Poder y popularidad

María Rosa Beltramo

Publicó un par de libros y cantó en el Luna Park y, camino al estrellato definitivo, será el protagonista de una docuserie que él mismo se encargó de anunciar.

Mucho antes de que se cumpla el primer año de su mandato, Javier Milei se dará el gusto de expandir su fama como figura excluyente de una serie pensada para mostrarle al mundo el detrás de la escena de la campaña que lo depositó en la Casa Rosada.

Santiago Oría es el responsable técnico y creativo de la producción que aún no tiene fecha de estreno, pero, aseguran, llegará antes de la primavera y está siendo promocionada como la carta de presentación del "fenómeno que cautiva al mundo".

Milei está a punto de ingresar a un grupo selecto, el de los políticos que además de la función pública tienen conexiones con el mundo artístico.

En la actualidad el único que podría competirle en un pie de igualdad es el mandatario ucraniano Volodímir Zelenski, un comediante que protagonizó media docena de películas pero cuya carrera en el séptimo arte se ha visto dramáticamente interrumpida por la guerra que su país está librando con Rusia.

Oría, el director de Realizaciones Audiovisuales de Presidencia de la Nación, usó sus cuentas en las redes sociales para avisar que la serie narrará "la epopeya de Milei desde cero a presidente de la Nación"

El episodio inicial mostrará al actual jefe de Estado en sus primeras apariciones como panelista de televisión. La plataforma de lanzamiento será X, su preferida.

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Entre las razones esgrimidas para optar por la red de Elon Musk, los allegados mancionan la necesidad de apoyar "la libertad de expresión que existe en las redes por sobre el control ideológico que caracteriza a las plataformas de streaming tradicionales”.

El club de los presidentes actores es muy exclusivo. Zelenski constituye una auténtica rareza de este siglo, descolló como comediante y hasta tuvo la fortuna de interpretar en la ficción a un político que llegaba al cargo al que finalmente accedió en la vida real.

Pero el intérprete al que el arte impulsó a alturas impensadas es el norteamericano Ronald Reagan. Antes de poner un pie en la Casa Blanca tenía casi cuarenta películas en su haber y había dirigido el gremio de los actores. Sus críticos solían usar su condición de actor para bajarle el precio a su labor como mandatario; sus apologistas mencionaban su pasado en el set para reivindicarlo como estadista sensible.

Hasta donde se sabe, la serie sobre Milei no lo obligará a interpretar un papel confeccionado por un guionista. Su carrera hacia la presidencia será mostrada con escogidos segmentos del material que quedó en los canales en los que participó como panelista, desde “Sin codificar” hasta “Intratables”, incluyendo algunos pasos de comedia que protagonizó en esos programas y en otros a los que concurrió como invitado.

De todos modos, habrá que esperar. Nunca se sabe lo que pueden sacar de la galera los creativos. Oría, que como cualquier libertario argentino dice despreciar todo lo que procede del Estado, asegura que trabaja para la serie en sus ratos libres. Nada impedirá, sin embargo, que consuma algo de su propia medicina y sean legiones los que lo acusen de hacer cine propagandístico para su jefe con los dineros del pueblo.

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Hay otros dos hombres, uno de fama mundial y otro de módica popularidad en su país, que tuvieron éxito cuando decidieron mezclar arte y política.

El menos conocido es Eric Garcetti, protagonista de una serie en la que encarnaba al alcalde de Los Ángeles. Tan bien le fue que decidió postularse para el cargo. Y lo eligieron. En la actualidad y tras varias reelecciones, es embajador de Estados Unidos en India.

El otro es Clint Eastwood, que en la segunda mitad de la década del 80 ya era una celebridad en el cine cuando decidió postularse como alcalde de Carmel, un pueblo precioso y pequeño en la costa del Pacífico.

Milei intentará el camino inverso; de la presidencia a la pantalla y para ello cuenta con apenas dos recursos: su carisma y los ratos libres de Santiago Oría.

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