A 41 años del conflicto que marcó a una generación, Alejandra Conti y Sergio Suppo llegan con un libro que pone en perspectiva un aspecto poco considerado en estas cuatro décadas desde la guerra: qué pasó en esas islas luego de que el último soldado argentino partiera en 1982.
El libro será presentado este lunes a las 19 en Studio Theater de la ciudad de Córdoba.
Alejandra Conti llegó a las Islas Malvinas por primera vez en 1999, como corresponsal de La Nación y con un pasaporte italiano. En esa época aún no permitían el ingreso de argentinos. 23 años después, el viaje volvió a tener un nuevo desafío: la pandemia. Malvinas está a 700 kilómetros de nuestras costas, pero esta vez fue necesario 48 mil kilómetros para acceder a las islas.
A raíz de la experiencia, cobertura de Cadena 3 junto con Sergio Suppo por el 40° aniversario de la guerra, surgió el libro "Malvinas, el lugar más amado y desconocido por los argentinos", que intenta acercar las visiones de ambos lados del territorio, un desafío difícil pero necesario como primer paso para una posible reconciliación.
"Si hablamos de preconceptos, hay muchos de ambos lados. Nuestro desconocimiento es muy grande. De allí el título que le pusimos al libro. A lo largo de la historia nunca hubo más de 30 argentinos viviendo en las islas permanentemente, ni si quiera en la mejor etapa, en 1971, que gracias a un acuerdo había incluso intercambios estudiantiles y comercio entre ambos territorios", explicó Alejandra a Entre Líneas.
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Sin embargo, rápidamente aclara que "nunca hubo un flujo de intercambio importante". "El desconocimiento es muy grande y la guerra sólo atrasó 100 años cualquier avance previo".
"Creemos que hay más cosas argentinas en las islas de lo que realmente hay. Hoy la vida de los isleños es completamente británica y lamentablemente lo único argentino en las islas es el cementerio de Darwin. Los muertos. Es muy doloroso y muy conmovedor cuando uno va de visita", expresó.
Lamentablemente lo único argentino en las islas es el cementerio de Darwin
El sentimiento antiargentino en las islas sigue latente a pesar de los años trascurridos de la guerra y de la fría pero cortés amabilidad con la que son recibidos los argentinos en el territorio.
"La idea de los militares cuando desembarcaron era no afectar a isleños, pero eso desde el primer momento era imposible. Cuando empiezan los bombardeos, la vida cambió por completo. En Goose Green, una localidad con poco más de 100 habitantes durante la guerra, fueron encerrados todos en un galpón con un solo baño y sin calefacción durante un mes por tropas argentinas. Fueron liberadas por el ejército británico y guardan por supuesto un resentimiento muy grande hacia los argentinos".
La autora también se refirió a la visión que tienen los isleños sobre Argentina y la guerra. "Muchos de ellos eran conscientes de la situación de Argentina en ese momento, con la dictadura sangrienta, que secuestraba, mataba, violaba y robaba niños, y tenían muchísimo miedo de que eso lo ocurriera a ellos", afirmó Conti.
Sobre la diplomacia posterior a la guerra, la autora señaló que no siempre fue acertada y que en algunos casos se hostigó a los isleños, lo que sólo sumó mala fama a Argentina. "En estos 40 años estamos igual o peor que antes de la guerra", lamentó la periodista.
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Conti también destacó que después del 11 de septiembre la geopolítica mundial cambió y que las Malvinas se convirtieron en una proyección de Gran Bretaña a la Antártida. En ese sentido, la autora llamó a buscar una estrategia que acerque a Argentina y a los isleños, ya que en la actualidad se encuentran más lejos que nunca. "Lo que hace falta es más estrategia, más inteligencia, más diplomacia, mejor política", concluyó Conti.
En definitiva, el libro de Alejandra Conti y Sergio Suppo nos invita a reflexionar sobre la complejidad del conflicto de Malvinas, no solo en su contexto histórico sino también en su impacto duradero en la región y en la vida de las personas que lo vivieron de cerca. A través de su relato, nos muestran que la historia no se puede comprender desde una sola perspectiva, sino que es necesario escuchar todas las voces y considerar todos los aspectos que la conforman. Solo así podemos aprender de ella y evitar repetir los errores del pasado.
