Y 140 años después, llegan ellas

María Rosa Beltramo

No es el último bastión del machismo nacional, tampoco el principal. Pero es emblemático y acaba de caer, abatido por un fallo judicial. Una cámara civil convalidó el dictamen de la Inspección General de Justicia que había intimado al Jockey Club a “abstenerse de realizar cualquier práctica que importe la restricción de acceso de mujeres a la condición de asociados de la institución”.

La orden que registrarán los libros de historia y representa una bisagra en la institución fundada por Carlos Pellegrini hace 140 años, deberá cumplirla la nueva comisión directiva que desde octubre de 2021 encabeza Juan Mariano Villar Urquiza, el dueño del haras El Doguito y presidente de Bardhal Lubricantes.

Refugio de la élite que se autopercibe aristócrata en un país que abolió los títulos nobiliarios en 1813, el Jockey fue creado a imagen y semejanza de clubes europeos , especialmente los más conocidos del Reino Unido , algunos de los cuales han sobrevivido a los nuevos tiempos como el Gentlemen Club,White’s , Brook’s, Boodle’s y The Athenaeum.

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Antes de que la Inspección General de Justicia exigiera el “respeto a la diversidad de género” fue el Jockey Club Rosario el que modificó sus estatutos en 2021 y posibilitó la incorporación de mujeres como miembros plenos.

Pero la entidad que tiene su sede social en el barrio porteño de La Recoleta ha intentado de distintas maneras y con múltiples argumentaciones eludir los temas de la inclusión y la diversidad que se le reclamaban en virtud de tratados internacionales a los que la Argentina adhirió oportunamente y que tienen jerarquía constitucional.

A la disposición de "activar los procedimientos internos societarios para permitir el acceso de mujeres al elenco de asociados a dicha institución", el Jockey respondió que “el estatuto no impide que las féminas se asocien”.

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No obstante, el fallo que suscriben los jueces Carlos Calvo Costa,María Isabel Benavente y Guillermo Zurro advierte que “ a pesar de no existir formalmente restricciones al ingreso y contar con 6000 socios,permite suponer que el mecanismo de ingreso al club tiene, en los hechos,una barrera que impide el acceso de mujeres”.

Ni los más optimistas esperan que termine acá la resistencia del club.Siempre hay alguna instancia judicial pendiente que permite alargar el status quo. Y si se agotan las argucias legales , seguro podrán acudir al último recurso que suele ser un problema edilicio.

Parece mentira pero en Córdoba cuando se libraba la batalla para permitir el ingreso de mujeres al Colegio Nacional de Monserrat los que pretendían conservarlo como un establecimiento exclusivo de varones plantearon formalmente que no había espacio para construir una nueva batería de baños para mujeres.

La sede de Alvear 1300 tiene cinco pisos y el subsuelo;incluye cuadrilátero de box, salón de esgrima,cancha de squash, pileta de natación y baño turco, además de salones de distintas dimensiones para la actividad social.Parece lo bastante grande para admitir más sanitarios, pero nunca se sabe.

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