Rosario, se anunció a la ganadora. El premio incluye aéreo, estadía y asistencia al viajero.  

Una producción de Cadena 3

La producción de La Popu y Cadena 3 celebra la influencia de la emblemática banda con entrevistas, anécdotas e historias. Pato Lugones estuvo presente en el evento. Mirá.